Judería

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Entrada a la Judería cordobesa por la puerta de la Luna, abierta en el lienzo de muralla en 1968.

La Judería cordobesa una zona de la collación de Santa María o barrio de la Catedral que fue, entre los siglos X y XIV, el barrio en el que vivían los judíos de la ciudad. Permanecía aislada con murallas y a su recinto se accedía a través de dos puertas: la llamada Puerta de la Judería, situada al inicio de la calle Manríquez, y el arquillo de Malburguete, que pudo estar en las cercanías de la calleja de San Bartolomé o próximo a la Puerta de Almodóvar. Tras el asalto que sufrió la Judería en 1391 desapareció como tal y su espacio fue remplazado por otro barrio, la collación de San Bartolomé. Desde entonces, algunos judíos siguieron morando en su antiguo barrio, otros, por el contrario, emigraron a distintas ciudades o se dispersaron por el resto de Córdoba, muchos de ellos convertidos ya al cristianismo. Desde 1994 forma parte de la zona designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Historia

El barrio de la Judería se separó del resto de la ciudad por un recinto amurallado que aislaba a sus habitantes, al tiempo que los protegía de las iras de los cristianos. Sabemos que una de las puertas de este recinto era la puerta de la Judería, ubicada frente a la Mezquita-Catedral, al inicio de la actual calle Judería. La segunda puerta sería el arquillo de Malburguete, en las proximidades de la calle Judíos, próximo a la Puerta de Almodóvar. Pero no todos los judíos habitaban en este barrio. Reducidos en un principio a este, muy pronto, a partir de 1260, algunos de ellos se instalan en zonas próximas y, posteriormente, en lugares comerciales dentro del barrio de San Salvador –donde se asienta hoy el Ayuntamiento-, y de San Andrés, junto a la Iglesia de San Nicolás de la Ajerquía -en la Ribera- e incluso al norte de la ciudad, en los alrededores de la Puerta de Osario, el Campo de la Merced y el barrio de Santa Marina, lo que muestra que se podían mover con facilidad por la ciudad. A lo largo de los siglos, los sefardíes también vivieron en otras zonas de la ciudad.

Alfonso X el Sabio autorizó en 1272 la ocupación de otros barrios de la ciudad por judíos, creándose la Judería en torno a la Mezquita que hoy conocemos. El corregidor Francisco Valdés trasladó en 1478 a los judíos hasta el barrio del Alcázar Viejo. Sin embargo, la comunidad judía reclamó ante el Rey y logró volver a su antiguo recinto un año más tarde. Junto a la puerta de Osario, llamada Bab al-Yahud (Puerta de los Judíos) antes de la conquista cristiana, se encuentra la iglesia de San Miguel, en cuyo interior se ha localizado una inscripción hebrea. La inscripción es un cipo funerario procedente de un cementerio judío, reutilizado en la construcción del templo, situado en el ábside central, el del presbiterio, en el lado del Evangelio. Pese a la dificultad de lectura por el deterioro de la pieza, según el experto Jordi Casanovas, la inscripción, de solo tres líneas, viene a decir: “Meir hijo de rabí G..... Descanse su alma en la vida eterna”.

De aquella Judería conservamos, aparte de sus calles principales, como la calle Judíos o Manríquez, una serie de callejas- barrera o sin salida que antaño conducían a las moradas de los judíos. Son la calleja del Escudo, que hoy da acceso al restaurante Casa Mazal; la de los Armenta, que deslinda el hotel NH por el norte; la que da acceso al Zoco municipal y, por último, la calleja del Arco. De cualquier forma, estas son una mínima parte de las que existieron hace siglos, y que no han llegado a nuestros días por diversos factores, entre ellos, indirectamente, por la Inquisición. Tras erigirse el Tribunal del Santo Oficio en Córdoba en 1482, fueron muchas las casas que se confiscaron a los conversos judaizantes, y en esta desgracia, otros tantos propietarios colindantes vieron la oportunidad de aumentar su patrimonio y crear grandes mayorazgos urbanos, agrupando las confiscadas a las viviendas que previamente tenían en aquel barrio. En otras ocasiones, fue el mismo fisco quien directamente había realizado la agrupación, incluyendo, en un solo lote a subastar, diversas casas distintas en origen. A título de ejemplo, Fray Hernán de Talavera, confesor de Isabel la Católica, era propietario de una gran casa palacio constituida por 5 casas independientes, que fueron arrebatadas a judeoconversos declarados herejes y quemados por la Inquisición. Pues bien, en aquel masivo proceso de agrupación que se lleva a cabo en la Córdoba de finales de 1400, quedaron soterradas y en manos privadas muchas callejas y plazuelas que un día sirvieron al vecindario. Entre las casas principales destacan las emblemáticas Casa de las Pavas, la de los Manríquez, la del marqués de la Motilla o la del Arcediano.[1]

Límites

El barrio de La Judería presenta desde el punto de vista urbanístico el típico trazado islámico con dos calles transversales centrales y un laberinto de pequeñas calzadas que acaban, a veces, en típicos callejones sin salida o adarves. Los límites de la judería actual van desde la Puerta de Almodóvar hasta la Mezquita-Catedral y la actual sede episcopal (antiguo alcázar andalusí), al sur. La calle Rey Heredia marcaba la frontera del barrio por el este, lindando con la muralla por el oeste. Coinciden estos límites, por tanto, a grandes trazos con las calles Judíos, Albucasis, Manríquez, Averroes, Judería, Almanzor, Tomás Conde, Deanes, Romero y las plazas del Cardenal Salazar, Judá Leví y Maimónides.

Lugares de interés

Red de Juderías

Desde el año 2008 pertenece a la Red de Juderías de España, organización que ha creado una señalización peatonal común para todas las ciudades hermanadas con el objetivo de que el viajero pueda reconocerlas: los Caminos Sefarad. Se trata de una placa de bronce de 13 x 13 cm. El diseño representa el perfil de la península Ibérica formado por las cuatro letras del alfabeto hebreo presentes en el vocablo "Sefarad" (sámej, pe, resh y dalet).

Galería


Localización

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Referencias

  • No es Judería todo lo que reluce, por Manuel Ramos Gil, en el Diario Córdoba, 4 de diciembre de 2017.
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