Procesión del Santo Entierro y desfile de la cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores

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El Santo Entierro

El Cristo Yacente está integrado en la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno desde tiempo inmemorial como lo atestigua la documentación existente.

La imagen del Cristo Yacente se trata de una talla policromada con brazos articulados para permitir la representación de la Pasión de Jesús.

Es de la escuela granadina, fechada a finales del siglo XVI – principios del XVII; ha sido muy retocada ya que fue una imagen empleada anteriormente en el Descendimiento que se representaba en la Parroquia, conocido en Iznájar como "Las Tinieblas".

La imagen ha sido restaurada en 2.003 en el taller de D. Domingo Campillos, en Granada.

La urna sepulcral que alberga a la imagen del Cristo Yacente es de estructura simple y ornamentación sencilla. La tapa es a cuatro aguas con volutas talladas en las intersecciones de cada plano y en la bisectriz de los dos mayores; y coronada con una cruz en el centro

El Santo Entierro va acompañado de 4 sayones que se sitúan a los laterales del trono, los Apóstoles dispuestos detrás de la urna llevando calavera, credo y rosario alrededor de una cruz. Durante la Estación de Penitencia, el Cristo es acompañado por la Virgen de los Dolores y su Cofradía, las autoridades y banda de música “La Lira”.

Los nazarenos delante con túnica y capa morada y cíngulo dorado, los judíos que se recriminan mutuamente la muerte de Jesús a la voz de “Tu, Tu, Yo, Yo no atrás quea” y banda tambores y cornetas Los Romanos.

Completa este desfile procesional las representaciones de las demás Hermandades y Cofradías con sus banderas, estandartes e insignias que con lazo negro y en señal de luto, no se llevan en alto sino arrastrados por el suelo.

El recorrido trascurre por las calles: Villa, Julio Burell, Obispo Rosales, 9 de Junio de 1910, Antigua, Paseo de la Constitución, Ricardo Pavón, Puerta de la Muela, Real, Cristóbal de Castro y Villa

Virgen de los Dolores

La Virgen de los Dolores', que acompaña a la Imagen del Santo Sepulcro es una talla de vestir, de tamaño natural; algunos autores señalan que es obra granadina del año 1790. Es una talla de madera de tipo candelero. La Dolorosa destaca por su rostro ovalado y sereno. Viste saya blanca, manto de terciopelo negro bordado en oro, toca dorada y resplandor plateado, siendo igualmente plateado el corazón que luce sobre su pecho. En la mano derecha porta pañuelo blanco y un ramito de violetas y en su mano izquierda sostiene un rosario. La Imagen fue restaurada de cara y manos en Granada en los años 80, en la actualidad existe un proyecto para volver a restaurarla en el taller del restaurador egabrense Don Salvador Guzmán.

La Virgen de los Dolores es una advocación mariana en alusión a los sufrimientos padecidos por María como consecuencia del tormento, vía crucis, crucifixión, agonía y muerte de su hijo, Jesús. Su pecho está atravesado por siete puñales, como decía la Profecía de Simeón: “Tu misma alma quedará atravesada por una espada”. Los puñales simbolizan los dolores padecidos por la Madre de Dios que figuran en la liturgia romana: La Profecía de Simeón, la huida a Egipto, Jesús perdido a los doce años, encuentro de María y Jesús en el Calvario, la Crucifixión, el Descendimiento de la Cruz y la Sepultura de Jesús.

Esta imagen es procesionada por la Cofradía que lleva su nombre y de la que no se tienen datos exactos sobre la fecha de su constitución. Según hemos podido averiguar, preguntando a varias personas del pueblo, la Cofradía ya estaba fundada en las últimas décadas del siglo XIX, pero nada de esto consta en los Archivos Parroquiales, aunque se sospecha que la fecha de fundación sea bastante anterior, ya que hay fuentes que citan que durante los siglos XVII Y XVIII.

En la historia reciente de la Cofradía hay que señalar una fecha fundamental; 27 de Marzo de 1975, Viernes Santo, momento en el que se impulsa de nuevo la Cofradía que había permanecido varios años sin procesionar, debido a motivos organizativos. Hasta esta fecha la Cofradía la integraban exclusivamente hombres; a partir de ese día entran en escena las mujeres del pueblo, quienes deciden armarse de valor e iniciar de nuevo su salida procesional. Desde ese momento integran la Cofradía tanto hombres como mujeres, siendo estas últimas mayoría.

Que se sepa, la indumentaria siempre ha sido la misma, a saber, túnica negra, cíngulo negro, capa blanca de raso, capirote blanco en raso y corazón dorado, que representa los siete dolores de la Virgen, en su mano los Cofrades portan una vela. Cuando las mujeres se incorporan a la Cofradía, visten de riguroso negro con el mencionado corazón dorado y fue a finales de los 80 cuando estas empezaron a vestir también la indumentaria, si bien, aún en la actualidad muchas Cofrades siguen con el atuendo enlutado.

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