Hermandad de los Santos Mártires
Al igual que ocurre con la hermandad del Santísimo Sacramento, pocas son las noticias que nos quedan de la de los Santos Mártires de Córdoba. Se sabe que fue fundada o reorganizada en 1673, casi un siglo después del hallazgo de las reliquias de los Santos Mártires. En 1742 se fusionó con la del Santísimo Sacramento y decidió emprender la realización de la actual capilla del Sagrario de la parroquia de San Pedro, donde se custodia el arca de plata con las reliquias. Las reglas de la fusión establecen la realización de un octavario anual a los Santos Mártires, pero poco más dicen acerca del culto a éstos, ya que parece ser que dichas reglas de la hermandad fusionada tienen como base las de la preexistente hermandad del Santísimo Sacramento.
La capilla del Sagrario y de los Mártires fue terminada en 1757. En 1790 se concluyó la actual urna de plata con los huesos de estos titulares, y que tiene la siguiente inscripción: “Siendo pontífice nuestro Santísimo Padre Pío VI, Rey de España Carlos III, obispo de Córdoba el Excmo e Ilmo. Sr. D, Antonio Caballero, rector de esta parroquia el Sr. D. Juan Tello y Castillejo, Hermano Mayor D. Alfonso Mellado, se hizo este tercer relicario con las limosnas de los devotos cordobeses, fabricado por D. Cristóbal Sánchez y Soto, artífice de platería, natural de esta ciudad y se concluyó para el 26 de noviembre de 1790 en que se celebrara la Invención de las Sagradas Reliquias”. La traslación de los huesos a la nueva urna no tuvo efecto hasta el día 4 de mayo de 1791 por hallarse el obispo en visita pastoral.
Durante más de dos siglos y medio, la hermandad fusionada del Santísimo Sacramento y los Santos Mártires rindió culto a sus titulares, pero fue decayendo en su número de hermanos y en sus disponibilidades económicas. El último momento de esplendor tuvo lugar en 1975, cuando se cumplió el IV Centenario de la Invención (hallazgo) de las Sagradas Reliquias. Era entonces hermano mayor Ángel Raya Martínez (q.e.p.d.), y párroco de San Pedro Julián Caballero Peñas (q.e.p.d.) que organizaron una serie de actividades religiosas y culturales, entre las que destacaron la representación del auto sacramental *No hay más fortuna que Dios*, de Calderón de la Barca, por alumnos de Arte Dramático; la celebración, después de varios siglos, de una misa de rito mozárabe en la parroquia de San Pedro, los cultos a los Santos Mártires —que ese año alcanzaron inusitado esplendor— y la preparación de un ciclo de conferencias sobre historia y religiosidad.
La coincidencia de fechas de algunas de estas actividades con la muerte de Francisco Franco impuso la cancelación de parte del programa.
En cualquier caso, el paso del tiempo fue viendo la decadencia de la hermandad, cuyo último hermano mayor, hasta la fusión en 2000 con la cofradía de la Misericordia, fue Pedro Redondo Gutiérrez (q.e.p.d.).
Bibliografía
Principales editores del artículo
- Aromeo (Discusión |contribuciones) [2]
- Eluque (Discusión |contribuciones) [1]