Pedro Fernández de Córdoba y Solier
Obispo de Córdoba entre 1464 y 1476 cuando muere, fue el último obispo elegido por el Cabildo.
Arcediano de Castro, bendijo la Iglesia de Nuestra Señora de la Fuensanta. Fue obligado por Alonso de Aguilar a exiliarse durante la guerra civil de la ciudad, consiguiendo este quemar el Palacio Episcopal. Hermano de los comendadores muertos por su primero, Fernando Alfonso de Córdoba.
Sus restos se conservaban en el Monasterio de San Jerónimo. Su lápida, ya no existente, rezaba D. O. M. ¡Ecce hospes! fueram qui nobilitatis origo Hoc humil i Petrus nunc premor in tumulo. Corduba cognomen, patriam, sedemque peramplam Mi dedit, ac sedes vitaque bulla fuit. Quod nunc es fuimus, quod nunc sumus ipse futurus Quam cito preatereat nostra figura, vides. Obiit anno domini 1476.[1]
Predecesor: Don Fray Gonzalo de Yllescas |
Obispo de Córdoba 1464-1476 |
Sucesor: Don fray Alonso de Burgos |
Referencias
- ↑ RAMÍREZ DE ARELLANO, TEODOMIRO. Paseos por Córdoba.Sitios más notables del término
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