Benamejí

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Escudo benameji.gif
Escudo de Benamejí
Término municipal
Municipio de Benamejí
Código postal 14910
Coordenadas
 - Latitud:
 - Longitud:

37°16' N
04º32' 0
Superficie 54 km²
Altitud 497 m
Población (2005) 5.030 hab.
Gentilicio Benamejijense, benamejillense o benamejicense
Ríos Río Genil
Alcalde José Ropero Pedrosa (PSOE)
Comarca Subbética
Partido Judicial Lucena
Pirámide de población
Grupos quinquenales.
Cohortes plantilla h.png Cohortes plantilla m.png
Fuente INE, censo 2001.

Geografía

- Ubicación:

- Vías de acceso: A-45, N-331 y A-3228

- Clima:

- Flora y fauna:

Población

- Pedanías:

El Tejar

- Centros educativos: ver categoría Centros de educación de Benamejí

- Medios de comunicación

- Datos poblacionales

Economía

Historia

Artículo principal:Historia de Benamejí.

Desde la Prehistoria a la refundación en el siglo XVI

Para entrar por la puerta de la historia, tendremos que traspasar primero el arco nebuloso de piedra, cobre y bronce y ahí nos encontramos las sepulturas calcolíticas del Cortijo Poyato. De la época ibérica, los yacimientos del cerro del Castillo. Hallazgos en cerro Barrero en el alfar de El Tejar, así como la estela funeraria en el Dehesa Encina el Cuervo.

Pero Benamejí se consolida en el siglo IX cuando el emir Abd Allah construyó su fortaleza llamada Banu Bashir (en árabe, بنو بشير‎), actualmente conocida como castillo de Gómez Arias o castillo de Benamejí, fortificada más tarde por Abd ar Rahman III. En 1240 Fernando III conquistó Benamexir y en 1254 fue donada por Alfonso X a la Orden de Santiago.

Después de cambiar varias veces de mano, en 1361 es definitivamente conquistada por las tropas de Pedro I de Castilla.2​ Aunque quedó muy cerca de la frontera, su situación mejoró con la toma cristiana de Antequera en 1410.3​

El Papa Clemente VII autorizó a Carlos I a vender algunas propiedades de las órdenes militares y Benamejí es vendido al regidor de Burgos Diego de Bernuy, por 19.965.000 maravedíes, el cual, allá por 1549, decide levantar al pueblo de nueva planta, lo dota de Carta Puebla, reparte tierras y da normas para la organización de la villa. De esta época data el puente renacentista construido por el arquitecto Hernán Ruiz II.

Visita del rey Felipe V

El rey Felipe V, dentro de un programa de conocimiento del país, decidió en 1729 trasladarse a Sevilla con toda su corte. Durante esta estancia provisional, que duraría cuatro años, realizó distintos desplazamientos por Andalucía. En ese tiempo viajó a Cádiz y Granada. En esos viajes se desplazaban todos los cortesanos, los militares de la guardia real y funcionarios de la administración real que realizaban con anterioridad al paso de la comitiva los trabajos necesarios para asegurar que el traslado, el hospedaje y la manutención fueran correctos.

Las crónicas cuentan que a finales de mayo de 1730 un ingeniero de carreteras se encuentra en Benamejí supervisando los trabajos de arreglo del camino entre Archidona y Benamejí, preparándolo para el paso de la comitiva real. En virtud de sus atribuciones de acuerdo con las Órdenes Reales dictadas al efecto para el desarrollo del viaje, solicita al municipio de Lucena la ayuda de personal para efectuar los urgentes trabajos de preparación del camino, cuyo estado ofrecía graves carencias. La población de Encinas Reales, que por aquel entonces pertenecía a Lucena, es la encargada de facilitar el personal necesario, un plantel compuesto por unas trescientas personas de distintos oficios dotadas de sus correspondientes picos, palas y demás herramientas necesarias. Tras un forcejeo sobre el pago de los jornales generados, que al final son pagados por el Concejo de Lucena, el 2 de junio el camino se encuentra en las condiciones necesarias para el paso de los carruajes de la comitiva.

