Festividad de Los Judas (Espiel)
Los Judas eran y son unos muñecos de trapo rellenos de paja ó hierba que se realizan el Sábado Santo por la noche. En su realización intervienen, principalmente, grupos de jóvenes. Realizados, se cuelgan en una cuerda entre dos ventanas o balcones de una calle a elevada altura, hasta la mañana del Domingo de Resurrección en que se procede a "matarlos".
El Domingo, sobre las siete de la mañana, se celebra la Misa de Resurrección en la Iglesia de San Sebastián. Era corriente en esta misa ver a muchos cazadores con sus aperos de caza, aunque la finalidad no era la práctica de ese noble deporte una vez terminado el acto litúrgico, sino la que veremos seguidamente:
Terminada la misa se celebra la Procesión de Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Nava. La imagen de la Virgen sale por la puerta principal, que está orientada al NO, y bajando por la "Cuesta de la Iglesia" se dirige a la Calle Góngora. La imagen del Resucitado parte por la puerta contraria y siguiendo la Calle de la Iglesia, se dirige también a la Calle Góngora. En esta calle tiene lugar el encuentro de la Madre y del Hijo Resucitado con una pequeña Reverencia parecida a la del Domingo de Romería (último Domingo de Abril).
Una vez terminada la Procesión se procede al acto de "matar los judas".
Los cazadores en un solo grupo recorrían y recorren las calles buscando los muñecos y disparando sobre ellos con cartuchos de fogueo hasta que, destrozados por la pólvora, caen en manos de la gente jóven que se encarga de deshacerlos con el regocijo de unos y la pena de los menos, en este caso las vecinas que tendrán que barrer las puertas. De esta forma se van destruyendo uno a uno los horribles fantasmones hasta llenar el pueblo de zapatos viejos, harapos, paja, serrín, etc., que pronto serán limpiados por las sufridas amas de casa que también colaboran en la fiesta dando la nota de limpieza.
Despúes de una década sin llevarse a cabo dicho acto, reapareció con gran fuerza. En el año 1978 fué uno de los más vistosos pero la fiesta, tras la fatal decena reseñada, perdió actos religiosos hasta este año(2009) que gracias al Parroco de nuestra localidad y la de algunos jóvenes se ha llevado a cabo de nuevo la procesión anteriomente mencionada.
Disminuyeron las escopetas, aparecieron algunos trabucos, con su ruido infernal, y lo más importante, la incorporación de personas mayores que se mezclan con la juventud en una lucha despiadada de paja y serrín entre ellos, con los vecinos descuidados y, en muchas ocasiones con los asombrados visitantes.
Fuente
- Del libro "apuntes sobre Espiel" de Antonio Giménez Azcona.
Principales editores del artículo
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