Juan Carrillo
Juan Carrillo
Fue el guadamacilero más famoso de Córdoba que se le atribuye un “frontal de altar” que está en el tesoro de la catedral cordobesa (1607). El trabajo de las pieles pintadas y labradas fue considerado como algo notable de la artesanía cordobesa, en las que destacaron aparte de Juan Carrillo artistas como Martín López y Alfonso Pérez.
Muchos otros trabajos realizó Juan Carrillo que quedaron como ornamentación en toda la ciudad. Su fama llegó a todo el país, dado que sus obras de arte en el repujado como en la pintura de guadameciles eran de un una admiración reconocida.
El gremio de los gudamecileros fue notoria ya que Los Reyes Católicos en 1502 les dieron personalidad al aprobar sus ordenanzas que constan en el Archivo Municipal. Se autentificaba la fabricación cordobesa de estos cueros artísticos con un sello o fiel contraste.
Este personaje del siglo XVII tiene reconocido su nombre mediante la Calle Guadamacilero Juan Carrillo.
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