Los hombres dedicados al arreglo del camino hasta Benamejí tienen que continuar su trabajo en el tramo entre Benamejí y Aguilar pues también estaba en mal estado. Finalmente el día 5 de junio el camino se encuentra en las condiciones pedidas. Por otro lado el corregidor de Benamejí, Don Antonio José Gabaldán, el 31 de mayo, ante la inminente llegada de la comitiva real, pide ayuda a Lucena y solicita le entreguen urgente 300 fanegas de harina de trigo para atender a los miembros de la citada comitiva, ya que según una orden real se manda que los pueblos del trayecto provean de víveres y alojamiento a los viajantes, cortesanos, administrativos, soldados y demás personajes de la comitiva.

La comitiva, que había salido el 6 de junio, pasa el día 7 y el 8 en Benamejí. El 8, día del Corpus, por la tarde salieron de Benamejí con destino hacia Aguilar. Es posible que en la mañana de aquel día asistieran a la preceptiva misa y procesión del Corpus en el pueblo tras haber pernoctado en el Palacio del Marqués. Los gastos de arreglo de los caminos del termino que ascendían a 1500 reales y que habían sido abonados por el Concejo de Lucena, finalmente fueron abonados a Lucena por Benamejí, obligado por sentencia del Consejo de Castilla de 1731.

Benameji en la guerra de la Independencia

La literatura histórica sobre el bandolerismo ha utilizado a Benamejí como un punto importante de actuación en el siglo XIX. El paso por el puente para vadear el río, en el camino de Córdoba a Málaga, y su entorno entre colinas facilitaban las cosas para tender emboscadas.

En la guerra de Independencia (1808-1814), las cuadrillas de Juan de Campos y Pedro Alcalde operaron por los contornos de Benamejí y Encinas Reales, alternando la acción guerrillera de hostigamiento a los franceses con la rapiña y robos en la zona. Otra de las cuadrillas que operaba de igual modo allí era la de Pedro Pena, apodado el Sotana, que actuaba desde Benamejí con ocho o diez delincuentes fugados de los presidios. Una tercera partida existente fue la de Francisco Lozano, el Bolsero. El 2 de junio de 1811, en las cercanías de Benamejí, Pedro Alcalde concentra a las partidas de la zona logrando reunir, según dicen, a unos mil doscientos hombres con los que lleva a cabo un hostigamiento a las tropas francesas del Mayor Robin. El combate se salda con trescientos muertos, un sin fin de heridos y la desbandada de los españoles. Pedro Alcalde Heredia, un antiguo jornalero que había nacido en Los Villares, es apresado y trasladado a Jaén, donde intentan ahorcarlo, pero al no disponer de verdugo, deciden fusilarlo y posteriormente colgar el cadáver del patíbulo. Estas y otras acciones en las que facilitaron el cobijo y el paso de las distintas partidas de los guerrilleros que operaban en la zona, provocó que los franceses multaran a la población, según consta en los escritos de la época.

- Heráldica:

- Lugareños ilustres

Cultura

Turismo

Puntos de interés

Construcción subterránea creada por excavación directa sobre el terreno, formada por dos galerías en forma de cruz, formando cuatro alas. Cada uno de estos brazos ó galerías se cubre con una bóveda apuntada de tradición gótica, formando una bóveda de crucería en el lugar de cruce. Las dimensiones de las cuatro alas son casi similares, de unos 34 m, y en cada una de ellas se abren diez nichos enfrentados, rematada en su extremo en forma de ábside semicircular. En los suelos de algunos de ellos se han localizado huecos, posiblemente para encastrar las vasijas de almacenaje (tipo tinaja). Según las investigaciones, las estructuras hoy visibles de La Silera pueden corresponderse con las realizaciones que Diego de Bernuy, planificó tras la adquisición en 1548 de la jurisdicción de Benamejí, creando obras para su equipamiento.

Edificios y monumentos

Arquitectura civil

El Puente sobre el río Genil, en Benamejí, es un proyecto del arquitecto renacentista Hernán Ruiz II y, entre sus obras de ingeniería, el único ejemplo de nueva planta totalmente ejecutado por él mismo. La inscripción en la clave central nos aporta el año de inicio (1550) y finalización de las obras (1566). Su valor más reseñable es el de obra de ingeniería que responde ejemplarmente a los cánones renacentistas de geometría, composición, proporciones y casi desnudez ornamental.

