Repertorio de chascarrillos, ripios, acertijos, coplillas y dichos (años 1920-1980)
Este repertorio ha sido elaborado por Alfonso Gómez López sobre chascarrillos, ripios, acertijos, coplillas y dichos, entre otras, que conoció en sus años de juventud y aventuras, pasados en Cádiz, Granada, Madrid y Córdoba, y que algunas de ellas se encuentran recogidas en sus libros sobre Córdoba (La Córdoba golfa, La Córdoba golfa 2. Entre pitones y balones o Gente de mi pueblo. Constituyen parte de la memoria popular situada entre los años 1920 y 1980, especialmente y como indica el autor en su prólogo, son manifestaciones de un pasado reciente en el que los humanos tenían otros hábitos y formas de entender la vida y representan una forma aguda, ingeniosa y chispeante de decir las cosas.
Chabacanas, groseras y cuanto menos verduleras, arrancan una sonrisa al ser leídas gracias a la memoria del autor que ha logrado retener gran parte de ellas y que constityen un conjunto de conocimiento popular especialmente la Córdoba de los años 50, 60 y 70.
Repertorio de chascarrillos, ripios, acertijos, coplillas y dichos Recopilados y transcritos por Alfonso Gómez López
Contenido
PrólogoEste batiburrillo indecoroso de chascarrillos, ripios, acertijos, coplillas y dichos ordinarios, procaces, groseros, obscenos, chabacanos y horteras (se pueden añadir todos los calificativos que se deseen) que el curioso internauta se encontrara en este blog, responden a una realidad muy diferente de la actual, son manifestaciones de un pasado reciente en el que los humanos tenían otros hábitos y formas de entender la vida y representan una forma aguda, ingeniosa y chispeante de decir las cosas. Esta otra forma de cultura- la cultura popular- constituye una manifestación de un sector de la sociedad, por lo general, con poca instrucción académica pero cargado de recámara y suele responder a una forma de ser más retorcida, socarrona y cazurra. La cultura popular es una muestra del ingenio, chispa, agudeza y gracejo de la llamada plebe de forma peyorativa y en abierta oposición con esa otra cultura más elitista y selecta de las clases más doctas y cultas. Las letras de esas coplillas, ripios o dichos son hijos de un ayer cada vez más lejano y se han conservado en el magín del autor del blog que aún mantiene una envidiable buena memoria; la gran mayoría le llegaron por tradición oral y ante el temor cierto a que se olviden definitivamente, ha decidido llevar a cabo esta recopilación. El que su recuerdo perdure en el tiempo y no muera, ha sido el único motivo de confeccionar este blog.
Vaya por delante que aunque de carácter festivo, nunca me sentí especialmente atraído por las fiestas de Carnaval y su ambiente. Sin embargo, a finales de los años sesenta del pasado siglo, frecuenté durante algún tiempo en horas de la noche y la madrugada, una recordada taberna del Realejo en Córdoba, solía ir acompañado por buenos amigos con los que aún, hoy día, coincido alguna vez, allí nos tomábamos unas botellitas y nos juntábamos con flamencos habituales de la casa. Un día o dos a la semana llegaban una charpa de amigos, todos de cincuenta o más años, muy aficionados a las fiestas carnavaleras y les oíamos entonar coplillas festivas del pasado, cuyas letrillas picaronas nos resultaban muy divertidas y ocurrentes. Traían disfraces, pitos y hasta un bombo y era una gozada verlos disfrutar entonando cuples o chirigotas. Éramos espectadores hasta que nos calentábamos y nos integrábamos con ellos; entonces cantábamos y bailábamos como uno más del conjunto. Uno de los nuestros algo mayor se sabía muy bien esas letras y cuando se tomaba dos medios, las cantaba con soltura, gracia y ritmo.
