Orden de Calatrava

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La Orden de Calatrava es una orden militar y religiosa fundada en el Reino de Castilla en el siglo XII, en el año 1158, por el abad Raimundo de Fitero, con el objetivo inicial de proteger la villa de Calatrava, ubicada cerca de la actual Ciudad Real. Recibió de los reyes, en el año 1189 la asignación del Valle de Alcudia y el Campo de Calatrava para su repoblación y conquista. A partir del año 1228 la Orden de la Calatrava pasó a contar con encomiendas en Andalucía tras serle concedidas por el rey Fernando III.[1]

Reconquista

Almadén y su comarca permaneció bajo poder musulmán hasta 1151, en que Alfonso VII conquistó la comarca. En 1168 Alfonso VIII hizo cesión del territorio al conde Nuño de Lara y al Gran maestre de Calatrava, pasando a ser el pueblo patrimonio de la Orden de Calatrava junto con la dehesa de Castilseras. En mayo de 1218, Fernando III confirmó la donación, que fue renovada por Alfonso X en abril de 1251, y por Sancho IV, aumentándola, en 1285 y 1289. La Orden explotó las minas cediéndolas en arriendo a particulares.

La Orden alcanzó su afianzamiento definitivo tras la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), cuando fijó su sede en la nueva y más segura fortaleza de Calatrava la Nueva (1218) (en el antiguo castillo de Dueñas, por frente del castillo de Salvatierra), que fue construida por prisioneros musulmanes en su mayor parte, y que ya nunca abandonaría. La antigua sede de Calatrava, origen de la Orden, junto al río Guadiana, pasó a convertirse en la sede de una Encomienda, y desde ese momento pasó a ser conocida como Calatrava la Vieja.

En poco tiempo, sus grandes recursos humanos y económicos dieron a la Orden un enorme poder político y militar, que duró hasta el final de la Reconquista. Disponía de tierras y castillos a lo largo de toda la frontera de Castilla y Aragón, ejercitando un señorío feudal sobre miles de vasallos. Era capaz de aportar, a título individual, hasta 2000 caballeros al campo de batalla, una fuerza considerable en la Edad Media. Además, disfrutaba de autonomía, lo cual trajo consigo diversos enfrentamientos con los reyes dado que la Orden no les obedecía a ellos sino al Maestre. A partir del año 1228 la Orden de la Calatrava pasó a contar con encomiendas en Andalucía tras serle concedidas por el rey Fernando III las plazas de Martos, Porcuna, Víboras y Alcaudete. Asimismo a lo largo de los siglos XIV y XV, los calatravos fueron extendiendo sus dominios andaluces con la creación de nuevas encomiendas en Jaén (Lopera, Jimena, Arjona, etc.), Córdoba (Fuente Obejuna, Belmez, Villafranca de Córdoba, etc.) y Sevilla (Osuna).

Encomiendas

A lo largo de los siglos XIII y XIV la Orden iría repoblando la comarca a partir de los primeros 20.000 pobladores, procedentes de Navarra y Castilla, traídos por el Abad de Fitero. A los nuevos pobladores se les asignaron tierras para labor y para la cría de su ganado, otorgándose a los concejos (ayuntamientos) dehesas para aprovechamiento comunal y para el sostenimiento de las cargas municipales. La Orden se reservó la propiedad de una gran parte de las tierras cuyas rentas servirían para el mantenimiento de sus encomiendas, maestrazgo, sacristanía, obrería, etc., beneficiándose asimismo de la recaudación de diversos impuestos sobre las tierras pertenecientes a los concejos y a particulares.

La continua ampliación de los territorios y privilegios recibidos por la Orden debido a su contribución a la Reconquista determinó que se reglamentase su división. No puede señalarse con exactitud en qué momento se efectuó la división del territorio en Encomiendas pero se cree que fue implantado hacia 1280, durante el maestrazgo de Juan González. De este modo, la mitad de las tierras se otorgaron al Maestre, y el resto se dividió en partes que se asignarían, cada una, a distintos caballeros y que darían origen a las Encomiendas. Éstas, regidas cada una por su comendador, nombrado por el Maestre, se convirtieron en puestos honoríficos para aristócratas y militares distinguidos. En cada Encomienda, la Orden tenía una casa central, conocida como Casa de la Encomienda, destinada a albergar la vivienda del comendador y sus guardias (“las lanzas”); además tenía almacenes, graneros, bodegas y corrales, que tenían como objetivo almacenar los frutos de las tierras y lo recaudado entre los vecinos.

A partir del maestrazgo de Lorenzo Suárez de Figueroa (Écija, 1345-Ocaña, 1409), las encomiendas de la Orden de Calatrava comenzaron a ser repartidas entre familiares y amigos, para acabar desde el mandato de Alonso de Cárdenas (c. 1425 - 1493), y de los Reyes Católicos como meros instrumentos de premio y reconocimiento por los servicios prestados a la Corona. Desde entonces las encomiendas se dejaron en manos de mayordomos (administradores), limitándose los comendadores a recibir los dineros que les enviaban a la Corte los citados administradores.

A pesar de que los Reyes Católicos establecieron que los comendadores debían residir al menos cuatro meses en sus encomiendas, la realidad es que esto nunca se cumplió ya que prefirieron pagar las multas que se les imponían o solicitar a los propios reyes para que se las perdonasen.

Maestre real

Fernando el Católico logró ser elegido Maestre de la Orden en 1487 por una bula papal, y a partir de él todos los reyes de España revalidaron el título. Bajo el mando de los sucesivos monarcas, y con la reconquista de la península finalizada, gradualmente fueron desapareciendo tanto el espíritu militar como el religioso. Con el tiempo, su única razón de existir era la generación de ingresos, procedentes de sus grandes dominios, y la conservación de sus reliquias.

Confiscados los bienes de la Orden por disposición de José I en 1808, fueron restituidos en 1814 por Fernando VII, para acabar definitivamente secularizados en 1855 por Pascual Madoz. La Primera República Española suprimió la Orden, que se restableció en 1875 con el papado como encargado de regular su disciplina interna. En la actualidad, la orden es una institución honorífica.

Villas calatravas

Referencias

  1. Comendadores de Mestanza, en la web Miguelmartingavillero.es.

Fuente

El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de Wikipedia, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.

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