Manuel García Bejarano

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Manuel García Bejarano
Manuel García Bejarano


Nace en el 8 de septiembre de 1887 en Rociana del Condado provincia de Huelva. Su afición por los toros le impulsó a venir a Córdoba a los quince años donde se afianzó en la misma.

En 1910 empezó a participar en capeas y tentaderos, en 1915 consiguió actuar como novillero en treinta y nueve corridas; en 1916 participó en veinte novilladas; en 1917 fueron veintidós y en 1918 llegó hasta veintitrés, despidiéndose este año de los ruedos. No llegó a tomar la alternativa siendo, su última novillada en Barcelona el 7 de octubre de 1918, donde alterno con los compañeros Francisco Gutiérrez "Serranito de Córdoba" y el mexicano Luis Freg. Toreo en muchas plaza españolas, especialmente en Andalucía.

Entre las corridas lidiadas, destaca la del 25 de julio de 1915 en los Tejares, con novillos de Francisco Paéz actuando con “Rosalito de Sevilla” y “Alvarito de Córdoba”. En su primer toro dio la vuelta al ruedo tras una valiente faena. Su segundo “novillo” de 575 kilos, tenía dos pitones impresionantes que lo brindó a “Manolete”(padre), jugándose el tipo ante dicha mole.

Fue un novillero muy castigado por los toros, rara era la corrida que no tenía algún percance; su toreo no era de gran calidad, pero estoqueaba bien, tenía valentía y gran pundonor. Como persona, tuvo la estimación general, por su bondad, laboriosidad, honradez y hombría de bien. Manuel García Bejarano siempre se consideró cordobés, aunque no fuera de nacimiento. Gran aficionado a las peleas de gallos así como criador de ellos y mejor apostador. Llegó a ser el decano de los toreros españoles, circunstancia que le permitió a su muerte -ocurrida el 3 de julio de 1988- el ser nombrado en numerosos periódicos, revistas y radios de España y América.

Testimonios

  • Se exponen los siguientes comentarios realizados por Rafael García Bejarano a la revista Córdoba en Mayo 1987 el año anterior a su muerte.


-Un buen día se me montó en la cabeza dejar mi pueblo y venirme a Córdoba, pues por aquellos años su fama torera era indiscutible, por esta razón nadie dudaba que era la cuna de grandes maestros. Desde luego los cordobeses se han portado siempre muy bien conmigo ¿Usted sabe una cosa?. Qué yo soy más cordobés que muchos…¡Llevo nada menos que ochenta y tantos años aquí!. Mi mayor satisfacción en la vida ha sido la acogida que siempre me han dispensado los cordobeses, aunque repito que soy tan cordobés como el que más.
-Para mí lo mejores toreos de mi época fueron Joselito “El Gallo” y Juan Belmonte, sin olvidar a Manolete que era amigo mío, pues cuando empezó lo defendí frente a aquellos que lo veían como a un torero “torpón pero valiente”. Yo sabía que era un “monstruo”.
-Toreé con compañeros cordobeses como:Alvarito de Córdoba, José Flores González "Camará",Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" (Padre), Francisco Molina Martínez "El Frasqui" o "Lagartijillo", Francisco Gutiérrez "Serranito de Córdoba" y Antonio Torres Figueroa "Toreri" . Muchos de ellos lucharon como yo por la “gloria” y no llegaron.
-Me reconozco, que como torero no era gran cosa, pero fui valiente, la prueba son las “cornas” que llevo encima, lo que mejor que se me daba era espada. ¡A mí no me echaban nada más que toros grandes….! Gané poco dinero en este oficio, era muy difícil hacer capital, entre pagar las cuadrillas y otros gastos, a mí me quedaba casi igual que a un subalterno. Por el contrario recibí mucha leña. El motivo de mi retirada fue el casamiento con una cordobesa.

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