Rafael Naz Fernández

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Rafael Naz Fernández
Rafael Naz Fernández


Nace en Córdoba el 2 de octubre de 1922 en la calle Diego Méndez del barrio de San Andrés, pasó a vivir posteriormente a la calle Francisco del Rosal.

Su familia por parte paterna era muy conocida, pues su tío abuelo fue Amador Naz Román el que fuera industrial en fabricación de carrocerías, concejal de Ferias y Festejos en los años cuarenta, aparte de haber ejercido de Hermano Mayor de la Cofradía de las Angustias. Rafael desde muy joven fue dependiente de comercio, pasando en años posteriores a formar parte de la plantilla de RENFE con el oficio de ajustador mecánico. Llegó a ser monitor en la escuela de aprendices de esa entidad hasta su jubilación. Rafael es conocido popularmente al ser decano de los “Directores de Trono”, cuyo cometido es procesionar los pasos de Semana Santa, concretamente se mantuvo durante 35 años como tal en la cofradía de las Angustias.

Su trayectoria cofrade se forja por ser nieto, hijo y sobrino de "directores de trono" de la antes comentada cofradía. Ingresa como hermano en 1931 con nueve años. En 1942 es nombrado presidente de trono al fallecer su padre y delegarle su tío dicho cargo con el beneplácito del Hermano Mayor Amador Naz Román. Durante 35 años Rafael sacó a Nuestra Señora de las Angustias Coronada, nunca faltó a la cita del Jueves Santo, salvo en el año 1945 al estar realizando el servicio militar en periodo de instrucción en Ceuta. En años posteriores le dieron permiso para venir a Córdoba con objeto de procesional a la Virgen; dicho permiso fue tramitado por el mismo general de la plaza.

Al cabo de sus prolongados años Rafael recuerda los siguientes hechos y anécdotas vividas como cofrade y director de trono. Éstas, ya son parte de la historia de la Semana Santa cordobesa al ser él la persona que procesionaba ese magnífico e insuperable conjunto escultórico esculpido por Juan de Mesa.


  • Tiene en su historial cofrade el haber procesionado a la imagen de la Angustias en el año 1936, dado que fue la única cofradía que salió aquel año a la calle. Rafael como nazareno ayudó debajo del paso a la cuadrilla de costaleros, debido a que muchos de ellos no se presentaron por miedo a lo pudiera pasar. Este hecho, motivó el tener que recurrir a los hermanos nazarenos jóvenes y corpulentos. Sobre este acontecimiento comentaba: -Todo Córdoba se volcó para ver a la Virgen, incluso aplaudían personas que no eran adictas a esas manifestaciones religiosas. De vuelta la Virgen a la plaza de San Agustín, estaba allí todo el barrio esperándola. Aquello era una masa humana donde no cogía ni un alfiler.


  • Decía lo siguiente con respecto a cuando la Virgen procesionó con palio: - Fue en 1938 cuando desfiló por primera vez con palio, cuyos varales plateados fueron fabricados en Lucena. Aquello fue todo un acontecimiento, pues aquí en Córdoba no se estaba acostumbrado a ese lucimiento. Recuerdo como rozaba el palio con los balcones de lacalle Rejas de Don Gome, pero mi padre supo ejecutar perfectamente su oficio.


  • A la pregunta del por qué se quito el palio responde: -El quitar el palio fue motivado por la visita realizada a la Virgen de un alto prelado vaticano, que al tener conocimiento de como se procesionaba comentó: -Jesús muerto en el regazo de su Madre debe desfilar sin palio. Hay que señalar a los fieles la dignidad, sobriedad y el dolor de ese momento. También se puede procesionar quitando el Señor del regazo de la Virgen y situarlo en paso diferente; cosa que artísticamente sería un atropello. Continúa Rafael: -No se relizó de inmediato dicha recomendación, pasó un tiempo y tuvimos que retirar los varales al estar deteriorado el plateado. El restaurar los varales junto al consejo dado por el prelado hizo que definitivamente se buscara otra solución, cuyo final fue hacer un magnífico trono. El palio fue a parar a la Cofradía del Prendimiento cuya Virgen necesitaba uno para procesionar.


