Apellido Tristell (Nuevas Poblaciones andaluzas)
Hoy día son muy pocas las personas que poseen este apellido en las localidades que conforman las Nuevas Poblaciones andaluzas. La cifra es tan reducida que únicamente lo poseen en primer lugar escasos varones; con lo que, obviamente, las posibilidades de que a medio plazo éste pueda desaparecer del padrón son evidentes.
Probablemente, la forma originaria de este apellido alemán es Christel, siendo un apellido que sufre diversas variantes ortográficas en la localidad en los siglos XVIII y XIX: Crestelle, Tritlen, Tritlin, Titel, Tirle o Tirler.
Consta que en los inicios de la colonización carolina llegaron a las Nuevas Poblaciones de Andalucía tres colonos, acompañados por sus familias con este apellido. Individuos cuyos descendientes acabarían en pocas décadas dispersándose por buena parte de los términos municipales cercanos.
Los dos primeros, llamados Francisco Nicolás y José María, eran hermanos; ambos habían nacido en Altdorf (cantón de Uri, Suiza) - otros documentos dicen que habían nacido en Wassen, en el mismo cantón- y es probable que formasen parte del medio millar de colonos suizos que integraron la contrata de José Antonio Jauch. En cualquier caso, a su llegada, las autoridades les asentaron en dos suertes muy próximas entre sí de la colonia de San Sebastián de los Ballesteros.
A Francisco Nicolás se le entregaría la suerte número 57 del Segundo Departamento, lugar donde viviría en compañía de su mujer, Magdalena Seler, y de sus hijos Jorge y Antonio. Sin embargo, aunque no conocemos las razones ni la fecha exacta del cambio de residencia, a comienzos del siglo XIX esta familia ya no residía en esta propiedad. Magdalena, ya viuda, y sus hijos vivían entonces en la Aldea Quintana.
En lo que respecta a José María, se conoce que recibió la suerte número 59 de San Sebastián de los Ballesteros. Estaba casado con María Rosa Indegarden, con la que había tenido cuatro hijos varones; dos de los cuales, Francisco José y Juan Jorge, se trasladarían a vivir, tras el enlace matrimonial del primero en 1774, a nuestra localidad; en concreto, al Garabato. Pero no permanecerían juntos los dos hermanos durante mucho tiempo, Juan Jorge contraería matrimonio al año siguiente, trasladando su residencia a la vecina aldea de La Fuencubierta.
Por otro lado, el tercer colono sería establecido en La Carlota, concretamente en alguna suerte del Departamento 4º próxima a la aldea de Vaneguillas (hoy Aldea Quintana); lugar donde vivirían durante décadas sus descendientes. Se llamaba Juan Miguel Christel y era natural de Pibrenen, localidad del obispado alemán de Würzburg; una circunstancia que parece indicar que no tenía vínculos familiares con los dos colonos anteriores.
Fuente original: Adolfo Hammer - La Crónica de La Carlota, nº 42 (marzo de 2007), p. 14.
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