Pego

De Cordobapedia
(Redirigido desde «El Pego»)
Saltar a: navegación, buscar

En Córdoba, de manera metafórica, se utiliza esta palabra para describir aquello que es insustancial, vacuo, nimio, o, más directamente, lo que es una tontería. Podría considerarse, en el uso y contexto, equivalente a la expresión chorrada.


El Diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge el término "pego", significando fullería que consiste en pegar disimuladamente dos naipes para que salgan como uno solo, cuando le convenga al tramposo, sin relación con el significado cordobés, y la locución "dar o tirarse el pego", ganar con baraja preparada para esta fullería o engañar con ficciones o artificios[1]. Esta locución se asemeja más al sentido cordobés, si bien se distingue entre "dar el pego" y "tirarse el pego". Mientras el primero se usa para referirse no tanto a un engaño como a un apaño, algo que sin serlo, puede valer para algo, el segundo se usa despectivamente referido a alguien cuya comentario es puesto en tela de juicio por fantasioso o exagerado.


Origen de la palabra "pego"

Su procedencia histórica no está clara.

La procedencia podría venir del apócope de pegote, algo añadido hecho de manera tosca y torpe sobre una cosa, generalmente con la intención de ocultar algún defecto[2], que utilizado en Córdoba acabó en tontería.

Otra teoría apuntada por Alfredo Romeo es que el origen hemos de encontrarlo en la palabra Pegaso que degenerando se convirtió en pegoso. La teoría se basa en que Domingo Badía llegó a Córdoba en el año 1792 y en mayo del año 1795 intentó hacer volar un globo aerostático hasta 5 veces, fracasando en el intento, llegando a quemarse su globo. Por entonces, se hizo popular una copla dirigida a "Pegaso", el animal mitológico con cuerpo de caballo y alas de pájaro, donde se criticaba al autor de manera satírica. Podría ser que de llamar despectivamente "Pegaso" al inventor, se popularizara el término para referirse a algo que no tiene fundamento: "Eres un pegaso" rememorando la hazaña de Badía; con el paso del tiempo, el vocablo pudo terminar convertido en "pegoso" y de ahí, "vaya pego"

Invocación a Pegaso (copla satírica)

De tu gracia necesito
Pues con alas te contemplo;
Así quisieras prestarlas
A un amigo, para un vuelo
Después de aquella tragedia
y de el sacrificio horrendo
ejecutado en el globo
por el aeronauta diestro,
se trató de reunir
la cabeza con el cuerpo,
porque sin piés ni cabeza,
es malditísimo cuento.
Por medio de un corbatín
se le ha soldado aquel cuello
con que quedó mas galán
que Adonis y Geninedlso.
Ni el paseo, y se fuesen
a meter en un polvero
bien inmediato a la guifa,
no lejos del matadero,
lindando con el Salitre,
y rozando con los cuernos.
¿No es corta venganza esta,
que un globo y un forastero,
han de arrastrar a la grey
más preciosa de este cuerpo?
A don globo le pusieron un braguero
conque quedó remediado
por entonces su degüello.
El autor de esta tramoya
añagaza o embeleco
atribuyó la desgracia
a contratiempo del tiempo
y emplazó para otra prueba sus amigos y sus deudos
¿No fue tú lo que ofreciste
a el rectísimo Concejo
elevarte con un globo
para hacer experimentos
en región bien ignorada?
Fue tanta la concurrencia
de damas y caballeros,
que por lo hermosos y bizarro
era Tántalo el deseo,
Nos fuimos hacia el taller
donde está encerrado aquello
y ha siendo hora, claro
descubrimos en su centro
con la gaita algo empinada,
un promontorio de lienzo,
que me ha pareció, muy propia,
un tienda de pinero.
Luego, nuestro gran Badía
y sus otros compañeros
dispusieron que la barca
se dirigiese a otro puerto.
Vio que...
... el hierro se salía,
al globo por el cerebro,
y que a todos parecía
una chimenea de lienzo.
Estábamos divertidos
cuando oímos ¡yo fallezco!
salir llamas, ¡en, que susto!
que quería llegar al cielo.
Y después,
en un punto baptizaron,
aquel morazo o tudesco,
y pusieron el taller
que parecía el mar negro.
Habiendo cesado el daño
causado por el incendio,
con treinta varas de gante
le iban a echar un remiendo.
En haciéndose otra prueba
mas despacio nos veremos.


Erróneamente, muchos han creído el personaje ficticio que Manuel Harazem creó para su libro Monsier Pegaux y otras tribulaciones tal y como él mismo afirma[3] fue el origen de la palabra. Cuando a principios del XIX cuando, un francés llamado André o Louis Pegó (o Pegau) se asentó en Córdoba. Mezcló los acaeceres de Domingo Badía y Leblich para hacer volar un globo con los de un personaje inventado. Eb este relata como un hombre ilustrado pretendía hacer partícipe a la sociedad cordobesa del momento de los últimos adelantos científicos europeos, así, no dejaba de hablar entre otras cosas sobre cómo hacer volar un globo aerostático con una persona dentro. Tal fue la expectación que formó que se reunieron los materiales por él pedidos para fabricar dicho artefacto. El día elegido para hacer volar el globo congregó a buena parte de los cordobeses del momento, pero el globo jamás levanto un palmo del suelo, convirtiéndose todo aquello en una gran boutade del señor Pegó. Tal fue la decepción que cuando algo no funcionaba o no servía para nada se empezó a decir que era como lo del Pegó, hasta degenerar en nuestros días a la defición arriba descrita.

Referencias

  1. D.R.A.E
  2. http://es.thefreedictionary.com/pegote Significado de Pegote. 2ª acepción. Disponible en Internet
  3. Vídeo de Manuel Harazem

Principales editores del artículo

Hay 3 otros contribuyentes a esta página.

Valora este artículo

2.0/5 (1 voto)