Ermita del Calvario (Doña Mencía)
Fue la última ermita que se erigió y la única de las cinco que existieron en Doña Mencía que sigue abierta en la actualidad, recibiendo culto la imagen de un Crucificado, conocido en la localidad como Cristo del Calvario.
Edificada sobre una antigua ermita, cuyo armazón se utilizó en la nueva construcción, con una llamativa planta octagonal y situada como privilegiada atalaya sobre la que domina un espectacular vista del pueblo y de la colorida campiña circundante.
Como señala Santiago Sebastián, ante la imposibilidad de ir a Tierra Santa, en la Edad Media se crean los primeros Calvarios con las estaciones del Vía Crucis, y se impone la idea de un peregrinaje de sustitución. Tenemos constancia que esta devoción arraigó en Doña Mencía a finales del siglo XVII, pues en 1687 ya aparece designado como Calvario un cerro que guarda cierto parecido con el Gólgota, y donde años más tarde se erigió una ermita con este nombre.
En la ermita han sido realizadas varias obras de mejora a lo largo del tiempo, hasta mostrar el aspecto que tiene en la actualidad, desde el año 1982 también recibe culto en esta ermita una dolorosa que acompaña al cristo crucificado.
Esta ermita tiene un papel relevante en la Semana Santa donde se realiza un emotivo encuentro entre la Virgen y su hijo camino del Calvario.
Junto a la Ermita del Calvario, se encuentra un mirador, desde este lugar puede ser contemplada con una belleza extraordinaria, una de las más hermosas vistas de la localidad y del entorno natural que envuelve a ésta. Anexo a este mirador, se encuentra el comienzo/final de una de las rutas y senderos que rodea a Doña Mencía, en este caso, la ruta de los recintos fortificados.
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