Séneca el Viejo

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'Marco Anneo Séneca'
conocido como Séneca el Viejo o el Mayor

Procurador Romano

Nacimiento: 54 a.C.
Córdoba
Fallecimiento: 39 d.C
Italia
Actividad: Retórico, crítico literario y escritor
Destacado: Padre de Lucio Anneo Séneca y Junio Galión; abuelo de Lucano

Marco Anneo Séneca, ilustre ciudadano romano del orden de los equites nacido en Colonia Patricia Corduba el 54 a.C y fallecido el 39 d.C. Fue el primero de la dinastía de los Séneca: padre de Lucio Anneo y Junio Galión, y abuelo de Lucano. Seneca el Viejo fue procurador imperial, además de retórico, crítico literario e historiador.

Sobre su praenomen, se tienen dudas; aunque generalmente se acepta que fue Marco, también se apunta que fuera Lucio. Pese a ello, se le conoce como Séneca el Viejo, Séneca el Mayor o Séneca padre. Hubo una época en que se le llamó Séneca el rétor pero este apelativo está hoy en desuso porque se sabe que, aunque su única obra conservada trata de retórica, no fue un rétor ni posiblemente un abogado.


Biografía

Séneca el Viejo nació en Córdoba 54 aC, en el seno acaudalada y distinguida familia ecuestre, ya asentada en Corduba desde época republicana. Dedicó su vida al estudio de la declamación y a la administración de sus bienes.

De la vida de Séneca el Viejo se tiene escasa información. No se ha conservado, la biografía que hizo Séneca el filósofo sobre su padre, De uita patris. Sólo se conserva hoy un fragmento que apenas aporta datos, por lo que la mayor parte de lo que sabemos de él obedece a conjeturas

Por su edad, según cuenta el propio Séneca, pudo estar presente en Roma, escuchando a Cicerón cuando declamaba en su atrio ante Hircio y Pansa. Séneca no pudo viajar entonces a Roma porque las guerras civiles lo mantuvieron recluido en su Córdoba natal. Gracias a este dato podemos situar su fecha de nacimiento entre el 58 y el 55 a.C.

Siguió las lecciones del gramático en Córdoba, en una escuela que contaba con más de doscientos alumnos; allí tuvo como compañero a Marco Porcio Latrón, quien en el futuro llegaría a ser su mejor amigo y el más dotado representante de la retórica romana de su época. Deciden marchar a Roma para completar su formación. Llega el año 42 a.C., casi con toda seguridad acompañado de su amigo Latrón.

Nunca perdió el contacto con la evolución cultural de la Urbe en estos años, aunque no permaneció en Roma toda su vida; lo único que podemos asegurar es que reparte su tiempo entre Córdoba y Roma, pues sabemos que hace viajes más o menos prolongados a su ciudad natal por asuntos familiares o de administración de sus bienes.

En torno al 15 a.C. volvió a Corduba. Posiblemente para administrar su hacienda privada e incluso la pública ya que en esta época Augusto reparte los cargos de procuradores entre las familias más influyentes de la Bética y, por su puesto, la de los Anneos estaba entre los primeros lugares. Este retorno debió de durar aproximadamente diez años, durante los cuales Séneca se casa con Helvia, procedente de una familia cordobesa antigua y de costumbres austeras, una esposa culta y con afición por los estudios liberales. De este matrimonio nacieron tres hijos: Novato (Lucio Anneo Novato, llamado Junio Galión tras ser adoptado por un amigo de su padre), Séneca (Lucio Anneo Séneca) y Mela (Marco Anneo Mela), éste último padre del genial poeta épico Lucano. Supo instalar en la excelencia cultural y en los ámbitos más influyentes de la política a sus tres hijos.

Séneca vuelve a Roma probablemente hacia el año I de nuestra era, pues sabemos que llega a tiempo de escuchar a Polión, que muere en el 5 d.C.

A partir de este momento sólo abandona Roma para hacer viajes de corta duración y durante uno de ellos le sorprende la muerte. Este hecho pudo ocurrir casi con toda certeza el año 38 ó 39 d.C.


Obra

La única obra conservada de Séneca el Viejo tiene por título Oratorum et rhetorum sententiae, divisiones, colores (Sentencias, divisiones y colores de rétores y oradores). La compuso en su vejez y la dedicó a sus hijos. La obra consta de diez libros de controversias y uno de suasorias. Van encabezadas por un prólogo ameno en que describe con detalles vivos el ambiente retórico de la época y la semblanza de los personajes intelectuales más importantes del momento, algunos amigos suyos y cordobeses como él.

Las controversias tratan setenta y cuatro temas susceptibles de ser debatidos desde ópticas diferentes. Por ello primero se presentan las sentencias, en que los rétores exponían el pro y el contra de cada caso. Después se expone la estructura que va a seguir el discurso, atendiendo a las diferentes quaestiones que presente. Por último la tercera parte la constituye el llamado “color”, entendido como el tono general del estilo: los rétores hacen gala de su ingenio al intentar presentar el caso desde la perspectiva más conveniente a sus intereses.

Las suasorias son ejercicios más sencillos en que se pretende influir en la decisión del receptor mediante la exposición razonada e ingeniosa de los argumentos más convincentes.

También escribió una Historia de Roma que debía de tratar el periodo entre las guerras civiles y la muerte de Tiberio, una obra que, desgraciadamente, hoy no se conserva.


Nota

Autor del artículo original: Alberto Monterroso

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