El Carteles
El Carteles
Se le llamaba así por ser de profesión pega carteles callejeros. Estuvo actuando con este oficio en Córdoba sobre las décadas de los años 60 hasta los principio del siglo XXI.
Este personaje casi siempre actuaba en su trabajo de una forma solitaria, con una destreza en desplegar y empapelar los muros y paredes que llamaba la atención. Llevaba un carrito de lona con rueda, dónde cabían escobillas, carteles y cubo con la goma.
De estatura normal, con pelo lacio y caído hacia los lados, de mirada algo soñolienta, andaba pasos lentos ya que tenía los pies abiertos y planos; muy poco comunicador con los transeúntes, pues si alguien le preguntaba sobre lo que anunciaba la cartelería él nunca respondía. Ni discutía si alguien le aconsejaba no pegar carteles en algún lugar no deseado. Se le veía como un hombre consciente y conocedor de su trabajo.
Era popular por ser conocido por todos los cordobés, dado que iba de esquina en esquina buscado el lugar apropiado para dejar su mercancía. Tanto su vestimenta personal como sus útiles de trabajo eran de lo más rudimentario, ya que nos retrotraían al mirarlo a los años de escasez y pobreza de la décadas de los 40 y parte de los 50.
Se comentaba la siguiente anécdota: Un día pegaba unos carteles donde estaba impresa una vedette de una compañía de revistas, la cual, estaba muy ligera de ropas donde resaltaba de una forma exagerada sus poderes. Se le acercó un puritano y le recriminó la pegada de esos carteles tan carnales. El Carteles respondió con una lacónica frase: "Vaya usted al censor y se lo echa en cara, a mí me la trae al pairo".
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- Ildelop (Discusión |contribuciones) [3]