La Murga RegaeraFue, entre ellos, cuando por primera vez oí hablar de las murgas y chirigotas de antaño. Al parecer, en los años veinte y treinta, cuando llegaba el verano, aparecían por Córdoba grupos chirigoteros que actuaban al anochecer y de madrugada en la plaza de toros o en tabernas y tablaos flamencos como las famosas ventas de Eritaña y Vargas en el Brillante o la taberna del Calañés, en el Paseo de la Victoria, entre la puerta de Gallegos y Ronda de los Tejares. Ellos hablaban con naturalidad y recordando vivencias y anécdotas de aquellas agrupaciones carnavalescas y entre otras, yo recuerdo nombres que he retenido con el paso de los años, como “El tío de la Tiza” o “La murga Regaera” que era de Sevilla y frecuentaba Córdoba en determinadas fechas en cada verano y en su repertorio incluían las letras de sus chirigotas con otras ex-profeso que parecen hechas para nuestra ciudad. No se si habrá en la actualidad muchas personas en Córdoba que puedan reproducir esas coplillas, pues además de buena memoria se necesita haber pasado ya por el lomo un considerable numero de tacos de almanaque, como es mi caso. Me inclino a que la autoría de las letrillas que, a continuación, voy a reproducir eran de la “La murga Regaera” pero de eso no estoy seguro, tampoco tengo certeza de los títulos y es posible, incluso, de que la memoria me haya jugado alguna mala pasada en las letras, pero es un riesgo que asumo y ahí van algunas de ellas.
Las dos que vienen a continuación, por su temática cordobesa, si parecen compuestas para ser cantadas en nuestra ciudad; en la primera sale a colación el caimán de la Fuensanta y en la segunda la mejor pescadería de Córdoba en aquellos años, según tengo entendido. LA PORTERA DE MI CASA
Todas estas chirigotas las cantaban este grupo de amigos con sus pitos en una formación más o menos seria, luego llegaría el estribillo que era común para todas y en el que gesticulaban y se movía cada uno a su aire. El estribillo decía algo así:
Durante el servicio militar viví cuatro meses en Cádiz, concretamente, entre los meses de diciembre y marzo. Mi destino era la Farmacia Militar que tenía su sede dentro del Hospital Militar, en pleno corazón del barrio de la Viña y a diez metros del Teatro Falla. En esas condiciones había que meterse en el Carnaval y, naturalmente, yo me metí. De Córdoba llegaba anualmente a la Tacita de plata una agrupación carnavalesca que la dirigía Rafael Castro –el compositor del emblemático “Soy cordobés”- y aquel año ese grupo se denominaba Los de Sierra Morena, recuerdo que su pasodoble dedicado a la reina infantil de las fiestas, empezaba, más o menos, así:
También el grupo cordobés cantaba chirigotas como estas: EL TERREMOTO
Otra decía así: EL DEL BOMBO
Los de Sierra Morena salían al escenario disfrazados de bandoleros y armados de trabucos, su estribillo decía como sigue:
De aquellos años fueron, también, los Beatles de Cádiz, otra agrupación de mucho éxito y muy larga melena, que llegó a semi-profesionalizarse actuando en el Teatro Chino de Manolita Chen con sus galas orientales. Entre sus actuaciones más lucidas, esta que decía:
El estribillo decía:
LOS CANALES DE LA TELE
La disminución de los nacimientos no es cosa de ahora. Ya en los años 60 y 70 del pasado siglo era una cuestión que empezaba a preocupar, ello se refleja en esta chirigota de aquellos años.
ENCHUFA EL ASKAR
Y la chirigota del Moraco Barba Azul, era un “puntazo” y un año hasta ganó un premio:
Desde luego al moraco, aunque no hablase en “cristiano”, se le entendía todo. También “los Cantinflas” hacían chirigotas hasta del día de la boda del director.
