El Encajero

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Luis Hortigón
El Encajero


Luis Hortigón fue un artista-poeta de los encajes, tanto por el conocimiento y diseño de ellos como por la forma elegante de venderlos en su comercio de la calle Jesús María. Se formó en el gremio de los encajes siguiendo una tradición familiar.

Al respecto comentaba lo siguiente:

Me siento práctico y agradable con este producto limpio, delicado y artesanal, dado que he vendido kilómetros de tiras de los mismos.

Sobre el encaje decía:

En su mayoría son confeccionados a máquina en taller propio, pero también vendo los de forma artesana realizados mediante bolillos, pues son los más artísticos y caros. Ofrecemos encajes de “Chantilly”, “ Alençón”, “Valencienne”, “Le Puy”, “Venecia” y otras variedades... los mejores encajes del mundo son los de "Brujas" pero no disponemos de ellos, salvo que sean por encargos muy especiales.

Sobre los diseños contaba:

Son maravillosos, algunos dibujos están realizados por mi. El género donde el artista se recrea más es en la Mantilla Española, tanto en blanco como negro, suelen valer unas veinte mil pesetas (de las de principios de los años cincuenta). La mujer que la luce y se cubra con ella no tendrá precio, pues parecerá una diosa.

Le ocurrió la siguiente anécdota:

En cierta ocasión llegó a la tienda una dama muy simpática, respetada y conocida del mundo del lenocinio cordobés. Le pidió unos encajes llamativos para unos "puchos". Un poco curioso por ser la persona que era le dijo: -Señora eso encajes ya no se llevan. Ella de una forma educada respondió: -Usted que sabe lo que quieren los viejos de esta ciudad.


Hortigón se sentía poeta por estar entre tanta belleza, y sobre todo, por ver que las mujeres cordobesas sabían apreciar en sumo grado los arabescos, atendía con sumo gusto a las damas cordobesas que querían adquirir tan selecto producto.

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