Fernando Flores Pistón
Fue una de las personas más queridas e importantes para la localidad de Fuente Palmera el siglo pasado. Nació en 1936 en plena Guerra Civil, junto a la Barbería de "Pianillo el Oso" hoy bar Plata, siendo el tercero de siete hermanos de una familia humilde. En 1952 ingresa en el seminario Menor de Sanlúcar de Barrameda donde estudió Humanidades, para lo cual el ayuntamiento costea con 100 pesetas la suscripción, ropas y equipo. Pasa más tarde al Seminario Mayor de Sevilla, donde realizó los estudios propios para el sacerdocio. EL día 15 de junio de 1964 fue ordenado sacerdote por el Cardenal Bueno Monreal, y solamente unos días después fue nombrado párroco de Cañada Rosal, puesto en el que ha permanecido hasta 2010. En 2008 fue nombrado Colono del año e hijo predilecto de Fuente Palmera.
- 50 años de sacerdocio. El 15 de Junio de 2014, acompañado de cientos de sus feligreses y arropado por familiares y amigos de Fuente Palmera, celebró la Acción de gracias (Eucaristía), por dicho motivo, en la iglesia de Santa Ana de Cañada Rosal, en un donde ha ejercico de párroco, casi desde el inicio de su ministerio. La Celebración contó con la presencia del Arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo. [1]
- Junto a un grupo de estudiantes constituye un grupo parroquial para realizar labores de auxilio social, siendo felicitados en 1957 por el Ayuntamiento y por el propio Gobierno Civil por su labor realizada, sus clases nocturnas, atención a los ancianos y participación en actividades e iniciativas del pueblo.[2]
Discurso Colono del Año 2008 - Colonia de Fuente Palmera
Nació a finales de 1.936, en plena Guerra Civil, de una familia muy humilde, siendo el tercero de siete hermanos. Tanto su padre, albañil, como su madre, ama de casa y trabajadora agrícola, se vieron obligados a trabajar sin descanso para sacar adelante a tan numerosa prole.
Su acercamiento a la Iglesia comenzó con el párroco D. Laureano, con quien ejerció de monaguillo. Posteriormente ingresó en el Seminario Menor de Sanlúcar de Barrameda donde estudió Humanidades, pasando más tarde al Seminario Mayor de Sevilla, donde realizó los estudios propios para el sacerdocio. El día 15 de Junio de 1.964 fue ordenado sacerdote por el Cardenal Bueno Monreal, y solamente unos días después fue nombrado párroco de Cañada Rosal, puesto en el que ha permanecido hasta la fecha. Posteriormente a su ordenación realizó los estudios de Magisterio en Sevilla.
Durante algún tiempo ejerció de sacerdote al mismo tiempo que impartía clases en el Seminario Mayor de Sevilla. Su manera de entender el sacerdocio se puede extraer de sus propias palabras: Cada día pido a Dios ser sensible a la esperanza de los hombres y solícito con sus necesidades y sufrimientos. Desde el primer momento comprendí que ser cristiano y más si se es sacerdote, era compartir sus vidas, sus dolores, sus luchas, sus esperanzas y sus decepciones, sus éxitos y sus fracasos. Y desde el primer día prometí a las gentes de Cañada Rosal que las puertas de mi casa estarían abiertas de par en par a todos, preferentemente a los más pobres y necesitados.
Este fue el mensaje y el compromiso, hecho en unos momentos de despertar de la Iglesia nacida en el seno del Concilio Vaticano II. Como buen observador de la realidad, también entendió que había que ganarse a los jóvenes, y comenzó a hacerlo a través de su centro de interés: el fútbol, consiguiendo camisetas, balones y botas, buscó los medios para acondicionar el campo, consiguiendo con todo ello que los jóvenes tuvieran un motivo para reunirse.
Este fue sólo el comienzo, porque seguidamente se formaron otros grupos de jóvenes con otros objetivos: tomar conciencia de los problemas del pueblo, hacer frente a su propia realidad, etc. Estos grupos se formaron dentro de los movimientos cristianos que tanta importancia tuvieron en las zonas rurales en la década de los sesenta.
Pero esta época no era propicia para el desarrollo de estos movimientos, y así, a raíz del conocido como Manifiesto del 65, acto celebrado en el patio de la Casa Rectoral, con nutrida asistencia de jóvenes, pero al que no faltaron las máximas autoridades locales, la llamada gente del cura tuvieron que afrontar la crítica y las iras de los sectores más conservadores del pueblo.
Fernando Flores lidera la juventud de Cañada Rosal, consiguiendo que cuajara una fuerte conciencia social, que defendía la justicia como valor supremo. Este compromiso hizo que tuviera más de un problema con la Guardia Civil, habiendo estado en dos ocasiones a disposición del Gobierno Civil de Sevilla.
La llamada gente del cura fue capaz de conseguir medios para construir tres viviendas para familias humildes y sin recursos; ponen en marcha el Teleclub, motor e impulsor de la cultura del pueblo (fundado por Fernando en una de las habitaciones de su propia casa), hacen teatro, se divierten y se forman.
Las personas mayores no fueron olvidadas por este colono; mucha gente no tenía seguridad social, los ancianos y viudas no cobraban pensión, por lo que la Parroquia puso al servicio del pueblo el primer gabinete de asistencia social, cuya atención era gratuita. También se preocupó por el paro y las condiciones laborales de sus vecinos; no todos los proyectos que impulsó salieron adelante, pero es destacable el caso de la Cooperativa de Envases de Cañada Rosal (COENCA), que cuenta con más de 25 años de vida, en cuya creación y desarrollo participó Fernando Flores activamente.
Impulsó igualmente las fiestas populares, como la Romería a la Fuente del Capricho o la Cabalgata de Reyes Magos. Aunque no le quedara demasiado tiempo para otras preocupaciones, fueron numerosas las visitas a su patria chica para participar de las alegrías y sinsabores de sus paisanos. En muchas ocasiones ha manifestado públicamente que sus dos grandes amores son FUENTE PALMERA Y CAÑADA ROSAL. Estos dos pueblos carolinos quedarán unidos para siempre por la figura de Fernando Flores, que sigue entregando su vida para hacerlas cada día más grandes, solidarias y prósperas.[3]
Referencias
- ↑ Periódico independiente El Colonial. Julio-Agosto 2014. Pág. 5
- ↑ Extraído del libro de Alberto Sojo: Los años del olvido
- ↑ Web del ayuntiento de Fuente Palmera.
Principales editores del artículo
- Liante (Discusión |contribuciones) [6]