Va de ripiosPara empezar este versillo que oí repetir a un hombre de mucho talento natural y poca formación escolar, sabía poco más de leer y escribir y las cuatro reglas, sin embargo era un manantial de sabiduría. Tenía mucha gramática parda, que se decía entonces. Entre otros y refiriéndose a la mujer, solía aclarar:
También este otro Lorquiano, algo más conocido, que dice así:
O aquel que mezclaba meros con madroños y estropajos.
Esta composición va de bueyes, estacas y vacas.
Y aquí el ripio más adecuado para felicitar a la novia en el santo.
Y este va de dolores insoportables:
ChascarrillosEstas perlas escolares son reales y allá en mi época de bachillerato se comentaban estas ocurrencias de forma divertida. Y es que en aquellos años los muchachos aunque no tenían móviles ni ordenadores si que, obligatoriamente, daban un curso de latín. ¿Y para que sirve el estudio del latín? Se puede preguntar alguno. Contestaré de la misma manera que un profesor de humanidades, le respondió a un político nacido en Cabra y que le hizo esa misma pregunta: "Mire, el estudio latín sirve para que cuando a usted le pregunten por su lugar de nacimiento, pueda decir que es egabrense. De otra manera, tendría que decir que es un cabrón. AVE, CAESAR MORITURUS TE SALUTAM, se tradujo como “las aves de Cesar murieron por falta de salud”. La frase CAESAR VINCIT POMPEIUM IN PONTE HOSTIAE fue traducida como “Cesar le dio una hostia a Pompeyo y lo echó por el puente”. MATER TUA MALA BURRA EST se tradujo como “Tu madre es una mala burra” Y estas dos aunque no tengan relación con el latín, son muy buenas. ¿QUE ES LA HIPOTENUSA? Lo que esta entre dos paletos.. En un examen, pregunta el profesor de religión:
Coplillas. La tuna y sus pasacallesYo estuve en la tuna del Colegio Mayor Isabel la Católica de Granada y, naturalmente, a altas horas de la madrugada, aquella estudiantina desvariaba y ahí va una muestra. En esta adaptación no eran, precisamente, las cintas de la capa lo que se enredaba en el viento. La letra venía a decir así:
Otra que salía a relucir a aquellas horas de la madrugada, solía ser una adaptación cachondona de la popular “Clavelitos”. Ahí van 'LOS SUSPENSITOS'
'ME ASOMÉ A LA REJA'
Se acuerdan de aquella película titulada “Historias de la puta mili” protagonizada por el genial Juan Echanove, pues ahí van algunas coplillas de la mili. Es posible que alguno que peine canas las recuerde y hasta se ponga un pelín nostálgico.
Y ahora los de automovilismo:
Otras del mismo estilo que se cantaban en Cerro Muriano por los veteranos:
Más de Cerro Muriano:
Sería imperdonable olvidar a aquel recluta pelotillero, además de desmañado y cerril, que dándole la coba a su superior, se dirigía a él así:
Más coplillasTodas las navidades surgían nuevos villancicos que, con su música tradicional, introducían letrillas más o menos ingeniosas sobre sucesos de actualidad u otras que se repetían año tras año, mensajes vulgares y reiterativos y ordinarios y para algunas personas, hasta irreverentes. De los primeros se podría resaltar, aquel que se cantó la navidad del año en que aparecieron los Biscuter. Unos coches que por su tamaño y prestaciones, podrían equipararse a los coches de juguete que utilizan nuestros nietos hoy día.
También el que se cantaba cuando se hicieron las primeras casas del Sector Sur.
