Discurso sobre la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Córdoba
Discurso de Félix Cañal Santos, director de la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Córdoba
Un día inolvidable del año 1981, salimos del Conservatorio Superior de Música, donde habíamos pasado unos felices años como alumnos y posteriormente como profesores. Caminamos unos minutos en dirección a la Judería, y a la derecha nos detuvimos en una pequeña plaza, ante un monumental edificio, entramos por una puerta grande, alta, al interior de una casa que, popularmente, era conocida como del "tío del queso", aunque, hablando con más propiedad, era el Palacio de las Quemadas. Tan importante es el inmueble, que ha merecido ser incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como bien declarado de Interés Cultural. Por si esto fuera poco, y dado su enclave en la Judería cordobesa, forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Parece ser que, junto a la Facultad de Filosofía y Letras, son los dos únicos centros de enseñanza que gozan de tal categoría en el mundo. Lo que en realidad íbamos buscando y lo que necesitábamos urgentemente eran unos espacios -cuantos más mejor- donde albergar a tantos jóvenes, que deseaban aprender Arte. Llegamos con una enorme ilusión. No necesitábamos más. Había nacido la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Córdoba.
Pasó un tiempo. El Centro requería una adaptación, algún aula más, vestuarios, reforzar los suelos, los techos... Se impuso el abandono "provisional del Centro, con incomodidades y problemas que, inevitablemente, repercutían en la calidad de la enseñanza, pero que no mermaban nuestro entusiasmo. Finalizado ese curso de exilio forzoso, volvimos a nuestro remozado Centro. Recién lavado y pintado nos parecía el mejor del mundo.
¡Cuántos proyectos albergábamos en nuestras mentes!. Sobre un improvisado y tambaleante tablado-escenario, instalado en el patio interior de columnas, con un puñado de focos recalentados en quién sabe cuántos escenarios de España, que adquirimos pagándolos en infinidad de plazos, un cañón de luz que es pieza digna de museo, -todo el material que aun conservamos, ¡a ver, si no!-, unos pocos "trapos" que con imaginación y buena voluntad llamábamos "vestuario", pocas cosas más y una gran pasión, comenzamos a dar vida a los personajes más diversos de la historia del Teatro, a propagar la voz de los poetas...
Habían comenzado de una manera oficial e ininterrumpida los Festivales de Teatro. Posteriormente comenzaron a denominarse "Talleres". Nuestras ideas sobre las actuaciones ante el público han estado siempre muy claras, en ellas hemos volcado gran entusiasmo y hemos puesto todos los medios a nuestro alcance. Nuestra Escuela se ha caracterizado por su empeño en hacer prácticas teatrales, pues pensamos que el teatro se aprende, sobre todo, actuando ante el público. En estos años pasados, con nuestro esfuerzo secundado por un puñado de alumnos y alumnas, hemos construido una Escuela Superior de Arte Dramático considerada y reconocida como una de las mejores del territorio nacional.
Es cierto que desde el principio tuvimos a nuestro lado a un hombre que nos orientó en la hermosa tarea. El había sido nuestro profesor: D. Miguel Salcedo Hierro, catedrático de Interpretación y director durante la primera etapa de la Escuela. Consiguió que el ministerio de Educación adquiriera el edificio donde impartimos las clases. Años más tarde, hizo posible que Julio Anguita, entonces alcalde del Ayuntamiento de Córdoba, cediera dos casas colindantes para la ampliación de la Escuela. Hoy disfruta de su jubilación y, entre otras ocupaciones, es Cronista de la ciudad de Córdoba. A él nuestro sincero agradecimiento.
La consejería de Educación de la Junta de Andalucía, después de unos años de espera, dio el visto bueno a la ejecución del proyecto de construcción de un nuevo edificio que consiste básicamente en aulas y en un teatro que está a punto de terminarse.
Un acontecimiento notable que hay que destacar es que, con la implantación de la LOGSE en nuestra Comunidad Autónoma, por decreto, desde el 1 de julio de 1995, ha tenido lugar la separación de los estudios de Arte Dramático y de Danza, aunque permanezcan compartiendo el mismo edificio. Juntos hemos trabajado, -en tiempos difíciles, sin apenas medios, con todo tipo de necesidades-, un grupo de profesores, una minoría que, en estos tiempos, aun mantenemos la común ilusión de que el arte y la cultura son algo serio e imprescindible en un pueblo civilizado como el nuestro y por lo que merece la pena trabajar.
Con la LOGSE los estudios de Arte Dramático son de carácter superior. Constan de cuatro cursos. Es posible acceder a ellos estando en posesión del COU o el bachillerato LOGSE. Nuestra Escuela tiene la especialidad de Interpretación, aunque por decreto tendría que impartir al menos dos de las tres posibles especialidades (Interpretación, Dirección escénica y Escenografía). La titulación que reciben los alumnos al finalizar la carrera es de Licenciatura a todos los efectos. El Centro pertenece a la consejería de Educación de la Junta de Andalucía y los estudios, aun siendo Superiores, así como su titulación, son no universitarios y se rigen por las mismas normas que las enseñanzas medias.
Una de las características de esta Escuela es que está abierta a la ciudad, mostrando periódicamente sus trabajos de prácticas escénicas ante el público, colaborando con entidades culturales como Ayuntamiento, Diputación, Ateneo, Gran Teatro, diversas asociaciones, etcétera. Mantiene, en la medida de lo posible, una presencia en los pueblos de la provincia a través de actuaciones teatrales, cursos, talleres... Félix Cañal Santos. Director de la E.S.A.D. de Córdoba (Discurso pronunciado con motivo de la entrega de la Fiambrera de Plata del Ateneo de la ciudad a la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba el 15 de junio de 1996.
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