Manuel Arriaza

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Alcalde

Manuel Arriaza Mestre


Predecesor:
Francisco Díaz
Alcalde de Fuente Palmera
1934-1936
Sucesor:
Francisco Díaz


  • Nació y pasó su infancia en Ochavillo del Río. De profesión agricultor, tuvo dos hijos de un primer matrimonio con Concepción Machado Noguera: Josefa y José. Su mujer, Victoria Pérez Adame, también viuda, contaba con tres retoños, Juan, Antonio y Ascención Castel Pérez. Más tarde, del matrimonio entre ambos nacieron Patrocinio, Victoria, Marcela, Francisco, Manuel y Rafael.
  • Se trasladó con su familia a una casa situada en la calle Alfonso Lerroux nº 22 (actual calle Silillos) a la que los vecinos llamaban “El ayuntamiento”.
  • En las elecciones de 1.931 se presentó como concejal republicano para hacer frente a los partidos que detentaban el poder municipal. Aunque no consiguió ganar en la alcaldía a Francisco Díaz. Fue Segundo Teniente de Alcalde durante el gobierno socialista.
  • Como concejal de obras públicas realizó algunas mejoras en Ochavillo del Río como el arreglo de las pilas y los lavaderos y el empedrado de calles. Es bastante probable que el cambio de nombre de las calles y algunas actuaciones más se debieran a él, pero no hemos podido confirmarlo.
  • Cuando la derecha subió al poder con la CEDA, y el partido Radical Republicano se coaliga con esta, se producen en 1.934 las persecuciones de los ayuntamientos socialistas que quedaban en la provincia. Todos los socialistas fueron destituidos del ayuntamiento y él queda como Presidente de la Comisión Gestora Provisional. Después de estos hechos es cuando la derecha entra a gobernar junto con los republicanos y es nombrado Alcalde de Fuente Palmera. A finales de 1.935 mantiene una lucha constante con los concejales de Acción Nacional que lo quieren expulsar de la alcaldía y hacerse totalmente con el gobierno local. En 1.936 su partido se une al Frente Popular (republicanos, socialistas, comunistas y anarquistas) y ganan de nuevo las elecciones derrocando a la derecha. Este fue el detonante del acuartelamiento de la Guardia Civil y los falangistas.
  • Cuando se produjo el alzamiento militar se mantuvo al margen de la violencia en Fuente Palmera en esos días. Todos sus esfuerzos se centraron en proteger lo suyo y a su familia. Los hijos del primer matrimonio de Victoria, Juan y Antonio, acudieron a la llamada del valeroso Chimenoy cogieron dos caballos de su padre y armas que colgaron a sus espaldas para cabalgar junto a él a la defensa de la Colonia y de los pueblos de la comarca junto con otros muchos jóvenes de Ochavillo.
  • Después de los ataques militares de las tropas del Capitán Tello sobre la Colonia, deciden huir hacia la sierra hasta que todo se calmase. Atrás quedaron sus ilusiones y mucho esfuerzo, una rudimentaria máquina de segar recién adquirida, reservas de garbanzos, montones de trigo y ovejas y marranos que ocultaron en los tarajes próximos al Guadalquivir. En un almiar de paja escondieron un arca con una orza de chorizos y morcillas de la última matanza, y junto a ellos la bandera republicana. A los pocos días de viaje, ya en Villaviciosa, aprovechando la noche, decidieron regresar a Ochavillo a porlos víveres que habían guardado. Toda la comida había sido robada.
  • En plena sierra dudaban entre continuar o volver, pero si regresaban corrían el peligro de que fusilaran al padre, que entonces llevaba al hijo pequeño de un año de edad en brazos con sarampión y unas fiebres altísimas. Así estuvieron yendo y viniendo, solos en mitad del campo, con sus miedos y dudas, hasta que decidieron seguir adelante con las pocas bestias que llevaban y la lana de las ovejas que les servía de abrigo. Siguieron avanzando, durmiendo en el campo, debajo de un chaparro, cubiertos por un fardo, en una iglesia…, pasaron por Montoro, Pozoblanco, huyeron y huyeron, sin saber que aquel periplo de pánico duraría todo un año. Un día, tras el ruido de los obuses cayendo y las ametralladoras de los aviones en el aire. Los bombardeos eran continuos. Una bomba cayó cerca y el estruendo provocó un ruido ensordecedor y la onda expansiva les llenó de tierra la cara y la boca. Al fin llegaron a la localidad de Almacellas, Lérida, allá por tierras catalanas, donde cada uno de los hijos fue acogido por una familia. Luego les fue entregada una casa en las afueras del pueblo. Las cosas empeoraban.
  • La guerra se recrudeció. En 1.938 luchó junto a sus hijos en la Batalla del Ebro. Combatieron en las trincheras en el frente de Tortosa. Juan alcanzó el rango de Sargento del Ejército Republicano. Su mujer y sus hijas se acercaron hasta el puesto a llevar alimento a los hermanos y Josefa fue herida por un proyectil en la cabeza. A partir del 3 de noviembre los nacionalistas cruzan a la orilla derecha del río, comenzando la retirada de las tropas republicanas. La guerra se había perdido.
  • Tras aquel infierno decidieron regresar a Ochavillo del Río. El regreso les llenaba de pavor y el futuro era incierto, sobre todo para los perdedores. Consiguieron la protección de los Vargas, una familia de la burguesía rural afincada en Posadas, con los que les unía una cordial relación tras haber tenido arrendadas unas tierras de estos. Vivieron en la calle Santiago número 38 de aquella localidad. Sus hijos, Juan y Antonio Castell Pérez, cumplieron una condena de 4 años en la cárcel, hasta que por medio de avales e intermediarios lograro salir.
  • Manuel Arriaza terminó sus días trabajando en Posadas con la pena de no haber realidad su sueño de la República en Fuente Palmera, pero con la satisfacción de haber protegido y salvado a una familia que el día de mañana viviría en democracia y libertad. Manuel murió a los 63 años de edad por asma cardiaca. Lo más importante de todo esto es que una de sus hijas, Victoria, puede contarnos su testimonio gracias a la actuación de su padre.[1]



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Referencias

  1. Libro de González Sojo, Alberto. La República y la Guerra Civil en Fuente Palmera (1.931-1.939), páginas 111, 112 y 113. Edición Ayuntamiento de Fuente Palmera y Junta de Andalucía. 2009.

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