Hubo un tiempo, allá por los años 60, en que la que TV española, entonces la única, nos bombardeaba a todas horas con series americanas de detectives y policías, entre ellas una muy popular se llamaba “Eliot Ness y sus intocables”; simultáneamente también se emitió otra en la que el protagonista era “El Fugitivo” que perseguía incansablemente al “Manco” Como quiera que por aquel tiempo el matador de toros Manuel Benitez “El Cordobés” tuvo una lesión en la clavícula que le dificultaba para matar los toros, teniendo que operarse al finalizar aquella temporada y llevar durante algún tiempo el brazo en cabestrillo, se improvisó el siguiente villancico:
Otro que enlaza con el momento aquel es el que se improvisó al aparecer las primeras lavadoras y desecharse por innecesarios los cuartos de pila y el jabón verde. Las primeras coladas se hacían con un detergente que se llamaba OMO y la letra del villancico decía así:
Y ahora le toca el turno a los villancicos ordinarios y vulgares. Eran villancicos en los que prevalecía un lenguaje zafio, grosero y chabacano y cuyo protagonismo, recaía, casi exclusivamente en San José. Son villancicos que al repetirse machaconamente, año tras año, debo de introducirlos en esta miscelánea.
Coplillas del Córdoba Club de FútbolEl fútbol local, concretamente el Córdoba Club de Fútbol, también dio motivo para coplillas, ripios y dichos más o menos jocosos, con los que el aficionado se desahogaba en las malas rachas del equipo que solían ser bastantes y duraderas. Aunque también en la temporada 1961-62 con motivo del ascenso a la primera división se compuso un himno que reproduciré al final de este bloque. Este horrible coplilla se debió improvisar hacia la temporada 1958-59 en la que nuestro club, tuvo hasta tres entrenadores. Decía así:
A esa época debió corresponder esta letrilla a la que se le incorporaban diferentes soniquetes.
La temporada 1959-60 el Córdoba estuvo a punto de conseguir el ascenso a la primera división, una frustrante derrota en San Fernando en el último partido de liga dio el ascenso al Real Mallorca. A la mañana siguiente al partido, los viandantes que en las primeras horas atravesaban los jardines de la Victoria, tuvieron ocasión de ser testigos de una macabra “broma”. Un gato traspasado por un puñal, aparecía clavado en el tronco de una palmera y debajo en una tablilla, podía leerse:
Y la temporada 1961-1962 se consiguió subir a primera división. La alegría de aquel éxito se extendió por toda la ciudad y con tal motivo se compuso el himno del ascenso, cuya letra dice así:
Y otro versillo futbolero, en este caso betico.
DichosHabía muchos dichos, algunos sentenciosos, otros proverbiales o paremiológicos, pero todos tenían un punto de causticidad. Eran dichos mordaces, incisivos, punzantes y por regla general malévolos. También, en su gran mayoría, procaces, lenguaraces y hasta malhablados. Pero hay que traerlos a colación, era lo que había. Así se le solía decir al novio al contraer matrimonio: CUÍDATE MUCHO EL CIRIO QUE LA PROCESIÓN ES LARGA. También el refranero se parafraseaba o remedaba, buscándole al adagio un significado o contenido chusco o jocoso que nada tenía que ver con el mensaje real del refrán. Ahí van algunos de los que recuerdo:
Y por último, dichos pegosos de nenes de doce o trece años.
AcertijosLos acertijos también ocupaban su lugar en aquella España tan diferente a la actual. Era frecuente jugar a las adivinanzas para dar con la solución utilizando vías indirectas o enigmáticas. Eran pasatiempos o entretenimientos para pasar el rato. Pero en numerosas ocasiones constituían verdaderos rompecabezas. Estos acertijos de doble lectura encubrían muchas veces un lenguaje picante y de una tonalidad un pelín verde. Ahí van algunos:
Ripios TabernariosEl vino, las tabernas y los taberneros, eran terreno abonado para improvisar ripios como los que aquí se reproducen.
Este otro se lee en muchos azulejos que decoran los patios de las tabernas.
También el verso de Baltasar de Gracián, el cual se solía cerrar con un sonoro “coño” que, desde luego, no era cosa del poeta.
Más coplillas de viejas y viejos.....Las viejas y viejos salían a relucir en aquellas coplillas chuscas cada dos por tres y ahí van algunos ejemplos.
