Miguel Martín Rodríguez S.J.

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'Miguel Martín Rodríguez, padre Martín'
P.Martín.jpg

Religioso jesuita

Nacimiento: 1918
Cúllar Vega (Granada)
Fallecimiento: 2012
Málaga
Reconocimientos: Homenaje en la iglesia de los Dolores por su dedicación a Dios
Destacado: Siempre atento a las necesidades de los demás, hizo de puente con la ayuda que prestan personas pudientes hacia los más humildes y frágiles

Contexto histórico

Décadas: 1960 - 1970 - 1980 - 1990 - 2000 - 2010

Miguel Martín Rodríguez S.J., religioso jesuita nacido en Cúllar Vega en 1918 y fallecido en Málaga en 2012. Fue conocido popularmente como El padre Martín de San Hipólito, toda una institución como referente en la Comunidad de jesuitas de Córdoba.


Biografía

Nace en Cúllar Vega provincia de Granada el 10 de enero de 1918.

Comienza a estudiar Física y Química en la Universidad de Granada; siente la llamada del Señor para entrar como jesuita y abandona sus estudios. Ingresa como postulante en el noviciado que la Compañía tiene en Bélgica, en el año 1935. Posteriormente pasa a Portugal dónde es movilizado en la Guerra Civil como soldado enfermero en un batallón de Infantería.

Acabada la guerra continúa sus estudios, ordenándose sacerdote en el año 1951 en Granada. Llega por primera vez a Córdoba en el año 1945, permaneciendo en ella hasta 1947 como profesor del Seminario. Vuelve definitivamente a Córdoba en el año 1969 después de haber estado destinado, con padre espiritual, en diferentes escuelas profesionales (las llamadas SAFA) de la provincia de Jaén.

Su labor fue bien reconocida por los católicos cordobeses como pastor atento a la cura espiritual y orientación psicológica. Su confesionario era uno de los de mayor concurrencia en la ciudad: su ser paciente, dialogante, amable, sin condenar ni descalificar al pecador y bálsamo para la persona angustida. Impartió entre sus dirigidos esperanza y confianza en un Dios lleno de bondad y misericordia.

Siempre atento a las necesidades de los demás, hizo de puente con la ayuda que prestan personas pudientes hacia los más humildes y frágiles.

El Padre Martín, a sus más de noventa años, emanaba dinamismo, buen humor, fortaleza y energía no exenta de algún conato de genio por su condición de ser humano, todo llevado con una gran humildad.

El lema de su vida es impartir el espíritu ignaciano con el dicho:

«Siempre para la mayor gloria de Dios»

El Padre Martín falleció el 18 de enero de 2012 en la Comunidad jesuita de San Estanislao de Málaga


Reconocimiento

Con fecha 31 de mayo 2008, en la Iglesia de Nuestra Señora los Dolores, fue homenajeado por la CONFER junto a otros cinco religiosos de diferentes Congregaciones, en deferencia a la fidelidad hacia Dios en sus vidas.


Referencias

Artículo de Opinión "El padre Martín" Grupo Tomás Moro (Publicado el 6 Diciembre 2007 por el Día de Córdoba)

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