Carlos Javier Gómez Sesgade

De Cordobapedia
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Hijo adoptivo de la Colonia de Fuente Palmera

"Carlos Javier Gómez Segade nació en el año 1950 allá por las tierras de Galicia, en la provincia de Pontevedra, más concretamente en Lalín. Su primer destino en Andalucía fue Posadas solo un curso. Llegó a Fuente Palmera en 1974 con acceso directo a la plaza de maestro, por entonces nuestro pueblo no superaba los dos mil quinientos habitantes. Conoció desde pequeño el esfuerzo de aprender, pues su madre era Maestra rural, ella había recorrido ya unos cuantos pueblos ejerciendo esta profesión que inculcó en sus 9 hijos pues todos eligieron ser docentes. Quería estar sólo dos años por nuestras tierras y luego recorrer otros pueblos de Andalucía, pero ¡¡no pudo ser¡¡ Su primer recuerdo de cuando llegó fue la buena impresión de unas calles muy cuadraditas y llanas; que las mujeres no entraban en los bares, que los hombres no iban a comprar, que los paseos lúdicos eran los chicos con los chicos y las chicas con las chicas. Total, la España profunda. Era un joven solitario, de aire despistado y comprometido con su profesión, la de maestro, porque profesor es el que enseña pero maestro es del que aprendes, y con este lema es con el que se ha sentido identificado toda su vida. Como ya se ha comentado, quería estar por aquí dos años para seguir conociendo otros pueblos, pero el destino es caprichoso y quiso que un día que andaba por la biblioteca conociera a una joven colona llamada Cándida Hidalgo. Se animan a conocerse mutuamente y en el otoño de 1975 a la muerte del dictador, y aprovechando la semana de vacaciones deciden hacerlo oficial, pues los tiempos mandan y en aquella época había normas severas que cumplir antes de hacerse novios. Su vida laboral sin contar el primer año que ejerció en el Purísima Concepción, transcurrió siempre en el colegio Federico García Lorca hasta su jubilación. Las tutorías las hacía en el bar tomándose una cerveza, no era de su agrado, pero con el tiempo se acostumbró y hasta veía el lado bueno (que pillaba a los padres), y les podía decir: “me puedes preguntar aquí en el bar, pero si me preguntas en el colegio tu hijo verá que te preocupas por él”. Nunca tuvo problemas de adaptación, todo lo asimilaba, era un gallego del mundo. Polainas y Rojas fueron sus compañeros, pero en aquellos años como eran solteros vivían en Córdoba. Junto con su compañera de vida ya, Cándida, y otros matrimonios se encargaba de hacer las cabalgatas de los reyes magos, con un fondo aportado por el ayuntamiento; dice que les daban 10 ó 12 mil pesetas y si algo les sobraba lo devolvían al concejal de festejos. Su otra afición hizo que en el primer campeonato de ajedrez de Fuente Palmera ganase el trofeo. Hombre sin estridencias, de conversación pausada, comprometido con su tiempo, hombre de serenas reflexiones. Hoy tenemos el placer de distinguirle, por sobrados motivos, con el título de hijo adoptivo de Fuente Palmera. Personalmente, Carlos, creo que tu semilla perdurará por mucho tiempo entre nosotros, pues en cada alumno ha quedado lo aprendido y a cada uno les has dejado un poquito de ti.- ¡Gracias, Maestro!" Discurso de Teresa, concejala del Ayto. en Agosto 2015. [1]

Referencias

  1. El Colonial, Julio-Agosto 2015.

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