O estas otras en las que el protagonismo recaía exclusivamente en las viejas.
Y ahora coplillas dedicadas a la mujerEstas coplillas se repetían junto a otras similares todas las ferias en el Teatro Chino de Manolita Chen que alardeaba de espectaculares mujeres traídas de Asia a las que bautizaba como sus galas orientales y aunque los maquillajes y los sistemas luminotécnicos, junto a la oscuridad del escenario, pretendieran hacerlas pasar por chinitas de Pekin, eran mozuelas de Osuna, Alcázar de San Juan o Ciudad Rodrigo a las que se les daban cuatro nociones elementales de baile y ligeritas de ropa con las ingles más o menos depiladas, se sacaban al escenario y mientras ellas lucían palmito, un gañan de las Alpujarras o de la Maragatería, canturreaba así:
Otra retahila de acertijos
Coplillas antifranquistas y de la transición
También se decía:
Y en la transición se puso de moda este fandanguillo:
Aunque había quien el verbo del último verso, lo ponía en tercera persona. Y el final del fandanguillo, quedaba así:
Ahora voy a dejar patente la recamara y agudeza de Camilo José Cela que en la primera cámara democrática, fue nominado senador por designación real. Al parecer, en una tediosa reunión de una comisión se encontraba con los ojos cerrados, cuando se le acercó un joven senador socialista, para importunarle:
La gracia y el desparpajo de Cela quedaron patentes.
Dichos y coplillas de la radioAl igual que la TV hoy día, entonces las emisoras de radio nos bombardeaban a todas horas con publicidad, voy a reproducir, a continuación, algunas cuñas publicitarias que machaconamente se repetían a diario en nuestras emisora. Anuncios de cafés y cacaos:
Radio Sevilla, repetía a cualquier hora:
Y la cantinelas cafeteras de radio Córdoba, no se quedaban atrás.
Anuncios de alcoholes, también, se pregonaban en las ondas cada dos por tres. Así Radio Córdoba, repetía insistentemente:
Productos de farmacia, contra el dolor como la tableta Okal o el Calmante Vitaminado, tenían sus propias coplillas con las que bombardeaban al oyente.
Y hasta los dentífricos, empezaban a anunciarse en la radio.
Las cuchillas de afeitar estaban en abierta competencia y las hojas Iberia y Palmera, rivalizaban diariamente a cualquier hora, años después llegaría Filomatic.
Y las incipientes marcas de televisores, echaron, desde el principio, el resto en los temas publicitario. Me referiré a un aparato de TV que se anunciaba así:
Y naturalmente, se le sacó el chiste:
Y una nueva tanda de dichos
Para cuando una persona mete la pata o se equivoca, si existe animo de justificarla o respaldarla, quitándole hierro a su error, se puede usar este dicho antiguo:
En los se solía decir:
Un ripio de chicarrones navarros.
Y ahora le toca el turno a la Tabacalera. Al cura de Montoro le iba lo de gorronear el tabaco. Tampoco aquella madre era demasiado rumbosa, no se conmovía ni con la coplilla de su hijo que en actitud suplicante y con el brazo extendido le imploraba una propinilla para costear el vicio.
