Asalto al Banco de Santander (1996)
La mañana del 18 de diciembre de 1996 Lavazza junto a tres cómplices (Giovani Barcia, Giorgo Eduardo Rodríguez y Michele Pontolillo) perpetraron en Córdoba el que hacía su atraco número ocho a una entidad bancaria en España.
A las ocho de la mañana disfrazados con narices postizas y pelucas, entraron en la oficina principal del Banco de Santander en Córdoba, en la Plaza de las Tendillas. Tras forzar las cajas de seguridad, Lavazza y los suyos se hicieron con un botín de más de 71 millones de pesetas en efectivo y 28 en joyas. Los cuatro lograron escapar con un vigilante de seguridad, Manuel Castaño, como rehén.
En la fuga, al percatarse de que un coche de la policía municipal los perseguía, Lavazza, que hacía de jefe del grupo, se bajó del automóvil y con un subfusil semiautomático disparó una ráfaga de tiros a las dos agentes que viajaban en el vehículo:María de la Soledad Muñoz y María de los Ángeles García.
Posteriormente son detenidos. Fueron condenados a casi 200 años de prisión.
Un monolito las recuerda en los Llanos del Pretorio donde la banda de Claudio Lavazza y sus cómplices perpetraron uno de los sucesos más trágicos que recuerda esta ciudad.
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