  • Una persona sevillana que provenía del mundo cofrade le preguntó a Rafael: -¿Por qué no baila Vd. a la Virgen?, pues tal monumentalidad lo merece. Rafael le contestó: -¿Dónde ha visto Vd. bailar a una madre que lleva a su hijo muerto en su regazo?. Los que oyeron el comentario felicitaron a Rafael por la acertada respuesta.


  • Con las siguientes palabras de Rafael transmiten lo que supone el llevar a la Virgen de las Angustias por las calles de Córdoba: - Es una responsabilidad muy grande. Ten en cuenta lo que supone mandar a un grupo de 45 costaleros en un trono de una dimensión de 11,20 metros de longitud desde la cabeza hasta el final del manto y un peso de más de 4.200 kgs. A este respecto tuve un percance que apenas nadie se dio cuenta, cual fue, que al bajar por calle Alfaros y dar la vuelta para enfilar el Ayuntamiento estuvo apunto de volcar el paso, pues en ese lugar hay un cambio de rasante en varias direcciones, este hecho fue provocado por ir el trono sobre ruedas, cuya posición era, dos traseras y una delantera que servía como elemento direccional. Todo se quedó en un susto, que pudo tener consecuencias demoledoras. Otro momento difícil lo tuve cuando íbamos a entrar por primera vez a la Catedral por la Puerta del Perdón. Se acercó una persona y me dijo: -Las autoridades le recomiendan que no entre por la puerta, pues la maniobra es difícil, dando que el paso anterior ha destrozado una farola. Yo respondí: -El director del trono soy yo, y bajo mi responsabilidad las Angustias entran al Patio de los Naranjos. Hecho que ejecuté con toda dignidad.


  • Sobre si tuvo Rafael algún problema cuando fue trasladada la Virgen de las Angustias desde la iglesia de San Agustín a la iglesia de San Pablo en el año 1961 comenta: -Fueron en busca mía al trabajo a eso de las 4 de la tarde. Cuando llegué a la plaza de San Agustín aquello estaba que ardía, los vecinos estaban como amotinados y había una situación complicada. Las andas se las llevaron a un taller mecánico de la avenida de América y la Virgen la llevamos en una furgoneta a un lugar cuyo nombre me lo reservo, fue a partir de altas horas de la noche cuando se trasladó a San Pablo. Así, que todas las versiones sobre este hecho tienen algo de verdad.


  • Rafael comenta lo siguiente sobre cuando por primera vez encierran la Virgen en la iglesia de San Pablo después de procesionar en aquel año de 1961: -Allí estaba todo el barrio de San Agustín para ver recoger a su Señora. Yo la paré en la puerta y una comisión de vecinos me dijo: -No la entre todavía, que queremos cantarle. Mi respuesta fue: ''-Aquí esta hasta que queráis. Pedí una silla, me senté y la tuve en aquel lugar hasta las seis de la madrugada. Los saeteros de todo Córdoba le cantaron con profundo sentimiento hasta que se cansaron. Cosa curiosa, sólo nos quedamos acompañándola los costalero y yo, pues los demás hermanos se fueron.


  • Comenta su parecer sobre lo que es esencialmente cordobés en la Semana Santa: -Lo característico de la Semana Santa cordobesa es el respeto, la seriedad y silencio, yo creo que hacer palmas cuando se levanta a una Virgen rompe con esa sobriedad que el momento requiere. Pero los tiempos cambian y las costumbres se van adaptando a nuevas realidades.


  • Rafael Naz Fernández a sus 88 años mantiene una mente lucida, siente profundamente desde su ser el haber dedicado media vida a la Virgen de la Angustias, y se enorgullece de haber hecho bien su oficio, pues para él, era un honor muy grande el asumir la responsabilidad que supone el tener que pasear por las calles de Córdoba a unas imágenes de gran valor artístico, y a la vez, portadoras de una religiosidad que está profundamente enraizada en el pueblo.


Sería de justicia que la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba en el próximo año nombrará a Rafael “Cofrade Ejemplar”, en razón a su labor callada y apasionante por haber sido durante 35 años “Presidente de Trono” de una de las más emblemáticas cofradías cordobesas.

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