Fuentes del Paseo de Córdoba

Con el soterramiento de las instalaciones ferroviarias en la década de los noventa del siglo XX, la ciudad, además de espacio para la construcción de nuevas viviendas y equipaciones, consiguió un magnífico paseo de varios kilómetros de longitud sobre la propia losa de cierre del túnel ferroviario.

En este paseo nominado oficialmente Paseo de Córdoba y popularmente conocido también como "Paseo marítimo", el agua juega un papel importante merced a las numerosas fuentes que se construyeron para paliar con su presencia y efecto refrescante, en la medida de lo posible, la ausencia de grandes masas forestales que por la propia estructura de la superficie no eran posibles.

Especialmente numerosas son en el tramo comprendido entre las glorietas de los Llanos de Pretorio y de las Tres Culturas, donde se ubican seis fuentes formadas por un pórtico del que cae el agua a modo de catarata a un estanque con cuatro niveles escalonados que salvan el desnivel entre el suelo del paseo, cubierta del túnel, y el terreno circundante que se encuentra al nivel de la Avenida de América. Además, en este mismo tramo y próxima a su extremo oeste, se encuentra una amplia zona provista de docenas de surtidores que manan del propio suelo y que, sin ningun tipo de barrera arquitectónica, permite a los viandantes caminar entre ellos buscando el refresco de sus aguas, lo que hace las delicias especialmente de los niños.

Junto a la estación del ferrocarril, un gran estanque con tres grandes surtidores refleja en sus aguas la fachada del moderno edificio.

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