Gastronomía de Nueva Carteya
La gastronomía carteyana está influenciada totalmente por el principal recurso de este municipio, su aceite de oliva. Bajo la Denominación de Origen de Aceite de Olivia Virgen de baena, es considerado como uno de los mejores del mundo y testimonio de su calidad es la fuerte dedicación que existe por parte de sus ciudadanos en la elaboración de este producto.
Principal orgullo de sus habitantes, este oro líquido se combina perfectamente con productos de las huertas e ingredientes autóctonos que nacen de esta tierra, generando unos platos únicos con sabor y aroma exquisitos. Asimismo, hay que hacer referencia al tradicional y largo proceso de obtención del mismo, que comienza en los olivares que circundan la villa y acaban con la transformación en las almazaras de la aceituna en puro zumo natural, convirtiéndose en un arte puro y digno de seguirse paso a paso. Es indudable que este producto natural es fuente de salud y calidad de vida. Pilar fundamental de la dieta mediterránea, tan alabada en la actualidad, el aceite de oliva es un alimento rico en vitamina E, betacarotenos y un tipo de grasa vegetal monoinsaturada que confiere unas propiedades cardioprotectoras. Además, son espectaculares los beneficios de este líquido bajo la forma de jabones y cosméticos. Pruebas de estas fuentes de salud son platos como el mojete de "papas" (patatas fritas cubiertas por una sabrosa salsa a base de perejil, ajo y miga de pan), las migas con tocino y chorizo, plato muy tradicional en los lluviosos días del invierno; el salmorejo cordobés, imprescindible para refrescarse en los calurosos días de verano; las naranjas con aceite, manjar muy sencillo y delicioso que tradicionalmente se consume en la época de recolección de la aceituna; el "remojón", costumbre típica en Semana Santa que consiste en introducir en aceite de oliva el pan recién salido del horno y acompañarlo con tomate y unas aceitunas; o los desayunos molineros, molletes de pan con aceite de oliva y acompañado de bacalao, jamón serrano o aceitunas.
Por otra parte, es necesario destacar los extraordinarios vinos que esta villa produce, de reconocida calidad bajo el amparo de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Son vinos finos, pálidos y secos, criados en madera de castaño y en soleras antiquísimas. Suaves y ligeramente amargosos, son ideales para acompañar con tapas, entremeses, aperitivos o mariscos, así como para aromatizar diversos platos de su gastronomía. La repostería es otro de los puntos fuertes de nuestra gastronomía, también muy ligada al aceite de oliva. Cada festividad tiene asociada unos dulces típicos que se elaboran artesanalmente en las casas particulares y confiterías y reposterías del municipio. Destacan los denominados dulces de sartén, sobre todo en época de Cuaresma, como los pestiños, flores, gajorros o buñuelos; y los dulces de horno como los bizcochos, roscos y magdalenas, que fácilmente se adquieren durante todo el año en sus reposterías. El gusto por la tradición se refleja en las labores artesanales carteyanas. De nuevo, el olivo se configura como materia prima, destacando sobre todo el uso de la madera de olivo para la elaboración de utensilios de labranza para el olivar e incluso mobiliario para el hogar y el uso de la vareta de olivo para la fabricación de canastas, canastillas, envoltorios de garrafas, etc. En menor medida, se confeccionan coloridos tapices a base de algodón, esparto, seda, lino o lana.
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