Sabotaje ferroviario del 4 de febrero de 1937
El 4 de febrero de 1937, un atentado tuvo lugar cerca de la estación de El Higuerón contra un tren que transportaba tropas italianas a Córdoba. A las 21:30 horas se escuchó una explosión que alarmó a la ciudad, llevando a pensar en un ataque aéreo y provocando el apagado del alumbrado público. El teniente de Infantería José Pacios Royo, al mando de un destacamento del Batallón de Voluntarios de Córdoba en el aeródromo de la Electromecánica, envió dos pelotones para inspeccionar las vías férreas y él mismo lideró otro pelotón hacia el arroyo Cantarranas, reforzado por soldados de Aviación y la Guardia Civil. Al llegar, encontraron vagones volcados y comenzaron el rescate de los heridos.
El teniente coronel José Gutiérrez de la Higuera, al escuchar la explosión, se dirigió al lugar y organizó el rescate y traslado de los heridos al hospital de la Cruz Roja. Los heridos, alrededor de treinta y dos según Gutiérrez, fueron llevados a Córdoba en otro tren enviado desde la Estación Central.
El teniente de Ingenieros Pedro Gavilán Alcaide tomó un vagón de socorro para despejar la vía, encontrando que la explosión había sido causada por un artefacto de dinamita y trilita, accionado eléctricamente. Los heridos, realmente treinta y cinco, fueron ingresados en el hospital de la Cruz Roja. La mayoría fueron dados de alta entre el 16 y el 18 de febrero, y seis heridos graves fueron evacuados a Sevilla el 22 de febrero. A pesar de la gravedad del atentado, no hubo muertos.
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