Luis Carreras Rodríguez
Nace en Soto de Campoo (Cantabria) el 11 de octubre de 1939, ingresa en 1953 como aprendiz en la factoría de CENEMESA en la localidad cántabra de Reinosa, termina su especialidad como oficial fresador.
Tras el regreso del servicio militar, con 22 años, comienza estudios técnicos alternados con el trabajo y así consigue alcanzar la licenciatura de Ingeniero Técnico Industrial. Dentro de la misma factoría ejecutará los cargos de Jefe de Herramental del Taller Mecánico, Ingeniero de Diseño y por último Director de Fabricación.
Su experiencia organizativa y técnica, unidas a su trato correcto e inteligente con el personal, le hará ascender en el escalafón, llegado a ser nombrado director de la Factoría de Transformadores de Potencia de la Empresa ABB (antes CENEMESA) en Córdoba, cargo que desarrollará desde el año 1990 hasta 2003.
Luis Carreras supo reflotar y modernizar esta empresa de gran solera en Córdoba mediante la ayuda de 6´5 millones de euros, unos 1.100 millones de las antiguas pesetas, aportados por la multinacional ABB. Su capacidad de gestión hizo cambiar una factoría decadente, (donde existían grandes deficiencias estructurales y técnicas, más una sobredimensionada de plantilla) a una de las más modernas y operativas a escala mundial de la Empresa ABB por su competitividad y organización.
Desarrolló una fina y tenaz diplomacia con los representantes de los productores, haciéndoles ver, que en los objetivos marcados, la parte humana era la más importante en la fabricación. En su calidad de director y para conseguir los objetivos productivos llegó a pactar con los Sindicatos importantes mejoras para los trabajadores.
Tuvo que abordar en 1993 el expediente de regulación de plantilla más traumático de cuantos se habían realizado en toda la larga historia de esta factoría; alcanzando con los Sindicatos acuerdos para llevar a cabo despidos, según los cuales, quedaron afectados un importante número de trabajadores.
Terminan sus servicios con ABB en el año 2003 en razón a su jubilación.
Testimonio
En diálogo con el realizador de esta reseña Luis Carreras comenta lo siguiente:
- En un principio, mi traslado lo creía transitorio, pero en razón a mi trabajo se prolongó la estancia, de tal forma, que me cautivó esta ciudad maravillosa donde he establecido de una forma fija mi residencia. Me siento ser un hijo adoptivo de la misma.
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