Antonio Yáñez Saco "Gallo"

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Antonio Yáñez Saco "Gallo"
Antonio Yáñez Saco “Gallo”

Nace el 10 de abril año 1902 y se crio en el Barrio del Matadero Viejo. Emparentado con las familias toreras del barrio; su tío fue el famoso banderillero Manuel Saco de León "Cantimplas".

Desde pequeño sintió el gusanillo de la tauromaquia adiestrándose en el manejo de la puntilla, de esta forma nace su vocación torera teniendo como fin el hacerse un profesional. Su primera actuación la realiza como banderillero en Córdoba el 16 de julio de 1916 en la que actuaban como becerrista Rafael Saco Rodríguez "Cantimplas" y como novillero Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" (Padre). Su segunda actuación es en Lora del Río (Sevilla) el 31 de mayo de 1917 donde torearon dos becerras Antonio de la Haba Torreras "Zurito" y “Virutas” y de director de lidia Antonio Torres Figueroa "Toreri". Aquello le animó a proseguir la carrera taurina como novillero, actuando en el año 1923 en una novillada con los también novilleros "El Emocionante" y Dieda. Después toreó como novillero unas quince corridas. Pero llegó al convencimiento que su camino iba por otros derroteros, pues sus cualidades profesionales eran más propicias en la brega con el capote al ser sobria y eficaz su actuación; a la facilidad que tenía en la suerte de banderillas y en el manejo con singular pericia de la puntilla, llegando a ser en este menester unos de los mejores profesionales. Tanto que cuando lidiaban en una plaza todos los matadores lo requerían para ejecutar esta función.

Estuvo en las cuadrillas de José Flores González "Camará", Antonio el “Zurito”, Manuel Jiménez “Chicuelo”, Félix Rodríguez, Julio Fuillerat García "Palmeño", Miguel Morilla “Atarfeño”, Rafael Saco Rodríguez "Cantimplas" y otros.

El apodo de “Gallo” se lo puso el famoso matador José Gómez “Gallito”, pues el tío de Antonio Yáñez, “Cantimplas” iba en la cuadrilla del sevillano. Éste se lo presentó, y “Joselito” le encontró parecido con su físico. Así se quedó con ese sobrenombre. Cuando empezó a torear se anunciaba en los carteles de esta forma.

Actuando en Belmez en el año 1944 un novillo de Villamarta lo cogió y le partió la clavícula, desde ese momento se vio falto de facultades y se retira en el año 1945. Desde entonces “El Gallo” se recluyó en el Matadero Municipal de Córdoba, a cuya plantilla perteneció ocupando el cargo de jefe de nave. Además ostentó el ser delegado en la provincia de Córdoba del Montepío de Toreros, ejerciendo también como asesor de la plaza de toros.

“El Gallo”, siempre presumía de haber sido apadrino en el arte de la puntilla por Antonio García “Zurdo” de Córdoba, que fue gran puntillero. Igualmente recordaba a otros del oficio como “Josele” que iba con “Gallito”; “Pechete” de Córdoba que lo llevaba el “Camará”; “Rubio” de Zaragoza; “Pintao” de Madrid; “Guerrilla” de Córdoba que fue con Antonio Cañero y después iría con Manolete cuando actuaba de novillero y otros muchos.

El 28 de marzo de 1965 el diestro Manuel Benítez "El Cordobés" organizó un festival en homenaje a Antonio Yáñez “Gallo” y a cuantos toreros se encontraban en ese momento jubilados y retirados. Se lidiaron siete novillos de la nueva ganadería de Manuel Benítez Pérez (con reses procedentes de doña Axilio Tabernero). De matadores actuaron José María Montilla, El Cordobés, Gabriel de la Haba Vargas "Zurito" y los novilleros Manuel Rodríguez, Rafael Cruz Conde, Rabel Poyato y Joselito Torres. En dicho festival “El Cordobés” le impuso a Antonio Yáñez la medalla de oro de la Hermandad de los Toreros.

Falleció el 9 de marzo de 1973


Testimonios


Aparte de que Antonio Yáñez Saco tuviera más o menos méritos para figurar entre los destacados subalternos cordobeses, por el hecho de ser un hombre bueno, sencillo y cordial, merece el recuerdo de estas líneas que hoy nosotros, de corazón, le dedicamos.

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