Francisco Adame Gamero (Fuente Palmera)

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Francisco Adame Gamero.JPG
Diario Córdoba, 18/08/1965

Francisco Adame Gamero, (*Fuente Palmera, 25 de julio de 1940) - †4 de enero de 2004)

Biografía

El día de Santiago de 1940, en la conocida calle La Fuente número 9, de la localidad cordobesa de Fuente Palmera, vino a la vida Francisco Adame Gamero.

Cuando su madre, Francisca Gamero Dugo y su padre Juan de la Cruz Adame Claudel, lo trajeron al mundo ya formaban parte de la familia los tres hermanos mayores: Juan, Rosario y Emilio. Y tras Paco, llegaron las pequeñas: Carmela, Maria Luisa y Elia. Por nacer a la mitad de la descendencia, por su carácter y su alma misionera fue siempre como una especie de bisagra para la familia. Ya de pequeño se arrimó a la Iglesia, animado por su madre y llamado profundamente por Dios, «... el Padre», como él lo llamaba.

Su hábitat fue la Parroquia de la Inmaculada, donde vistió de monaguillo junto a Fernando Flores, su amigo del alma, y al servicio de D. Laureano Pérez.

En su infancia más temprana estudió en la Escuela de Primaria bajo las normas del maestro D. Urbano Ladrón de Guevara; mas siendo aún un niño marchó al Seminario Menor de Sanlúcar de Barrameda en Cádiz para iniciar sus estudios religiosos.

Se ordenó de Menores en Sevilla, se preparó como misionero en el Seminario Teológico Hispanoamericano de Madrid, y el mismo año en que murió su padre (1964), se ordenó de Mayores en al capital de España. Pero el sí definitivo a la llamada del Padre fue en agosto de 1965, cuando se ordenó como sacerdote en su pueblo natal, de la mano de un Obispo argentino que poco después lo animaría a viajar como misionero a Buenos Aires.

No obstante, sus primeros, pasos como sacerdote los anduvo en Écija, donde fue enviado por la Diócesis de Sevilla, a la que pertenecía.

Argentina le llama en 1966 adonde marchó para trabajar duramente y en la más humilde pobreza. Su implicación en los problemas políticos y religiosos le obligaron a salir del país con una amenaza de muerte y tras el asesinato de dos de los misioneros españoles con los que convivía.

Tras su regreso a España, comenzó a cursar Pedagogía Religiosa y Filosofía y letras para iniciar un nuevo itinerario dentro del sacerdocio, estudios que sumó a los de Teología, Psicología y Magisterio. Para entonces, comenzaba a realizar colaboraciones como Sacerdote en el Hospital de Cruz Roja Española, ayudando al Capellán.

En 1972 paso por un duro trance, ya que ingresó en el Hospital Antituberculoso de El Escorial para curarse de lesiones en ambos pulmones, contraídas en el Hospital de Cruz Roja. Recuperado de su enfermedad continuó sus estudios de Filosofía y letras y de Derecho Civil, hizo prácticas de Derecho con los conocidos profesores Gregorio Peces Barba y Joaquín Ruiz-Ciménez, dio clases de diversas materias en una academia privada y estudió Medicina.

Ejerció como médico especialista en Digestivo en varios Centros Sanitarios, al tiempo que cumplió sus funciones como Capellán en Hospital Central de Cruz Roja. Desde su llegada a Madrid, su presencia supuso una llave para los colonos que emigraron a la capital, los cuales recurrían a su consejo y a su hombro como abogado, médico, sacerdote y como amigo. En ellos encontró familia y el recuerdo más cercano de su tierra.

En 1982 le sobrevino el primer infarto de miocardio, al que siguió años más tarde otro aún más severo. Maltrecha su salud, continúo su vida cerca de la capilla de Cruz Roja, de sus feligreses y de lo enfermos del Hospital, a los que dedicó gran parte de su vida. Por esa profunda entrega recibió la Medalla de Oro dela Cruz Roja que le otorgó la institución.

Ya en diciembre de 1996, su pueblo le honró escogiéndolo como pregonero de las fiestas religiosas de la lnmaculada Concepción, momento del que guardaba un grato recuerdo.

Con sus ojos de viajero recorrió multitud de países, de los que trajo una visión más amplia del mundo. Era siempre observador, detallista y hombre de bien; era sencillo y sensible en extremo, pero calladamente. Francisco Adame Gamero fue un amigo sincero, amante de su tierra y de su familia, un alma sedienta de Dios, y un corazón que por ser tan grande se rompió un 4 de enero de 2004. [1]

Referencias

  1. Recopilación de la familia. Periódico Independiente El Colonial, Abril 2004.

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