Antonio Manuel Palma Moreno

Antonio Manuel Palma Moreno, hacia 1924.

Antonio Manuel Palma Moreno (Aguilar de la Frontera, 1902) fue mulero. Fue una de las primeras víctimas de la Guerra Civil en Aguilar de la Frontera.

Biografía

Tercer hijo de Manuel Palma Carmona -apodado La Liebre- y de Purificación Moreno Postigo, fue el único varón de este matrimonio, que tuvo tres hijas más. En 1922 fue reclutado y enviado a la Guerra de Marruecos y tras tres años de vida militar, volvería de nuevo a su pueblo. En Aguilar recuperó de nuevo su jornal trabajador del campo y mulero.

Se casó en 1930 con Carmen Reina Casaña, estableciendo su domicilio en el domicilio de sus suegros y, poco después, teniendo tres hijos en menos de cinco años: Clara, Manuel y Juan.

Con la Segunda República, participó en el sindicato Sociedad de Muleros y Arrieros y Similares La Constancia, desaparecido y sin actividad a lo largo de la Dictadura de Primo de Rivera. Este sindicato de ideología socialista, afecto a la UGT e inserto en la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, defenderá durante los siguientes años los intereses de los trabajadores que lo integran.

Guerra Civil

En Aguilar de la Frontera, la proclamación del estado de guerra del 18 de julio por parte del teniente de la Guardia Civil, desató en la localidad las detenciones y los encarcelamientos de los dirigentes locales afectos al bando republicano. Dirigentes políticos, obreros y sindicales estuvieron en el punto de mira desde el primer momento. Primero vendrían las detenciones, luego todo lo demás. El día 22 de julio de 1936, se produjo el primer asesinato en Aguilar de la Frontera, Antonio Onieva Pedraza.

Un testimonio relata la muerte de Antonio Manuel cerca de la laguna de Zóñar, donde acudía diariamente esos días de 1936.

"Acudía allí junto a otros compañeros el día 24 de julio de 1936 al caño de agua existente en esos parajes, para llenar los cántaros de agua, cuando escucharon el ruido del motor de un camión que avanzaba por la carretera desde Aguilar de la Frontera en dirección a Puente Genil. Al ver llegar el camión los demás compañeros asustados, huyeron, dejando solo a Antonio Manuel Palma, quien sin nada que temer, pues nada había hecho, recogió su cántaro de agua y comenzó a andar por la carretera. Al alcanzarle el camión y ponerse a su altura, del grupo de carlistas y falangistas que portaba en su parte trasera, se incorporaron varios de ellos, cargando sus armas. Disparado por la espalda, a la altura de ésta y de la cabeza, Antonio Manuel Palma fue alcanzado de muerte y caía rodando a la cuneta de la carretera, mientras las risas y los vítores de sus asesinos se alejaban con el ruido del motor del camión. Los impactos recibidos de armas cortas y escopetas de perdigones a quemarropa resultaron letales", relata el testimonio.

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