Capilla Real de la Mezquita-Catedral

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Capilla Real
foto: Gustavo Thomas, en flickr
Localización Mezquita Catedral de Córdoba mapa
Cronología Siglo XIV
Tipología C
Estilo Mudéjar
Promotor/impulsor Alfonso X el Sabio
Catalogación Bien de Interés Cultural; Patrimonio de la Humanidad
Destacado Construida sobre un espacio califal, fue una capilla funeraria de Fernando IV y Alfonso XI, reyes de Castilla


Contigua a la Capilla Mayor de la Mezquita Catedral de Córdoba se levantó la Capilla Real, por deseo del rey "Alfonso X el Sabio", entre los años 1258 y 1260, con objeto de convertirse en una capilla funeraria, pero quedó sin concluir hasta el reinado de Enrique II, dándose por terminada en 1371.

La atribución de su construcción a los años inmediatamente posteriores a la conquista de Córdoba en tiempos de Alfonso X el Sabio no tiene constancia (se debe a una mala lectura de un texto del manuscrito 166 de la Biblioteca Catedralicia) y habría de ser olvidada, en opinión del insigne canónigo e historiador Don Manuel Nieto Cumplido. Según esta suposición la cúpula pudo estar inspirada en una de las tres que precedían al mihrab de la mezquita almohade de Sevilla; cosa no comprobable puesto que las tres desaparecieron a comienzos del siglo XV.

En opinión de Don Manuel Nieto Cumplido, canónigo archivero de la Catedral la historia de la Capilla Real está vinculada a al entierro de Fernando IV en 1312 y al traslado de los restos de Alfonso XI en 1371. Como el cadáver del primero se mantuvo en la cripta hasta su traslado a la Real Colegiata de San Hipólito en 1736, la construcción de esa sobria cripta pudo constituir en un principio el túmulo de Fernando IV fabricado a su muerte, mientras que los restos del segundo descansarían hasta la misma fecha en la ostentosa hornacina flanqueada por los escudos de León y Castilla, construída por Enrique II.

El altar para la celebración de misas estuvo colocado frente al sepulcro de Alfonso XI en el plano superior, del que dan cuenta los testimonios gráficos conservados. El acceso a la planta alta de esta capilla, desde siempre -dato importante para la historia de su construcción- se hacía por las dos puertas -hoy ventanas- de su costado occidental, a las que se llegaba desde el presbiterio de la capilla de Villaviciosa, desmontando a fines del siglo XIX. Perfecta muestra del arte mudéjar, está compuesta por un espacio rectangular cubierto por una bóveda de arcos entrecruzados con plementería de mocárabes. Los muros de los lados menores muestran arcos polilobulados, mientras que en los lados mayores hay tres arcos iguales que sirven de soporte a una rica decoración de yeserías que se extiende a todo lo largo del muro.

Recreación de la Capilla Real, estudio para restauración
Cubierta de la Capilla Real
MSegura76-3 flickr.com

Toda ésta decoración se relaciona con las obras llevadas a cabo en la época de Alfonso X. Las partes bajas del recinto se decoran con yeserías de motivos muy variados con clara influencia nazarí, y fueron realizadas en la época de Enrique II; los zócalos y el pavimento son también de la época del primer rey de la Casa de Trastámara. En el muro principal se conserva una imágen barroca del rey San Fernando.

Fernando IV murió en la ciudad de Jaén en 1312, a los 27 años, y aunque en sus últimas voluntades indicaba que deseaba ser enterrado junto a su padre Sancho IV en la Catedral de Toledo, o bien en la Catedral de Sevilla junto a su abuelo Alfonso X el Sabio y su bisabuelo el rey Fernando III el Santo, lo cierto es que se dispuso que su cadáver recibiera sepultura en la Mezquita Catedral de Córdoba. Ésto se hizo para evitar la total descomposición del cadáver durante el traslado, debido a las altas temperaturas, ya que el rey falleció en pleno verano. En 1350, mientras sitiaba Gibraltar y a causa de la peste, murió el rey Alfonso XI, a los 39 años y en un primer momento fue sepultado en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla junto a sus regios antepasados, pero en 1371 sus restos mortales fueron llevados a la Capilla Real de la Mezquita Catedral de Córdoba, siendo sepultado al lado de su padre, el rey Fernando IV "El Emplazado". En 1371 habían sido terminadas las obras de la Capilla Real de la Mezquita Catedral y allí permanecieron los restos de ambos monarcas durante varios siglos, depositados en ataúdes de madera. En 1570, durante una visita a la ciudad de Córdoba del rey Felipe II, los ataúdes fueron abiertos, y el rey pudo contemplar los restos de sus dos antepasados y predecesores en el trono de Castilla y León.

En 1729, después de muchas rogativas por parte de los Canónigos de la Real Colegiata de San Hipólito de la ciudad de Córdoba, Felipe V autorizó el traslado de los restos de los reyes sepultados en la Capilla Real de la Mezquita Catedral, Fernando IV "El Emplazado" y su hijo Alfonso XI "El Justiciero", a dicha Colegiata, y en 1729, un año después, se iniciaron las obras para la terminación de la Iglesia de la Colegiata, que estaba sin concluir, dándose por terminadas en el año 1736. En ese año, el día 8 de agosto, con todos los honores, fueron trasladados los restos mortales de los dos monarcas a la Real Colegiata de San Hipólito.

Bibliografía

  • VV.AA. Guía artística de la provincia de Córdoba. El Grupo Arca. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba. 1995.
  • Salcedo Hierro, Miguel. La Mezquita, Catedral de Córdoba. Publicaciones de la Obra Social y Cultural de Cajasur. Córdoba. 2000.

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