Medio
Es corriente en los bares y restaurantes de nuestra ciudad pedir un medio de vino, siendo atendidos de inmediato con una exquisita copa de nuestros excelentes caldos de Montilla-Moriles. El visitante foráneo se queda sorprendido de que al pedir un medio, la copa se sirva llena, mientras que si pide una copa de vino, ésta se llene por la mitad más o menos, justamente al revés de lo que su nombre parece indicar. La explicación es bien sencilla, pues el medio históricamente se ha referido a medida de cantidad. Cuando pedimos un medio estamos pidiendo en realidad medio cuartillo de litro, así, en los catavinos de medida estándar, dos medios corresponde a un cuarto de litro, cuatro a medio litro y ocho harían un litro exacto.
La copa de vino, por contra, contiene una medida de líquido habitual de todas las copas cualquiera que sea el licor vertido, entre la mitad y las tres cuartas partes del recipiente en que se sirvan. He aquí el porqué el medio de vino se sirve entero y la copa por la mitad (o los tres cuartos) del catavinos.
En invierno el vino en Córdoba se toma natural,a temperatura ambiente, en su catavinos, y en verano suele tomarse frío, aunque los puristas reniegan a ultranza de esto último, pues las bajas temperaturas en el caldo le restan importantes cualidades organolépticas, tales como sabor, aroma, textura, etc. En estos casos y debido a los rigores del verano cordobés, habitualmente por encima de los cuarenta grados en la ciudad, suele tomarse mitad y mitad, es decir, mitad frío y mitad natural, con lo que se consigue que el vino esté en su punto óptimo, que es ni frío ni caliente, sino fresco. Tradicionalmente el medio tiene tres cortes, esto es, debe tomarse en tres tragos.
El cristal del catavinos debe ser, a opinión de los expertos, de borde fino y dejar lágrima al vaciarse, esto es, quedar minúsculas gotas de vino adheridas a sus paredes.
Es costumbre entre los habituales consumidores de vino fino no tomarlo jamás antes de las doce del mediodía (a excepción de si se vuelve de un entierro, con lo cual se puede y se debe saltar la regla horaria, pues quien va a un entierro y no bebe vino, el suyo viene de camino siendo esto más que un refrán, una norma obligada de muchos cordobeses, incluso entre los que no toman vino). En contraposición a la hora del mediodía existe otro refrán que dice: si quieres conservarte como el bronce, no te pierdas el medio de las once, debiéndose posiblemente esto al cambio de horario.
En verano y con el objetivo de aplacar la sed y refrescar la garganta, se suele tomar primero una cerveza, antes de degustar un medio de buen vino de nuestra tierra, costumbre de gran raigambre en la ciudad, a la que se denomina con la expresión típicamente taurina de regar la plaza.
Se denomian corona el espacio existente entre el filo de la copa hasta donde comienza el líquido. Si el cliente ha pedido un medio, esta corona no debe existir o ser mínimamente apreciable.
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