Retrato de Carmen Otero
El retrato de Carmen Otero, llamado también La bella Otero, es un óleo sobre lienzo de 84,5 x 100 cm, propiedad de la Fundación Prasa. Se desconoce la fecha de realización, pero atendiendo al tema y las características del cuadro, podríamos incluirlo en su tercera etapa, la etapa manierista, aquella que va más allá de 1916 y llega hasta su muerte en 1930. El pintor deja atrás el sempiterno paisaje, la ciudad mítica y adorada, la naturaleza misma, que es sustituido por un fondo terroso y sin referencia alguna (como es de sospechar, la bella Otero no tiene nada que ver con Córdoba). En esta ocasión el pintor se ocupa del personaje, de sus lujosas telas y mantones, con colores siempre dorados y negros, sus joyas y peinado. Los rasgos físicos de la artista retratada ocuparán una mayor importancia. El moderno vestido, ajustado y descotado, sin mangas, servirá para realzar la piel de brazos y hombros de la modelo, piel que el pintor trata como si fuese otra tela más.
Características
La modelo, ricamente vestida, está sentada en un banco de piedra con las piernas cruzadas y mira al espectador a los ojos. Ataviada con un mantón de manila negro y un rico vestido dorado y verdoso, el pintor se recrea en sus brazos y manos desnudos, que en primer plano no sujetan nada, ni un abanico, ni un pañuelo, ni una figurita. En el cuadro solo podemos concentrarnos en su protagonista, una modelo excepcional, la bella Otero, que cautivó los escenarios de los años 20.
Referencias
Principales editores del artículo
- Infante (Discusión |contribuciones) [2]