El atentado de la ETA en Córdoba (1996)

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El 20 de mayo de 1996, la organización terrorista ETA cometió un atentado en la Avenida de Carlos III de Córdoba, que resultó en la muerte del sargento de ingenieros Miguel Ángel Ayllón y dejó heridos a otros dos militares y a un matrimonio que pasaba junto al autobús militar en el momento del ataque. Este trágico suceso no solo causó pérdidas humanas, sino que también marcó profundamente a la comunidad local y a la familia de Ayllón.

Miguel Ángel Ayllón, de 27 años, estaba ese día esperando el autobús hacia el acuartelamiento de Cerro Muriano tras reincorporarse al servicio luego de una baja por un accidente. Vivía con su novia, Silvia, y ambos estaban comenzando a construir su vida juntos.

El Comando Andalucía de ETA no se conformó con un solo ataque. Además de la bomba que detonaron en un contenedor de basura, habían preparado dos coches con más de 200 kilos de amosal, estacionados cerca del primer atentado. Afortunadamente, estos explosivos no llegaron a detonar, ya que la Policía Local los encontró y desactivó esa misma tarde, evitando una tragedia aún mayor.

La explosión causó daños significativos en las viviendas cercanas, y la empresa Vimcorsa se hizo cargo de las reparaciones. A pesar del paso del tiempo, el exalcalde Merino afirma que el dolor no desaparece, y cada vez que pasa por Carlos III, se le eriza la piel al recordar aquel trágico día.

Los terroristas responsables fueron condenados a 351 años de cárcel, una sentencia que reflejó la gravedad de sus acciones.

Cada 20 de mayo, los padres de Miguel Ángel Ayllón, Manuel y Ascensión, acuden al lugar del atentado para rendir homenaje a su hijo, dedicándole una flor en el sitio donde fue asesinado. Esta tradición solo se interrumpió en 2020 debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19.

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