El Mojoso
“El Mojoso”
Fue un famoso personaje cordobés de buen humor e ingenioso talento, que gozaba de mucha popularidad en Córdoba y aún fuera de ella . “El Mojoso” estaba apegado al mundo taurino alcanzando a tener aspiraciones toreras, contando para ello con el apoyo de Rafael Molina Sánchez "Lagartijo". Cuéntase que intentó probar fortuna con los cornúpetas, pero la suerte no le acompañó debido a su falta de destreza y valor, siéndoles encerrados los toros que les correspondía estoquear a pesar del ánimo que le infundía su padrino. De aquí viene esa frase del vocabulario cordobés: “quedar peor que “El Mojoso”.
El primer Califa del torero siguió protegiendo, de forma, que lo nombra mozo de estoque llevándolo en su cuadrilla durante varias temporadas.
Se cuenta la siguiente anécdota que le ocurrió a "El Mojoso" en Madrid.
Era habitual se celebraran en la plaza de toros de la Villa y Corte los llamados festivales de “mojingangas” que consistían, en otros, de un espectáculo cuya ambientación era la lucha de un elefante llamado “Pizarro” con un toro. Casi siempre el paquidermo derrotaba al astado, haciéndole sucumbir. Para una de estas luchas y con el fin de que dieran muerte a estoque al toro, si salía vencedor, fue contratado “El Mojoso”. No estaba por la labor, pero su paisano y maestro le convenció con este argumento:
-No seas tonto, hombre. Por no hacer nada, vas a cobrar una onza como un sol. Ante tan optimista argumentación, accedió.
Más ocurrió, que el toro salió manso de solemnidad, no embistiendo al elefante y por tanto tuvo que intervenir “El Mojoso” para dar la estocada de muerte. Cogió el estoque y muleta con mucho garbo y parsimonia, pero dominado por la “jindama”, limitose a pasear sus “jechuras” por la plaza, sin arrimarse al mansurrón. Iba transcurrido el tiempo reglamentario para que le encerraran el toro y un alguacilillo de la plaza le advirtió al “zurrado” cordobés.
-Acaba pronto, que te van a echar la “media luna". A lo que “El Mojoso” contestó sin inmutarse: '-Que que “j´enchen” el eclipse, “pa” noverlo, (naturalmente se refería al toro).
Hay que añadir que la “media luna” consistía en un instrumento punzante en forma de pulla que se le aplicaba a los toros en los corvejones con el fin de llevarlos a los corrales. En aquella época de “Lagartijo” ya estaba prohibido, pero no obstante el hecho de sacar la “media luna” por disposición del presidente de la corrida indicaba que el toro debía ser retirado.
Esta anécdota ocurrida a “El Mojoso” le sirvió para alcanzar mayor popularidad, siendo comentario y risas en los corrillos taurinos de las tabernas, como “La Corsaria” del barrio de Santa Marina que con tanta frecuencia acudía junto a su maestro y amigo “Lagartijo”.
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