Rafael Márquez Muñoz "Mazzantini"
Rafael Márquez Muñoz "Mazzantini", nace el 21 de febrero de 1867 en la calle Mayor de Santa Marina, barrio de tradición torera en Córdoba. Llegando ha ser uno de los mejores piqueros de su tiempo.
En su juventud ingresó como vaquero en la ganadería de Rafael Molina Sánchez "Lagartijo" en la finca de "Córdoba la Vieja". Allí va adquiriendo conocimientos del ganado bravo. El primer Califa llegó a tener una buena estima por Rafael Márquez, tanto que llegó a ser padrino de su boda.
Como anécdota decía Rafael de su maestro: "me apreciaba tanto que me regaló en mi boda quinientas pesetas de aquella época".
Fue el empresario de la plaza de Córdoba "José Guerra" quien le anima a ser torero de a caballo, al ver en Rafael Márquez buenas dotes de caballita, por sus conocimiento de reses bravas y sus condiciones físicas. En la feria de mayo 1895 se presenta como piquero contratado en la plaza de los "Tejares", actuando esa tarde como el espada José Rodríguez Sánchez "Bebé Chico" , dando buen resultado su "probarse" en el pique de los astados.
Alternó su puesto de mayoral con la de varilarguero, ya que siempre que desplaza alguna corrida por la condición de su oficio echaba el traje por si lo contrataba algún torero, como así fue, ya que en 1906 entrados en años Rafael actuó en varias corridas con Fermín Muñoz "Corchaíto" contratándole la temporada de 1907 para marchar a Méjico. Ese atravesar el chaco, fue el motivo por el cual, dejó definitivamente su cargo en la ganadería del marqués de Castellanes, para dedicarse de pleno a su nueva profesión de "piquero".
Fueron innumerables los maestros famosos que lo llevaron en sus cuadrillas. Estuvo tres temporadas a la ordenes de Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" (Padre), alternado como compañero de lidia con famoso picador Manuel de la Haba Bejarano "Zurito" ; pasando posteriormente por las cuadrillas de "Curro Posadas", "Bombita", Rafael González Madrid "Machaquito" , "Algabeño", Rafael "El Gallo", "Juan Belmonte", "Curro Martín Vázquez" y otros.
Como demostración de lo mucho que estimaban los diestros a "Mazzantini" , es elocuente lo que decía una carta de despido que recibió, añadiendo el siguiente comentario:
- yo he tenido el orgullo de no haber recibido carta de despido más que de un solo matador de los muchos que actué. Fue de Agustín García "Maya"-. La carta decía así: "Usted, amigo Rafael, sabe lo que yo cobro por torear. Y se hará cargo de que me es imposible pagar treinta duros a un picador. Mas por tratarse de usted y haciendo un esfuerzo, podría alarme hasta veinticinco…".
Se mantuvo en el mundo activo del toreo hasta el año 1939 en cuya temporada estuvo a las órdenes del diestro "Florentino Ballesteros"; contaba entonces "Mazzantini" la edad de setenta y dos años, cosa insólita en la actividad del oficio de los toros. A pesar de la avanzada edad no se encontraba vencido, pues era fuerte y mantenía esbelto su físico. Llegó a prolongarse su vida hasta los 91 años llegando a ser en España el decano de los picadores. Muere 2 de octubre de 1958. El Ayuntamiento de Córdoba reconoció su labor dando nombre a una calle en el barrio dónde está ubicada la plaza de toros "Los Califa".
Fue un hombre querido por sus amigos y familiares que dejó la profesión que practicó en lo más alto, ya que él no barrenaba al toro, sino que lo mantenía apretando desde lo alto, sin darle la puntilla de muerte.
En su ancianidad se le veía sentado como un castizo cordobés en el negocio que tenía su hijo Antonio en la Rejas de don Gome; siendo admirado por los jóvenes del barrio de San Agustín que aspiraban a ser algo el mundo del toro, como su nieto Antoñín Márquez que tuvo intento de seguir la profesión del abuelo, o de aquél que pudo ser torero y se quedó como becerrista por razones de salud, José Cañete Torres apodado también "Lagartijo", o como "El Moreno" que sólo aspiraba a ser mozo de espada.
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