Antonio de Dios Moreno "Conejito"
Torero, conocido por "Conejito", nace en el Barrio del Matadero Viejo Córdoba el día 18 de septiembre de 1871, hijo de Antonio de Dios y de Rosa Moreno. Llegó a ser sobrino político de Rafael Molina Sánchez "Lagartijo".
Como los toreros de su época, los primeros pasos los realizó en el entorno del Matadero. En un principio, fue miembro banderillero de la Cuadrilla de Niños Cordobeses junto a José Rodríguez Sánchez "Bebé Chico". Con rehiletero estuvo a las ordenes de “Bebé Chico”, probando el estoque el año 1890 en Jumillas (Murcia) dándole buen resultado. Al ver su éxito abandonó los palos para actuar como novillero.
En años siguientes participó en numerosas corridas, presentándose en Madrid el 9 de julio de 1893 matado reses de Pérez de la Concha junto a “Bebe Chico” y “Bombita”, quedando bien. Por este motivo en la temporadas posteriores fue uno de los novilleros que más contratos obstine. Su protector Rafael Guerra Bejarano "Guerrita" le concede la alternativa el 5 de septiembre de 1895 al cederle el toro “Portero” en Linares (Jaén), con reses de Orozco y en presencia de “Bombita”.
Su presentación en Madrid fue el 11 de julio de 1897 ocurriendo un caso singular. Y es que “Conejito” se negó a recibir la confirmación de manos de “Minito” por seguir la recomendación de su protector “El “Guerra", ya que éste le dijo: -Antonio yo te “j´e dao” la alternativa y no tienes porque confirmar "na". Triunfó aquella tarde, pero se desató una gran campaña en contra del diestro y éste tuvo que claudicar poco después, confirmándola definitivamente de manos de Antonio Moreno “Lagartijillo” el día 8 de mayo de 1898 con el toro “Cartujo” de Vicente Martínez.
Estuvo varias temporadas alternado con los matadores-punta de aquella época. El 12 de abril de 1903 en Barcelona, - plaza de las Arena- tuvo un percance al ser cogido por el toro “Cariñoso” que le dio una terrible cornada en el muslo derecho, llegando a estar en peligro de muerte, como consecuencia de ésta ya no pudido torear el resto de la temporada. Desde esta cogida “Conejito” perdió muchas facultades que consecuentemente le mermaron contratos. Permaneció lidiando en años sucesivos en contadas ocasiones, al ver reducidos sus participación en los ruedos y al no tener crédito como matador, tomó la determinación de retirase, despidiéndose el 8 de octubre de 1908 en Madrid donde despachó al toro “Catalán”, color castaño de Áurea Gómez -que brindó a la Infanta Isabel- obteniendo un clamoroso éxito. Se recluyó en Córdoba pero al cabo de cuatro años de una forma inesperada vuelve a los ruedos el 18 de agosto de 1912 en la plaza francesa de Toulouse alternando con “Camisero”. Actuó en Málaga el 25 del mismo mes, el 29 de septiembre en la Barcelonesa para terminar definitivamente como matador de toros al siguiente año, concretamente el 23 de marzo de 1913 en la plaza de Vista Alegre (Madrid), alternando con “Bienvenida y Vázquez II lidiando reses de Olea. Se le dio un homenaje-benéfico el 5 de julio de 1928 en Barcelona con la partición del rejoneador Antonio Cañero Baena, “Chuicuelo" y “Niño de la Palma”, lidiando toros de Terrones. Fallece en Córdoba el 1 de junio de 1931.
Antonio de Dios “Conejito”, tuvo gran éxito en su juventud, fue muy castigado por los toros que le mermaron posibilidades en su carrera artística. Sabía manejar el capote y muleta, haciendo faenas buenas llenas de arte e inteligencia que le permitían tener dominio sobre las reses. Con el estoque no era brillante pero cumplía y era eficaz. Se defendió valerosamente en los ruedos ocupando un honroso puesto entre los lidiadores de su tiempo. Toreó 289 corridas y estoqueó 711 astados.
Anécdotas
- Conejito no tuvo nada más un hijo varón, en cual se volcaba hacia él con regalos. Un día el niño le dijo: -Papa yo quiero un borriquito. El padre sin pensarlo dos veces llevó una noche un bullito recién nacido y se lo ató a la cama. Cuando se despetó el crío no se lo podía imaginar y de alegría lo metió en la cama. “Conejito” le dijo: -El próximo te traigo un becerro “pa” que vayas a acostumbrándote “atorear”.
- Rafaela la mujer de Conejito estando ya viuda y viviendo en una modesta casa de la calle Arroyo de San Andrés, tenía que soportar casi a diario las proclamas de un borrachín que se llama “El Kaiser”, que cuando iba a recogerse a su domicilio de la calle Ocaña y ya estando bien cargado con efluvios de “Baco” se paraba en la puerta de Rafaela y con voz potente decía: -¡Qué viva el “Conejo”!, el mejor de los toreros... Al pronunciar esta frase se marchaba dando tumbos con la chaqueta recogida y echada al hombro, como si se la hubiera dicho al torero en una de sus afamadas lidias.
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