Antonio Zurita "El Político"
Antonio Zurita “El Político”
Entre el personal ido en la Córdoba de las primeras décadas del siglo XX, existió este loco pacífico que decía ser el jefe del Partido Razonable y Justiciero. Su popularidad se hizo muy elocuente entre los alumnos del Instituto de Enseñanza Media hoy I.E.S. Luis de Góngora, dado que intentaba entre éstos la captación de personal joven para su facción política.
Para la captación se explayaba en peroratas y elucubraciones en plena calle, defendiendo su programa radical y sosteniendo las más quijotescas opciones de tipo económico, como se demuestra la siguiente frase:
- -La economía es el centro de la “manducancia”, para ello lo primero que hay que hacer es bajar el pan mediante el pago de vales emitidos por el Ayuntamiento. Y el que se niegue a ello, será pasado por los tribunales de justicia que al efecto se establecerán en las plazas públicas. Cuyo castigo será el abucheo general mientras se le vierte un saco de afrecho mezclado con inmundicias.
Los estudiantes lo respetaban, pero era motivo de mofa camuflada al darle la razón sobre sus enigmáticos ideales mediante aclamaciones, palmas y vítores como este: -don Antonio, don Antonio el “Supremo” es el mejor torero. Tanto, que en alguna ocasión era montado a hombros siendo paseado por las calles y plazas principales del centro de la ciudad. Él lleno de euforia agradecía tanto halago diciendo:
- -“Paciencia y calma, que todo llegará. Os prometo que cuando gobierne, España no la va a conocer ni la madre que la pario”.
Parece que encontró la muerte de forma trágica, pues en una de sus muchas fantasías se tiró desde unas peñas probando unas alas que se había fabricado para demostrar que podía volar.
Estos personajes llamaban la atención por su compostura y pacífica locura, siendo respetados, al asumir la sociedad que estos formaban parte de la misma.
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- Ildelop (Discusión |contribuciones) [2]