Y para terminar les diré algo para que lo sepan:
Más coplillas
Era un poco más larga, pero no recuerdo el final. LA CANCIÓN DE MICAELA
También esta era algo más larga, el doctor no se conformaba, pero esto es lo que recuerdo de la Micaela. Dichos de jovenzuelos bordes y niñatas pijas de los años 60 en MadridLa pijeria se concentraba alrededor del barrio de Salamanca y junto a la calle Serrano se llevaba la palma la de Don Ramón de la Cruz. En las cafeterías de la zona se congregaban jovenzuelos bordes, melenudos y mal encarados junto a niñatas pijas y minifalderas que cada dos por tres de forma displicente, pero estudiada, cruzaban las piernas para enseñar las bragas y calentar al personal. La calle de Don Ramón de la Cruz, por poner un ejemplo, en el lenguaje cursilón y amanerado de aquella panda de desocupados era conocida por MONCHI STREET. Aquellas lumbreras cuando querían fuego para encender un cigarrillo, se dirigían con los ojos semicerrados y cara de aburrimiento a su compañero de velador y le soltaban la imbecilidad que, literalmente, transcribo: INCINERAME ESTE MALIGNO CILINDRIN CON PROPAGANDA DE BELCEBÚ. Había que ser jilipollas, para soltar una memez de ese calibre y quedarse tan fresco. Para aquellas criaturitas, algo tan normal como un vaso de leche era UN ZUMO DE VACA. Se contaba como una gracia de aquellos besugos que dos amiguitos que, al parecer eran un poco ambiguos fueron a probar un deportivo a la cuesta de la Perdiz y en ese paseo comenzó a llover. Entonces el copiloto se dirigió al conductor que se llamaba Lalo y le dijo:
Se puso de moda, por aquellos años, una coplilla dedicada a esos niñatos que venía a decir así:
Y ahora, unas coplillas muy cachondas- Estas coplillas tuvieron mucho éxito en su momento y todas tenían su moraleja; ahí van tres que recuerdo:
Otra en la que el repaso se le daba a la máxima autoridad eclesiástica, decía así:
Esta no tenía desperdicio y era mucho más larga. Iba de la selva tropical, gigantes, elefantes y monos. También aparecían los leones y hasta las moscas, pero de esas rimas ya no me acuerdo.
Dichos sobre gaisSin duda que el término gay es un eufemismo con el que esta sociedad tan falsa e hipócrita se refiere al homosexual de cara a la galería. La palabra “gay” es un disfraz. Forma parte de una parafernalia complaciente y permisiva con la que se quiere dar una imagen de tolerancia y comprensión hacia determinadas conductas que esta muy lejos de la realidad. Mucha condescendencia y amplitud de miras hacia el homosexual, pero a la hora de la verdad la gran mayoría se horroriza ante el hecho de tener un hijo “mariquita” o una chica “lesbi”. Esa transigencia que ahora tiene como mayor exponente lo que se ha dado en llamar, también de forma un tanto ambigua “salir del armario”, no es sino la capa con la que la colectividad quiere dar una imagen de renovación y modernidad que requerirá el paso largo del tiempo para que esas manifestaciones adquieran la condición de normales. Hechas estas precisiones, sigo en la línea chusca y jocosa que prevalecen en estos recuerdos. Así se identificaba al “mariquita” ; estos eran algunos de los epítetos con los se les relacionaba.
Paquita, estuvo internado durante algún tiempo en el psiquiátrico de Porrillas en Alcolea, durante aquellas temporadas estuvo haciendo labores en la cocina y según tengo entendido además de ser un buen trabajador, fuera de los momentos de crisis, era de los más “espabilaos”….. Ahí va la anécdota: Lo mandaron con prisas en busca de una escalera que en ese momento utilizaba alguien que pintaba una pared, subido a ella y Paquita no tuvo mejor ocurrencia que decirle:
La otra anécdota se refiere a la “Cartera” que cuando alguien preguntaba por la razón de ese apodo, el mismo decía:
