Enclave Geográfico
Fuente la Lancha es un pueblo enclavado en el denominado Valle de los Pedroches, en el norte de la provincia cordobesa; teniendo como localidades más próximas por límite: Hinojosa del Duque, hacia el oeste, Villaralto, en dirección norte, y Villanueva del Duque, hacia el este. El pueblo pertenece al partido judicial de Peñarroya-Pueblonuevo, y su término municipal tiene una superficie de 7,8 kilómetros cuadrados.
Rodeado por un paisaje básicamente conformado de encinar y dehesa, el núcleo urbano está ubicado sobre una loma que divide las vertientes del arroyo Lancha y del río Guadamatilla. El primero queda situado hacia el oriente y está adornado por una bellísima y frondosa alameda que le escolta y acompaña, hasta fundirse corriente abajo con el ya nombrado río Guadamatilla, situado éste último en dirección oeste de Fuente la Lancha. Asímismo, el pueblo está atravesado, de oriente a poniente, por la carretera comarcal C-420. De Fuente parte también una carretera con dirección a Villaralto, que facilita enormemente la comunicación entre ambos pueblos, ya que antes de su construcción era casi imprescindible cruzar Villanueva del Duque para ir de un pueblo a otro.
Fuente la Lancha es una zona muy abundosa en fuentes y pozos: entre las más conocidas de las primeras, destacan “La Fuente Dulce” y “La fuente del Tejar”, utilizadas durante una larga época por el pueblo como suministro de agua potable. Referente a los pozos, es necesario decir que casi todas las casas gozan de uno propio; aunque entre tanta abundancia es digno mencionar al denominado “Pozo de la Miseri” que, en otro tiempo, vino a cumplir la misión de lavadero, pues era muy frecuentado por mujeres del pueblo que acudían a él para realizar sus laboriosas coladas.
Al norte y al sur de Fuente la Lancha, el Ayuntamiento es dueño de unos campos sin cultivas llamados ejidos, y que, en otro tiempo, durante los meses del verano, eran dedicados alas faenas agrícolas de cosecha. Últimamente, como en otros tantos pueblos de la zona, estos terrenos baldíos, próximos al núcleo urbano, no tienen la utilidad agraria de otro tiempo. Las cosechadoras, junto a todo tipo de modernas maquinarias agrícolas, han desplazado aquel trabajoso laborear de las parvas en la era hacia otros medios mecánicos mucho más rápidos y efectivos; quedando los ejidos como silenciosas portales, como veladas imágenes o húmedas fotografías de una época no demasiado lejana, ya marchita y desvaída en el recuerdo. Por otra parte, el pueblo tiene excelentes zonas de cultivo entre las que se podrían mencionar: “La Vega”, “Las Viñas”, “Las Cumbres”, “Areneros” , “El Pocito”, etc... Todas ellas son tierras de buena producción y bien apreciadas por los agricultores de Fuente la Lancha. También posee el pueblo otros terrenos, denominados “El Campillo”, tierras normalmente compartidas entre casi todos los habitantes del núcleo urbano. Por último, es digno mencionar los terrenos de “La dehesa”; finca situada al sur de Fuente la Lancha y que, previo pago mediante subasta al Ayuntamiento, es cultivada por los agricultores del lugar. Donde se inicia la dehesa, a un escaso kilómetro de la población, se ha erigido reciamente una muy bella ermita, destinada al culto y a recibir la imagen de Ntra. Sra. de Guía durante sus correspondientes días de estancia en la localidad.
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