Virgen de la Salud (Zapateros)
Devoción y culto a la Virgen de la Salud
Fue la devoción más querida por los zapatereños de todos los tiempos en los primeros años del siglo XIX, la trayectoria histórica de esta imagen de la Virgen pudo tener su inicio en los mismos orígenes de la aldea coincidiendo con la construcción de la primera iglesia. Existen datos que demuestran que este primer templo del poblado estuvo bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud. También existen documentos fechados en el año 1811 que nombran a la iglesia de la aldea con la advocación de la Salud y San Jerónimo conjuntamente.
Un elemento que afianza aun más esta hipótesis de la antigüedad en la devoción a la Virgen de la Salud es, sin duda, la datación histórica de la actual imagen de la Virgen del Rosario, (antigua Virgen de la Salud) que, pese a las alteraciones sufridas en las recientes restauraciones, sigue conservando algunos elementos originales como son el rostro y las manos que han permitido catalogarla estilísticamente.
Se desconoce el autor de la obra ni la fecha de realización, ha sido relacionada como una imagen salida del taller que tuvieron las hermanas María Feliz y Luciana Cueto Enríquez de Arana, en la ciudad de Montilla, hacia la primera mitad del siglo XVIII. La atribución se basa en la coincidencia estilística que guarda esta imagen con otras que realizaron dichas escultoras. La producción de éstas se encuentra muy repartida por los pueblos de la comarca, entre ellos el de Aguilar (de donde pudo proceder originariamente esta imagen).
En 1803, la imagen de la Virgen de la Salud residía en él ocupando, por entonces, el único altar existente de la iglesia. Se sabe que, durante ese tiempo, se hizo cargo del cuidado de la iglesia de Zapateros uno de los mayores benefactores de la Virgen de la Salud, Fernando de Doblas y Gamboa, quien ocuparía largo tiempo el cargo de Mayordomo de su cofradía.
A Fernando de Doblas y Gamboa, se debe la iniciativa de propagar la devoción de los vecinos a la Virgen de la Salud, construyéndole un camarín en el presbiterio de la iglesia. Para este proyecto contaban con unos terrenos colindantes a la cabecera del templo que les había cedido el Ayuntamiento de Aguilar para levantar, en ellos, el cementerio de la aldea. Así, ocupando un trozo de este solar, se construyó el aposento mariano, quedando concluidas las obras en agosto de 1811, fecha en la que se solicita la bendición de dicho espacio y la autorización para la instalación de la imagen.
Concluido el trámite eclesiástico de bendición del camarín, se tuvo que verificar un nuevo expediente como fue la donación, de los terrenos donde se había levantado la fábrica del camarín. Todo parece indicar que, al someter la titularidad parroquial a la advocación de la Virgen, este templo se pudo denominar así desde su origen. No bastante, en los años iniciales del siglo XIX, lo hemos encontrado nominado ya en varios documentos con una doble titularidad, ésta es, la de la Virgen y la de San Jerónimo.
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