Dichos de La CodornizLa Codorniz era la revista más mordaz y satírica de los años 50 y 60 del pasado siglo. Se subtitulaba como “La revista más audaz párale lector más inteligente” y era una gran verdad, era una revista que bordeaba semanalmente los linderos del cierre. La inflexible censura estaba presta a clausurar la edición y secuestrar la tirada si husmeaba el menor atisbo de impudicia, atentado contra la moral o el severísimo orden publico. Por supuesto, la política, los políticos o los miembros del gobierno eran terreno vedado. Por ello el lector debía usar de su inteligencia para leer entre líneas y captar los mensajes que lanzaba la revista, orillando tan rígidos controles. En una ocasión en la que los diferentes medios de comunicación oficial se hicieron eco del propósito del régimen de abrir un expediente a la revista por haber publicado un articulillo titulado “Bombón” bajo la foto de una señora estupenda y ligerita de ropa, la revista se adelantó al expediente con una portada en la que decía:
En aquella ocasión, tengo entendido que no hubo cierre. Pero la revista era tan punzante y sarcástica que le tomaba el pelo hasta a sus propios lectores; en un numero aparecía en portada un tren que iniciaba su entrada en un túnel y el titular que figuraba en la pagina era TREN ENTRANDO EN UN TÚNEL. Todas las páginas de la revista venían en negro y en la última que de nuevo aparecía el tren se leía: EL TREN SALE DEL TÚNEL. Al incrementarse de forma normal el número de incendios forestales, el régimen puso en marcha una campaña de protección de los bosques para prevenir y evitar esos desastres ecológicos y para ello ideó un slogan que pregonaba:
La Codorniz enseguida le sacó la punta y en plena campaña, sacó un ejemplar en la que aparecía en un dibujo un señor muy orondo, sentado sobre un gran sillón fumándose un puro enorme y a sus pies un hombrecillo que dirigiéndose a aquel como rindiéndole sumisión y vasallaje, venía a decirle:
Otra anécdota que retrata perfectamente a la revista se refiere a cuando ese afamado medico cardiólogo, el marques consorte del franquismo, tuvo un <<affaire>> con una chica persa que actuaba como corista principal de un ballet en la sala de fiestas Pasapoga de Madrid. Aquello que se convirtió en algo público y notorio, dio pie para que la publicación, con el fino sentido del humor que la caracterizaba, hiciera el siguiente anuncio:
Pieza del sainete titulado “La casa de la juerga” de Pedro Muñoz Seca (1906)No tiene desperdicio este versillo que Muñoz Seca, con su gracejo habitual, puso en boca de Antoñito. Ciento diez años nos separan de aquella composición y podría encasillarse en el día a día político del momento. Es totalmente actual.
Tenía o no tenía arte don Pedro. Y ahora, cuplés retocadosDoña Sara cantaba los cuplés como nadie, pero luego llegaban los chuscos y amañaban las letras a su gusto y los nenes repetíamos esas coplillas que tanto nos llamaban la atención. Aunque siento no recordar ningún cuplé entero, voy a recordar partes de algunos de ellos.
También la letra del Relicario fue arreglada y parte se cantaba así:
Por último Canastos tampoco se salvo de la recomposición y esta era su letra.
Son pequeños fragmentos que recuerdo y que es posible que alguien con esta mínima ayuda pueda recomponer las letras retocadas de esos cuples en su integridad.
Los últimos ripios......por ahoraEs posible que alguna vez hayan oído decir que los bideles y las maquinas de cortar jamón, fueron dos inventos nefastos para la humanidad y hasta puede que lleven razón y ahí va el motivo:
Las antiguas monedas de cinco pesetas, el popular duro, era conocido por troncho, baré, machacante, chulé y también por pelotín. Los dos ripios que, a continuación, transcribo, van de duros.
El siguiente ripio queda así:
Y para terminar el ripio del eructo y el sabio Angulo que se las sabía todas.
Y para terminar más coplillas del Instituto de Enseñanza Media de CórdobaEran coplillas pegadizas y con el mismo soniquete que improvisaban nenes de 12 o 13 años; solían ser los más <trastes> de la clase, pero también los más ingeniosos y dicharacheros. Las letras de esas coplillas eran “Pegoletes” como decimos en Córdoba, luego a fuerza de repetirlas una y otra vez nos quedábamos con ellas. Ahí va una de ellas:
Y estas del Colegio de Nuestra Señora de la Asunción
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