Portada Convento de los Basilios
En la finca del Torilejo apareció en el siglo XVI la imagen de una virgen dentro del tronco de un árbol. A dicha imagen se le dió el nombre de Nuestra Señora de Gracia. Durante esa época se establecía en la provincia la Orden de los Basilios de los cuales eran seguidores los propietarios de la finca por lo que instaron a los monjes a establecer un monasterio en la finca de los Torilejos. Una vez terminado el monasterio los primeros monjes provenientes de Roma se establecieron en el. Pero no fueron los únicos ya que rápidamente muchos ciudadanos de Posadas fueron a engrosar la comunidad del monasterio, muchos de ellos ilustres como fray Juan Agustín Borrego del Río o Luis Fernandez de Santiago.
Se desconoce el motivo del traslado del convento desde la finca de Los Torilejos a la villa y la fecha. Quiza la fecha sea de 1642 que aparece en el frontón de la portada que queda del convento en la calle Gaitan.
El edificio de la iglesia lo remataba una alta espadaña de tres vanos. El templo era de una sola nave, con artesonado de madera. Tenía el convento numerosas dependencias: portería, locutorio, refectorio, cocina, bodega, claustro, patios y huerto sobre un solar que iba desde la calle Antonio Machado hasta la casa de los Vargas y desde la calle Gaitán hasta la Redonda. La fachada principal del templo y la portería del convento daban a la plaza de abastos.
En 1750 el convento tenía una comunidad de 24 frailes de la orden de San Basilio. Los basilios no solo se dedicaban a la vida contemplativa, la oración, el culto y el laboreo de su huerto, sino también a la enseñanza de las letras y humanidades. Extendieron el fervor religioso por la Virgen de Gracia a la diócesis y aumentaron su patrimonio con las cuantiosas donaciones que las gentes piadosas les hacían.
Deteriorado por la invasión francesa, la desamortización de Mendizábal hizo que se cerrara el convento y se disolviera la comunidad de frailes en 1835, posteriormente paso a manos del Ayuntamiento. Uno de los locales se usó como teatro (llamado teatro Los Amigos, que está abandonado), se instaló la cárcel del partido y una alfarería. Ya en el siglo XX se construyó un grupo escolar llamado Manuel Siurot y la calle Miguel Hernández. También se abrió de nuevo al culto el templo por reformas de la parroquia.
Durante la Guerra Civil se destruyeron todos los símbolos y objetos de significación religiosa, pinturas, retablos e imágenes, menos la Virgen de Gracia que luego desapareció.
Después el convento quedó abandonado, salvo algunos locales que fueron utilizados como cine, plaza de toros, molino de aceite y escuela. En 1956 se trasladaron los restos de los frailes de la maltrecha cripta a una tumba comunitaria del cementerio, donde hoy reposan. Entonces el templo se convirtió en Hogar Parroquial y en otro solar se levantó el Mercado Municipal de abastos.
Hoy sólo queda de todo ello un patio andaluz y una puerta lateral con portada manierista del siglo XVII.
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