El Coyote
El Coyote
Entre los delincuentes más famosos de finales de los años cincuenta del siglo XX estuvo el famoso “Coyote” que aunque no era cordobés, si puso su base de operaciones en esta ciudad , ya que trajo en jaque a la policía durante meses sin llegar a ser capturado hasta después de haber gasto la cantidades hurtadas en divertimentos y festines junto a su amante en la Costa del Sol.
Natural de Asturias con edad de 25 años estuvo procesado en diversas ocasiones por delitos de robo. En su ficha aparecía el ser fugado de cárceles y de casa de salud mental, donde estuvo recluido por “hacerse pasar por loco ”al decir que “mato a un hermano” de forma enajenada.
Se estableció en la ciudad de Granada donde convivía con una amiga artista de cabaret. Desde esta ciudad se desplazaba en autobús a Córdoba como “campo de experimentación”. Su agradable porte, su atildado atuendo y una máquina de foto colgada del hombre le hacían pasar por una persona que hacia turismo. Se paseaba por las principales calles, hacía consumiciones en los más céntricos y pijos bares, de forma que pasaba por ser una persona con holgados ingresos económicos.
Sus operaciones las realizaba de noche y siempre tenía la precaución de no hospedarse en pensiones ni hoteles. Concluido su trabajo cogía de nuevo por la mañana el autobús para marchar a Granada. E incluso en otras ocasiones cogía el expreso de Sevilla y una vez en esta ciudad, alquilaba en un taxi, se dirigía a Cádiz, donde igualmente aplicaba sus principios de experto ladrón en dicha ciudad. Terminado este recorrido volvía a su nido de amor en la ciudad nazarí. Naturalmente, era casi imposible seguirle la pista a este experto “Coyote”.
La forma de ejecutar sus trabajos consistía en abrir con llaves maestras y palanquetas los locales donde presuntamente creía se depositaba importantes sumas de dinero, pues también era experto en abrir cajas de caudales. Los golpes más importante los dio en las siguiente entidades: Estación de Servicio San Carlos; Córdoba C.F.; Bar Colonial; Laboratorios “Syva”, lugares donde hurtó importantes cantidades de dinero en metálico. Dio otros golpes de menos cuantía, algunos frustrados, pero cuando asaltaba algún bar, aparte de expoliar la caja, consumía viandas, bebidas y arramplaba con los puros que se encontraba.
Como todo tiene su fin, fue detenido por la policía de la bridada criminal en plena calle Cruz Conde cuando daba unos de sus paseos turísticos. Se le encontró las herramientas de trabajo, consistentes en llaves maestras, una palanqueta y guantes para no dejar huellas. Hechas por la policía las primera diligencia, fue recluido en un calabozo de la comisaría. Una vez en ella planeó fugarse por un agujero en el techo. Más como comprobara que le era imposible llevar a cabo su propósito, torció uno de los barrotes de la reja, y desde ella se arrojó al suelo, emprendiendo, veloz huida. La policía de vigilancia advertidos de ello, lucharon con él hasta reducirlo, ingresando nuevamente en los calabozos. Después pasó a prisión donde estuvo a disposición de juez instructor.
Así terminó la aventura del “Coyote”,- que como su apodo indica- fue un sagaz delincuente que supo burlar a la policía numerosas veces, tanto en su operaciones y huidas, así como, en las continuadas fugas carcelarias.
Principales editores del artículo
- Ildelop (Discusión |contribuciones) [2]