Compañía Cordobesa de Electricidad

Anuncio tarifas (1893)

La Compañía Cordobesa de Electricidad (Cordova Electric Light) fue la primera empresa eléctrica que se creó en Córdoba y que operó entre 1893 y 1900. Sus principales accionistas fueron el conde de Albar-Fáñez y su hermano Prudencio aunque tuvo participación de empresarios locales. Fue miembro de la Asociación de la Industria de la Electricidad de España.

Llegada a la ciudad

A finales del siglo XIX la fuente de iluminación predominante era la luz de gas. Sin embargo, los avances en la energía eléctrica y la competencia entre las diferentes energías (alterna y continua) hizo que se avivara la llegada de la electricidad en las ciudades de España.

Así en Córdoba, la llegada de la electricidad como un bien de consumo, está ligada a la de la Compañía Cordobesa de Electricidad. El ingeniero Tomás Duch se instala en la ciudad en abril de 1893 con el objetivo de conseguir los permisos necesarios para comenzar a operar en la ciudad. Su primera actuación en la ciudad se encuentra en la feria de Otoño de septiembre de 1893 cuando alumbraron 22 focos de arco de decoración de influencia árabe. En agosto se conoce el pedido que realizan para la compra de dos grandes máquinas de vapor Babcock & Wilcox. En noviembre de ese año es sustituido en el cargo por Laureano de Tapia y abriendo oficinas en la calle San Felipe.

En marzo del 1894 se instalan las máquinas de vapor en su fábrica en las inmediaciones de la torre de la Malmuerta, en los terrenos que posteriormente constituyeron la fábrica de San Antonio, para comenzar a abastecer a la población con energía eléctrica, auque no comenzó con buen pie pues se produjo la dimisión en abril del gerente con públicas diferencias con la propiedad y perdiendo el contrato con el Ayuntamiento para la iluminación de la feria de ese año, cuestión que se hizo finalmente con la empresa del Gas.

Sin embargo comienzan a tender su red eléctrica por la ciudad a través de diferentes castillejos como el que instalan en la calle Pedregosa en el año 1895 o los del Gran Capitán en noviembre de 1898.

En octubre de 1894 anuncian que han llevado a cabo 599 instalaciones e iluminan las Casas Consistoriales de la ciudad. En junio de 1895 trasladan sus oficinas a la calle Duque de Hornachuelos, nº 1.

Desde ese año la empresa es dirigida por Manuel Tienda Argote que consigue la aprobación por parte del Cabildo Catedralicio de la iluminación de la Mezquita Catedral. Tras dos años en calle Duque de Hornachuelos, se mudan a la carrera de Cristóbal Colón, número 8, en junio de 1897.

Sin embargo, la compañía tuvo que atravesar dificultades financieras que le llevan a anunciar que "están en descubierto del dividendo pasivo" durante dos años consecutivos.

En agosto de 1900 se presenta una demanda contra la compañía por parte del cajero de la compañía, Cristóbal Cañete Baena por el "cobro de cierta cantidad de pesetas, réditos legales y costas" para lo cual saca a subasta dos facturas pendientes de pago por parte del Ayuntamiento de Córdoba de 5.157,02 pesetas y de 5.280,91 pesetas de la Diputación de Córdoba, además de la fábrica.

En abril de 1901, la empresa de electricidad de Casillas compra todo el material en subasta, así como los terrenos que tenía junto a la torre de la Malmuerta, que posteriormente vendería.

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