Antiguos paseos públicos
Eran dos los paseos antiguos: el de la Plaza nacional (que aún existe) y el de La Piedad que era ocasional y de deteminados días.
El paseo de la Plaza, se estableció al construirse el murallón de defensa del río y a la vez del puente de piedra, dando lugar a una extensa explanada muy apropiada para la distracción y solaz del público. Forma como una especie de salón que da al río, desde el que se contempla el mismo, y a su vez un bonito paisaje .
El paseo de La Piedad, situado también en la orilla del Genil, fue construido a expensas del marqués de Peñaflor, viudo, a la vez que se reedificó la ermita de su nombre. Este paseo tuvo que ser recosntruido con frecuencia, ya que el río lo desbastaba en sus inundaciones.
En la reforma del año 1860 se hizo una abundante plantación de naranjos, que, a la vez le servían de defensa, y embellecía.
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