Canciones religiosas y oraciones de Villanueva del Duque

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  • Hecho Religioso.

Himno a Nuestra Señora la Virgen de Guía

Compuesto por Andrés Amado Lozano, con música de P. Jesús María Muneta.(1-V-1986).

Estribillo

Salve, Reina de los Cielos, Virgen pura y Madre de Dios. Salve, Patrona de este pueblo, hoy Villanueva canta en tu honor, hoy Villanueva canta en tu honor:

Estrofa

Salve Patrona querida, Tú, Virgencita,mi luz serás. A donde vaya quiero tu ayuda, Virgen de Guía, siempre llevar(Bis)

Estribillo

Salve, Reina de los Cielos,...

Estrofa

Madre querida, a tus plantas, con fe y cariño te vengo a rezar; escucha, Madre, mis oraciones, dame consuelo en mi soledad(Bis)

Estribillo

Salve, Reina de los Cielos,.

Despedida a Nuestra Santa Patrona la Santísima Virgen de Guía (Matilde Atance Romero, 1946)

Cuando subo a tu Ermita por la ladera respiro siempre el aire de primavera. Virgen de Guía llena de bellas flores el alma mía.

La Virgen me sonríe y yo la miro y con amor me dice que soy su hijo. ¡Bendita Madre, lleno de amor me postro para adorarte!

Con ansia te esperamos siempre que llegas y el pueblo entero sale por las veredas, y al divisarte el corazón se escapa para abrazarte.

Cuando te llevan, Madre, para Hinojosa mi alma se queda triste y pesarosa. Y a tu regreso mi alma agradecida siente tus besos.

Adiós, Virgen bendita de mis amores, adiós, adiós consuelo de mis dolores, que cuando vuelvas haya paz en las almas y no haya guerras.

En triunfal despedida el pueblo pasas bendiciendo sus calles y sus moradas y nuestros campos con gotas de rocío vierten su llanto.A

Letrilla del Peregrino (Anónimo)

A donde quiera que vaya, en cualquier lugar que viva, ¡Vente conmigo, Patrona, no me dejes, Madre y Guía!

Salve a la Santísima Virgen de Guía (antiquísima en Villanueva del Duque)

Dios te salve, Virgen pura tu misericordia es tanta, Tú eres la vida y dulzura de nuestra firme esperanza.

Dios te salve, a Tí llamamos todas las horas sin falta los que somos hijos de Eva desterrados por su causa.

Y después de este destierro muéstranos, Virgen sagrada, a JESUS, fruto bendito que nació de tus entrañas.

A ti suspiramos todos, gimiendo y llorando tantas lágrimas que en este valle cada cual por sí derrama.

Ea, pues, divina Aurora, sed siempre nuestra Abogada. Vuelve a nosotros tus ojos, dad consuelo a nuestras almas, para que seamos dignos de alcanzar las deseadas promesas de vuestro Hijo de la celestial morada. ¡Amén JESUS, digan todos, viva esta divina Palma! Y vivan cuantos le pidan a esta Reina soberana,

nos alcance de su Hijo salvación a nuestra España; nos alcance de su Hijo las lluvias tan necesarias.

¡Sería Ella!... (Matilde Atance Romero, 24 - XII - 1947)

Tú fuiste... ¿ Qién lo duda? Tus milagros lo cantan, Virgen pura.

Tú eres la Reina de Al-Salla Virgen bendita de Guía, si los duques te traían para ganar las batallas.

La caja de tu prisión era un comodín de plata con argollas y trabazas amarradas al arzón.

¿Por qué dudar que eras Tú si el corazón de las villas, Ducados, y el Alhazor saben que de maravillas eres el mayor primor?

Tres eran las estatuillas que ese siglo conoció: una de Fernán González que Mompensier se llevó por ser él el propietario, y en sus dominios moró.

Otra fue de San Fernando que él mismo denominó ser « Virgen de las batallas », y de una en otra salió vencedor con tal presea siempre prendida al arzón.

Sólo tres hace memoria de Bizantinos la gesta. ¿A qué, pues, esa pregunta: qué Santa MARÍA es ésta?

Por gracia, en esta Provincia que describe Fray Juan Ruiz de las tres, una es la nuestra, de este valle Emperatriz.

....Tú fuiste, ¿ qué duda cabe? Si eres luz en la agonía y a esos valientes guiaste, ¡Santa MARÍA de Guía! Amémosla y no perdamos tan valiente Capitana, ganaremos en la vida las más rendidas batallas.

Los cinco pueblos hermanos en ti cifran su esperanza: Hinojosa, Villanueva, Dos Torres, Fuente la Lancha, Alcaracejos, baluartes que te adoran con el alma.

Cinco fuertes capitanes que tu consigna preparan para que no pase el fuerte el enemigo del alma, y nuestra bandera ondee en esta tu grey amada.

Pero por Dios, Madre mía, que tu ermita, edificada por aquellos Bizantinos, fue primorosa, fue amplia, con rosetones calados, con herrajes en arcadas, con los muros de granito y verjas pulimentadas.

Para llamar a los fieles tiene una alegre campana clavada en un altozano con exvotos y plegarias.

Y hemos visto derruidas las piedras en tu portada, tristes despojos de guerra y eran blasón de sus galas.

Sus lindos herrajes fueron sus piezas diseminadas hasta que una mano amiga le hizo introducir la savia que riega lo que esta muerto le da vida y lo repara.

Que se engalane tu ermita, se oiga esa alegre campana, ese camarín sea un cielo donde lleguen las plegarias. La guerra trajo la muerte, a Ti vuelva la mirada. Todos somos hijos Tuyos no consientas, Madre amada, que el odio envuelva de nuevo las olas encadenadas, y líbranos de las guerras, ¡Oh Virgen de las Batallas!

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