Molinos del río Guadalquivir

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Córdoba

Historia

El origen de los primeros molinos del río Guadalquivir se encuentre dentro del dilatado período de colonización romana de la Bética. El único trabajo arqueológico realizado en uno de estos molinos, el molino de la Alegría, ha sacado a la luz una canalización hidráulica datada por restos cerámicos en el S. I d. C. (Córdoba de la Llave, 1999). Pero es en documentos de finales del siglo VIII o principios del IX, cuando se tiene, por primera vez, constancia escrita de la existencia de molinos en el Río a su paso por Córdoba. En uno de ellos se menciona incluso el nombre del Molino: “Kulayb”, que en documentos posteriores ya cristianos aparece con el nombre de “Culeb” y después de “Don Tello” o Téllez, cercano al puente romano. También en documentos de los S. XII y XIII se citan tres molinos próximos al puente romano, de los cuatro que hay en la actualidad (Córdoba de la Llave et al., 2003).

A partir de la conquista cristiana por parte de las tropas de Fernando III de Castilla (1236), los molinos del río pasan a ser propiedad de la Iglesia, de los nobles o de órdenes religiosas o militares. El gran auge que alcanza la industria de la lana en el siglo XVI trajo consigo la transformación de algunos de ellos en batanes de paños, siendo todos ellos, en mayor o menor medida, reformados, restaurados y/o ampliados hasta bien entrado el siglo XX, momento en el que algunos pasan a ser reconvertidos en estaciones hidroeléctricas y otros comienzan a sufrir un proceso paulatino de desuso y abandono. Actualmente, está en trámite la calificación de Bien de Interés Cultural (B.I.C.) para los once molinos que existen en el río Guadalquivir a su paso por Córdoba. Empezando aguas arriba, al Noreste, que es por donde entra el río en la ciudad, los edificios molinares que se van sucediendo en ambas riberas son los que pasamos a describir

1) Molino de Lope García. Es de origen medieval y funcionó como molino harinero hasta mitad del siglo XIX, que sabemos se encontraba en ruinas, siendo reconstruido en el último tercio de siglo, fisonomía que conserva en la actualidad, volviendo a funcionar como molino harinero hasta los años 30 del siglo XX.
2) Molino de Carbonell. Las primeras noticias que se tienen de su construcción datan del siglo XIX (1834) y hasta su abandono en la segunda mitad del siglo XX funcionó como molino harinero.
3) Molino de Martos. Es de origen árabe y fue aceña (rueda vertical) hasta el siglo XVI, cuando se reconvierte en molino de regolfo (rueda horizontal) y se amplía el edificio con tres salas para batanes que le otorgan su fisonomía actual. En el siglo XIX sufre una transformación en la zona de los batanes, aunque exteriormente no se aprecia, siendo rehabilitado entre 2003 y 2006 todo el edificio e inaugurado como Museo Hidráulico.
4) Molino de la Albolafia. De época medieval, en su actual fisonomía influyó decisivamente tanto la construcción del dique que canaliza el río como ciertas reformas realizadas en los años sesenta del siglo XX para instalar la noria que se ve en la actualidad. Su destino fue el de molino harinero.
5) Molino de Enmedio. También de origen medieval, conocido con este nombre al menos desde el siglo XV. Fue molino harinero probablemente hasta el primer tercio del siglo XX.
6) Molino de Pápalo. Comparte con los anteriores, el origen medieval y el destino de molino harinero, si bien en 1905 ya se encontraba en estado ruinoso.
7) Molino de San Antonio. Construido probablemente en el siglo XVIII, ya que durante el periodo medieval-renacentista no se menciona este molino en ningún documento y sí los tres anteriores ubicados en este punto del río. En el primer tercio del siglo XX se le añade un piso. Funcionó siempre como molino harinero.
8) Molino de la Alegría. El edificio, tal y como se encuentra en la actualidad fue edificado en el siglo XVI, aunque reutilizando partes del siglo anterior, y transformado en 1910-1913, edificándose en altura (Córdoba de la Llave, 1999). Así, la planta baja con bloques de sillería corresponde al edificio del siglo XVI y los dos pisos superiores de ladrillo son del siglo XX. Fue molino harinero y batán de paños, siendo en los años 30 del siglo XX reutilizado como estación hidroeléctrica. Fue rehabilitado durante 1998-2002, y ese último año se inauguró como Museo de Paleobotánica.
9) Molino de San Rafael y
10) Molino de San Lorenzo. Ambos molinos están contiguos y pertenecieron al mismo propietario. Uno de ellos siempre funcionó como molino harinero y el otro (el más cercano a la ribera) inicialmente también como harinero, pero en el siglo XIX pasó a ser un molino de papel, el único que ha habido en Córdoba. A principios del siglo XX, uno de ellos fue reconvertido en estación hidroeléctrica.
11) Molino de Casillas. Su construcción es de principios del siglo XIX y su uso el de molino harinero, pero a finales de ese mismo siglo fue transformado para reconvertirlo, como otros ya señalados, en estación hidroeléctrica. Como peculiaridad frente a los otros molinos reconvertidos en estaciones, diremos que este molino debido al importante salto de agua y a la excelente maquinaria instalada podía llegar a producir 350 caballos de potencia (257.600 vatios).

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