Arquitectura militar

La fortaleza árabe de "Gómez Arias" se alza sobre un cerro a cuyo pie discurre el río Genil, a las afueras de la localidad de Benamejí. Este castillo, que durante siglos sembró la discordia entre árabes y cristianos, fue construido en el siglo XI. Entre los siglos XIII y XVI perteneció a la Orden de Santiago. Posteriormente pasó a manos de Don Diego Bernuy Orense, quien reorganizó la población en su ubicación actual, lejos de la antigua atalaya, por encontrase ésta y la primitiva villa en situación ruinosa. Actualmente puede verse una torre y parte de un muro en estado de ruina avanzada.

Arquitectura religiosa

Ermita mandada construir por los marqueses de Benamejí en el siglo XVIII. La Virgen de la Cabeza preside el austero camarín central abierto en el muro, sobre el que cuelga un cuadro de la Virgen de Guadalupe. Por este motivo, antes se llamaba ermita de Nuestra Señora de la Cabeza. La Virgen de los Remedios situada en su altar, antes pertenecía a la iglesia que había en el convento de los carmelitas descalzos de la calle Padre Esteban. En su interior existen dos camarines que son de la escuela antequerana, que destacan por sus cúpulas ondulantes.

La iglesia, dedicada a la Inmaculada Concepción, fue comenzada en 1670 por el primer marqués de Benamejí, don José Diego de Bernuy, y terminada en 1740 por el cuarto marqués don Fadrique Íñigo, que la dotó de lo necesario. La iglesia posee algo que sin ella la silueta de nuestro pueblo no sería la misma: su torre. Es del siglo XVIII, obra también de ladrillo visto. Tiene el fuste cuadrado. Sobre él, y con no muy feliz silueta, un cuerpo octogonal de igual anchura, y otro también octogonal, más estrecho, con gran abombamiento en su mediación, y coronado por un chapitel piramidal. También del siglo XVIII, y obra de don Fadrique Íñigo, es la gran capilla del Sagrario, de planta circular con una bella cúpula. Al exterior destaca la fachada, sencilla pero a la vez muy valiosa; tiene en el centro la imagen de la Inmaculada Concepción, y en la base de la virgen varios querubines. Como curiosidad, decir que la primera iglesia de Benamejí estaba ubicada en la calle Iglesia, quizás en la acera derecha de esa misma calle.

Espacios naturales


Tradiciones

Benamejí en la copla

Posiblemente una copla no haya influido tanto a la difusión del nombre de Benamejí como la canción “Antonio Vargas Heredia”. Su estribillo “De Puente Genil a Lucena, de Loja a Benamejí...” se ha escuchado y se escucha en todos los rincones de España. Sus interpretes desde Imperio Argentina hasta Joan Manuel Serrat recientemente, pasando por Estrellita Castro y el inmortal Carlos Cano entre otros muchos, han sabido cantar la copla que en su día escribiera Joaquín de la Oliva, inspirado en un tema de García Lorca. y a la que pusieron música Juan Mostazo y Francisco Merenciano. La canción fue llevada al cine en 1938 dentro del repertorio que se canta en la película “Carmen la de Triana”, dirigida por Florián Rey y basada en el famoso libreto “Carmen de Merimé”. La película, protagonizada por Imperio Argentina, fue rodada íntegramente en Alemania, con exteriores en Duseldorff simulando las serranías andaluzas donde campeaban los bandoleros. Se realizó dentro del programa de rodajes que se llevaron a cabo en aquel país y que tan magistralmente son evocados en la película reciente “La niña de tus ojos”. La canción también tuvo su versión en alemán y a saber como “sonaría” Benamejí en el lenguaje de Otto y Fritz.


