Vizconde de Villanueva de Cárdenas
Vizconde de Villanueva de Cárdenas fue un noble y político español.
Posteriormente Conde de Villanueva de Cárdenas es un título nobiliario español creado por el rey Felipe V en 1711 a favor de Pedro Alfonso Gómez de Cárdenas y Herrera, II vizconde de Villanueva de Cárdenas. Su nombre se refiere al municipio de Villanueva de Cárdenas, más tarde Villanueva del Rey, de la provincia de Córdoba.
El primer Vizconde de Villanueva de Cárdenas fue padre de Pedro Alfonso Gómez de Cárdenas y Herrera, II vizconde de Villanueva de Cárdenas y luego I conde de Villanueva de Cárdenas;
Año de 1708
Según los Anales de Córdoba[1]
Nevó en Córdoba tres días seguidos por el mes de enero y catorce noches, con lo que se experimentó un frío extraordinario en este país y aun en toda Europa fué tal, que no hay memoria de otro semejante. A causa de las nieves padecieron tanto los sembrados. que parecían barbechos. Continuó la carestía del año anterior y fueron muchas las necesidades. El trigo llegó a valer más de setenta reales y para Sevilla y los puertos se vendió a cien reales. Se hizo pan de cebada, de habas, de garbanzos y hasta de alverjones. La gente pobre perecía y todos los días se hallaban hombres, mujeres y niños muertos por las calles. El Obispo don Fray Juan de Bonilla, dió todo el invierno una cuantiosa limosna a la puerta de su Palacio y llegó a distribuir cincuenta y tres fanegas de trigo diarias. Asimismo se dió toda la Cuaresma un potaje en la Inquisición, edificio que se eligió por su amplitud, porque acudían doce mil personas, promoviendo esta limosna don Diego de Cabrera, yerno del Vizconde de Villanueva y otros caballeros. En tal situación, se determinó publicar un bando el día primero de febrero, en que se mandaba que en el término de veinticuatro horas saliesen de Córdoba todos los forasteros. Se vendía el pan de cebada a cinco cuartos, el de trigo y cebada mezclados a seis y medio, y el de trigo solo a siete y medio El Ayuntamiento dió de comer a los pobres todo el mes de abril un cocido con carne y berza, en el que gastó quince mil reales. Desavenido el Rey don Felipe V con el Pontífice Clemente XI, resolvió cortar las relaciones de España con Roma, y el viernes 15 de noviembre, se publicó un bando en que se mandaba que ninguna persona, pena de ser tenido por traidor y otras, fuese osado a tener comercio temporal con Roma, aunque fuese de español a español ni de padre a hijo, y que, en cuanto a lo espiritual, siguiese el comercio, pero bajo la advertencia que las mismas penas y otras no remitiesen dinero a Roma en letras ni en especie, aunque fuese por bulas, ni sobre cosa espiritual. |
Referencias
- ↑ Anales de Córdoba. RAMÍREZ DE LAS CASAS DEZA, LM
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