Dionisio Quero
| Dionisio Quero | |
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Sindicalista | |
| Nacimiento: | Fuentes de Andalucía |
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Dionisio Quero
Viejo militante ugetista, nace en Fuentes de Andalucía (Sevilla), de profesión zapatero, llegando a tener notoria formación cultural adquirida de forma autodidacta. De estatura baja y enjuto de cuerpo, tez morena, con las característica de una persona hecha de fibra.
Fue muy activo como sindicalista de la UGT en las décadas anteriores a la Guerra Civil. Tras una serie de vicisitudes salvó la vida en los acontecimientos alcitas de julio del año 1936, detenido posterior se le condenó a pena carcelaria con trabajos forzados en campos de trabajo. Alcanzó la libertad mediante un indulto general a finales de los años cuarenta, estando sometido a vigilancia policial durante largo tiempo.
Vivió posteriormente de una forma muy modesta, tanto, que sus últimos años residía en una casa portátil del barrio de las Moreras de Córdoba, sin perder nunca a pesar de sus adversidades el ideario socialista y ugetista.
Llegada la Transición Democrática en 1977 y legalizada la UGT, se le veía desde el primer momento en la Casa del Pueblo. Por su ejemplo de vida llegó a ser un referente ético para las nuevas generaciones que se incorporaban como ugetistas. Fue igualmente de los primeros viejos militantes que refundaron la UPJP (Unión Provincial de Jubilados y Pensionistas). Participó activamente en el Cuarto Congreso Provincial de UGT de Córdoba, (primero de la Democracia), donde alcanzó el nombramiento de vocal en la Ejecutiva Provincial.
Dionisio asistía a todos los actos importantes del sindicato, (como la celebración del Primero de Mayo); pulcramente vestido de fiesta, portando chaqueta de color claro, corbata roja a la que incorporaba antiguas insignias de la UGT y del Partido Socialista. Igualmente, lucía un fresco clavel rojo en el ojal de la solapa, pero sobre todo, llamaba la atención su figura erguida en el momento que levantaba el puño de su mano mutilada con objeto de cantar la Internacional.
Se podrían recoger infinidad de anécdotas de la vida de Dionisio, pero se incorpora una que da la media de su interés por la cultura.
- Unos compañeros del sindicato lo visitaron en su casita de las Moreras, en ella, mantuvieron una animada charla en la cual comentó lo siguiente:
- - Mirad, hay tres libros que deberían estar en todas las estanterías. Uno el “Quijote” compendio del saber y guía de la lengua castellana; otro la “Biblia”, pues es un conjunto de sabiduría y por último el “Capital” de Marx, libro fundamental para la lucha de los trabajadores contra el capitalismo.
- Continúo su disertación: -Cómo veis, los tres lo tengo incorporados en mi pequeña biblioteca, más este diccionario de la Lengua Española editado por la Real Academia, que lo guardo con sumo cariño, por cierto, me lo regaló el compañero Alfonso Guerra.
- Por último enseñó un libro mugriento del “Quijote” y emocionado dijo:- Este libro es para mí un relicario, dado que me acompañó día y noche en mi cautiverio carcelario.
Dionisio Quero murió con avanzada edad humildemente, siendo ejemplo de cómo debe ser un socialista heredero del ideario de Pablo Iglesias. En su lápida estaba inscrito su nombre y esta frase: “Aquí yace un viejo socialista”.
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