Gastronomía

Productos Típicos

SEMANA SANTA EN BENAMEJÍ

EVOLUCIÓN DE LA SEMANA SANTA

Todavía en el siglo XVI, cuando el rey Carlos I no había dictado su paso de manos de la orden de Santiago a don Diego Bernuy, comenzarían las primeras manifestaciones pasionistas en esta población a orillas del Genil,consolidadas en 1663 con la erección de la cofradía de Jesús Nazareno, que ha llegado a los tiempos actuales, aunque atravesando momentos de práctica desaparición. Doce años después de aquel hecho, Benamejí se convirtió en marquesado bajo el gobierno de Don José Diego de Bernuy, quien impulsó el asentamiento de religiosos en la población – 72 en 170-, al tiempo que aceleraba la construcción de la parroquia de la Inmaculada, centro neurálgico de las celebraciones pasionistas benamejicenses, aunque comparte protagonismo con la ermita de San Sebastian, levantada a partir del siglo XIV sobre el solar de una antigua mezquita. Tras distintos altibajos, las primeras décadas del siglo XIX marcan la fundación de la hermandad de sacerdotes del Santo Entierro y , antes , la de la Virgen de los Dolores. Ya avanzada la centuria, se dan los primeros pasos para la erección de la del Cristo de la Misericordia , no consolidada hasta las primeras década de los cuarenta se constituye la de la Verónica, de modo que, hace cincuenta años , la Semana Santa de Benamejí adquirió una estructura que mantuvo hasta años recientes, cuando bien entrados los ochenta se incorporó la hermandad de la Santa Cruz y, sólo hace cinco años , de la Buena Muerte. En las décadas centrales del XIX existió asimismo una corporación bíblica de los Apóstoles, al modo pontanés, hoy desaparecida. Así pues, hoy conforman esta Semana Santa las cofradías del Cristo de la buena Muerte, de Jesús del Mayor Dolor, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la del Santísimo Cristo de la Misericordia, la de la Verónica, la de San Juan Evangelista u la de la Virgen de los Dolores .Varias de ellas salen en más de una ocasión a lo largo de la Semana Santa, procesionando incluso con imágenes referentes, lo que confiere con cierta complejidad a loa exposición de los desfiles procesionales benamejicenses. Dada esta complejidad, ya para permitir al lector, dado que distribución del capítulo por cofradías podría desvirtuar el conocimiento de la composición concreta de cada una de las estaciones penitenciales, la comprensión de la organización de éstas, incluimos a continuación un guión procesional, con indicación de la pertenencia de cada uno de los pasos a su correspondiente hermandad.

Martes Santo : Procesión del Cristo de la Buena Muerte, cofradía del mismo nombre. Miércoles Santo : Procesión de Jesús del Mayor Dolor y María Santísima de la Amargura , ambos pasos de la cofradía de la Santa Cruz. Jueves Santo : Integran el cortejo de esta jornada cuatro pasos: Jesús Preso, perteneciente a la cofradía de Jesús Nazareno. Jesús Amarrado a la Columna, de la cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia. Paso de misterio de la cofradía de la Verónica. Paso de San Juan, de la cofradía de San Juan Evangelista y Jesús Resucitado. Nuestra Señora de la Esperanza, de la real cofradía de nuestra Señora de los Dolores. Se inicia al atardecer, una vez concluidos los Santos oficiales, y se prolonga, aproximadamente, durante unas tres horas. Viernes Santo (mañana): Tres pasos conforman esta comitiva, una vez que , en los últimas años , se retiraron de este cortejo los cofradías de San Juan y de la Santa Verónica. Son los de : Nuestro Padre Jesús nazareno, de la cofradía de tal nombre. Santísimo Cristo de la Misericordia, perteneciente a esta cofradía Nuestra Señora de los Dolores , de la hermandad de dicha advocación. Sale en torno al mediodía, recogiéndose al cabo de casi cuatro horas de recorrido procesional. Viernes Santo- tarde - ( Procesión del Santo Entierro). Integran el cortejo las siguientes andas: Paso del Descendimiento, de la cofradía de la Misericordia. Paso del Santo Entierro, de la hermandad de Jesús Nazareno. paso de la Verónica; es la otra imagen de la que dispone la cofradía del mismo nombre. Paso de San Juan, de esta cofradía. Paso de la Virgen de la Soledad, de la hermandad de nuestra Señora Señora de los Dolores. Sale después de la conclusión de la liturgia propia del día, prolongándose su recorrido durante algo más de tres horas. Domingo de Resurrección : Jesús Resucitado, procesionado por la hermandad de San Juan Evangelista.

