Artesanía (La Rambla)
La artesanía rambleña se manifiesta principalmente en el uso que los alfareros hacen de una materia prima tan noble como es el barro, modelándola y convirtiéndola en objetos prácticos y funcionales o en los más bellos ornamentos.
La alfarería rambleña no tiene origen determinado en el tiempo, aunque se sabe con certeza que ya en la prehistoria los pobladores de esta zona cultivaban este oficio.
La alfarería tradicional se basaba en la fabricación de piezas principalmente funcionales: jarras de cuatro picos, macetas, lebrillos y por supuesto el botijo o “porrón” rambleño. La materia prima utilizada era el barro amarillento, “greda”, que se extraía de las canteras situadas en la localidad. Todo el proceso, incluyendo la preparación del barro y la fabricación de la pieza era totalmente manual, y por tanto agotador. Hoy día siguen existiendo alfarerías tradicionales y artesanales que conservan y siguen utilizando los denominados hornos morunos, de origen árabe, donde se cocían estas piezas.
En los años 30, la cerámica rambleña experimenta una transformación radical, debido principalmente a la introducción del vidriado, y con ello nuevas posibilidades decorativas. A partir de esta fecha la artesanía alfarera muestra un antes y un después, aunque intrínsicamente relacionados. De hecho, hoy día, como se puede apreciar en la Exposición de Cerámica, que se viene celebrando coincidiendo con la Feria en Honor a San Lorenzo, queda puesto en relieve ambas posiciones, por un lado una cerámica tradicional , y por otro una ornamental e incluso vanguardista.
Además de la alfarería, la artesanía rambleña cuenta con excelentes maestros en forja y madera. Cabría destacar a Sebastián Salado Ruiz cuyas tallas en madera han sido donadas al Excmo. Ayuntamiento de La Rambla.
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