Eva
Eva es un pequeño cuadro de Julio Romero de Torres, pintado en 1928. De dimensiones poco usadas por el maestro, 46 x 34 cm, este óleo y temple sobre lienzo está fechado dos años antes de su muerte. En efecto, en sus últimos años de vida, el pintor cordobés parece más inclinado a hacer una pintura más oscura, más intimista, acaso más religiosa. La piel y el rostro de sus protagonistas se tiñen de colores grisáceos y los ojos y ropajes aparecerán como más tristes y solitarios. La línea del dibujo se hace menos nítida y los personajes aparecen como con un nimbo espiritual. Así aparece Eva, la madre de todos los mortales. Para un Romero de Torres terminal Eva no es la incitación al pecado, al goce de la carne. Por el contrario, nos encontramos con una mujer siempre joven que sufre por todos los rigores de la existencia.
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