FIESTAS POPULARES

Direcciones de Internet

video

Vídeo de Benamejí en Youtube


El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de la Enciclopedia Libre Universal, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.


Benamejí / Un lujo de plaza en Rincones de Córdoba con encanto [1]

Aunque perdiera en 1973 su palacio renacentista del siglo XVI, la plaza mayor de Benamejí –rectángulo perfecto por el que respira el cuadriculado plano callejero– es un acogedor salón al aire libre. Como recuerdo de aquel palacio, relegado en su última etapa a mercado y casa de vecinos, que fue víctima de la ruina progresiva, las casas consistoriales levantadas en 1980 sobre su solar incorporaron el escudo duplicado de los Bernuy a ambos lados del balcón principal y media docena de abombadas columnas de mármol rojo procedentes del bello patio claustrado; son las que se ven hoy flanqueando la puerta principal y en la torre del reloj.

Pero el edificio que da categoría monumental a la plaza es la iglesia parroquial, cuya advocación deducirá el viajero con solo fijarse en la imagen de piedra situada en la hornacina de la portada, una Inmaculada Concepción. Con la sobria fachada de piedra, que le proporciona cierto aspecto conventual, contrasta la barroca torre de ladrillo, que a la altura del campanario transforma su planta cuadrada en octogonal. La diferencia estilística que presentan fachada y torre se explica por la distancia temporal que las separa: la fachada ostenta el año 1670, mientras que la torre se levantó en 1767, un siglo más tarde. En el interior llaman la atención la original cúpula del crucero –sin parangón en la arquitectura barroca cordobesa, a juicio del profesor Rivas Carmona– y la suntuosa capilla octogonal del Sagrario.

La plaza de la Constitución, su nombre oficial, ha sido objeto de una agradecida reforma que reordenó su espacio, mejoró su calidad y le confirió una prestancia de la que antes carecía. Así, se sustituyó la extemporánea fuente de piedra artificial, inspirada en la granadina de los Leones, por una sólida fuente de granito rosa, amplio pilar circundado por surtidores que estrellan los arcos de agua contra la taza central, de la que brota un grueso penacho de agua. Cambió las modestas farolas, impropias de salón tan principal, por otras de fundición que sostienen dobles globos; como de hierro fundido son también los nuevos bancos que, en alternancia con jóvenes naranjos, festonean la plaza, y que al atardecer se pueblan de jubilados. Reemplazó el viejo pavimento por noble granito gris, cuadriculado por cenefas de menudo enchinado. Y decoró sus ángulos con ajardinados parterres.

Un lujo de plaza, donde al viajero le apetecerá sentarse para imaginarse el antiguo palacio, dialogar con la torre, observar las características ventanas salientes de la tangencial calle dedicada al juez José Marrón, o, simplemente, contemplar el ritmo de la vida cotidiana, regulado por dos relojes, el de la parroquia y el del ayuntamiento.

A dos pasos de la plaza, a través de la calle José Marrón, la antigua pesadilla de la Grieta –falla geológica que originaba corrimientos de tierra devoradores de casas– ha dado paso, tras la consolidación de la ladera, a un paseo mirador que en su disposición recuerda al Adarve prieguense. La gran balconada, frecuentada por los vecinos al atardecer, permite contemplar el valle del Genil, río que serpentea al pie de los montes forestales, uno de ellos malherido por las obras de la nueva carretera, junto al que blanquea, agazapada, la aldea de El Tejar.

A corta distancia de Benamejí, al término del tobogán de curvas de la antigua carretera de Málaga, el viajero puede apreciar un encanto renacentista, injustamente postergado desde que la vieja carretera de Málaga quedó jubilada con la apertura del nuevo y rectilíneo trazado: el monumental puente construido a mediados del siglo XVI sobre el Genil por el segundo Hernán Ruiz –el mismo arquitecto que diseñó la trama urbana–, con su soberbio arco central de medio punto flanqueado por otros dos menores, separados por tajamares semicilíndricos. Desde allí abajo se aprecia la silueta del pueblo, asomado al borde de la Grieta bajo la vigilancia de la torre parroquial, que apuñala el cielo con su afilado chapitel.

Referencia

  1. MÁRQUEZ, F.S.. Rincones de Córdoba con encanto. 2003. Diario Córdoba

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